(Asteriscos Tv). El Servicio de Ginecología del Hospital Italiano de Buenos Aires con el trabajo conjunto de sus especialistas en patología mamaria, ginecología endocrinológica, reproductiva y oncológica ha realizado exitosamente la vitrificación de óvulos para preservar la fertilidad en pacientes con cáncer de mama.
En la actualidad, son muchas las mujeres que reciben el diagnóstico de una patología mamaria maligna durante la etapa reproductiva. Muchos de estos carcinomas requieren un tratamiento que combina la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia, comprometiendo casi indefectiblemente la posibilidad de lograr descendencia, dado que afecta al ovario y a su capacidad de producir óvulos.
La vitrificación de óvulos permite preservarlos para que puedan ser utilizados una vez finalizado el tratamiento del cáncer de mama. Esta técnica revolucionaria lleva un mensaje esperanzador a muchísimas pacientes menores de 40 años afectadas por patologías malignas, que desean preservar su fertilidad.
Con la técnica vitrificación, la tasa de sobrevida del óvulo (posterior a la desvitrificación) alcanza más de un 90% y la tasa de fertilización se próxima al 80%. Hasta el momento, con la técnica clásica de criopreservación (congelamiento) se habían logrado buenos resultados con embriones y espermatozoides, pero no así con los óvulos, dado que la sobrevida post descongelamiento era baja.
El proceso se inicia con la estimulación ovárica específica, de dos a tres semanas antes del comienzo de la quimioterapia, y se obtienen los óvulos mediante una punción -aspiración por vía transvaginal. Luego se vitrifican los óvulos maduros.
Una vez que la paciente completa el tratamiento médico oncológico, y luego de un periodo libre de enfermedad, si la paciente desea y las condiciones de salud están dadas, los óvulos son desvitrificados y fecundados mediante un procedimiento de fertilización in Vitro (FIV), los embriones obtenidos son transferidos al útero.
Para que esta estrategia pueda aplicarse debe existir una coordinada articulación entre esta novedosa tecnología, su correcta aplicación clínica y profesionales informados y entrenados en el tema. Esto solo puede darse en equipos de trabajo multidisciplinarios que reúnan a especialistas en patología mamaria, ginecólogos oncólogos, oncólogos clínicos, especialistas en reproducción, biólogos y psicólogos.
El área de ginecología oncológica del Hospital Italiano ha sido pionera en Argentina por llevar a cabo y efectivizar cirugías oncológicas con criterio radical y curativo en pacientes con cáncer del tracto genital en estadios iniciales (de cuello de útero, de ovario y de endometrio) teniendo como premisa la preservación de la fertilidad.
Cabe destacar que la vitrificación de óvulos está exenta de cualquier planteo de tipo ético, ya que se trata solamente de células.
En la actualidad, la sección de reproducción del Servicio de Ginecología del Hospital Italiano lleva adelante un programa de vitrificación ovocitaria para preservación de la fertilidad, no solo para pacientes afectadas por diferentes enfermedades oncológicas, sino también para las que sufren enfermedades no oncológicas – colagenopatías, endometriosis severas, etc. – pero que igualmente deben recibir tratamientos que pueden comprometer la capacidad reproductiva; y, por supuesto, para aquellas que desean o deben diferir su maternidad por cuestiones personales.
En la actualidad, son muchas las mujeres que reciben el diagnóstico de una patología mamaria maligna durante la etapa reproductiva. Muchos de estos carcinomas requieren un tratamiento que combina la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia, comprometiendo casi indefectiblemente la posibilidad de lograr descendencia, dado que afecta al ovario y a su capacidad de producir óvulos.
La vitrificación de óvulos permite preservarlos para que puedan ser utilizados una vez finalizado el tratamiento del cáncer de mama. Esta técnica revolucionaria lleva un mensaje esperanzador a muchísimas pacientes menores de 40 años afectadas por patologías malignas, que desean preservar su fertilidad.
Con la técnica vitrificación, la tasa de sobrevida del óvulo (posterior a la desvitrificación) alcanza más de un 90% y la tasa de fertilización se próxima al 80%. Hasta el momento, con la técnica clásica de criopreservación (congelamiento) se habían logrado buenos resultados con embriones y espermatozoides, pero no así con los óvulos, dado que la sobrevida post descongelamiento era baja.
El proceso se inicia con la estimulación ovárica específica, de dos a tres semanas antes del comienzo de la quimioterapia, y se obtienen los óvulos mediante una punción -aspiración por vía transvaginal. Luego se vitrifican los óvulos maduros.
Una vez que la paciente completa el tratamiento médico oncológico, y luego de un periodo libre de enfermedad, si la paciente desea y las condiciones de salud están dadas, los óvulos son desvitrificados y fecundados mediante un procedimiento de fertilización in Vitro (FIV), los embriones obtenidos son transferidos al útero.
Para que esta estrategia pueda aplicarse debe existir una coordinada articulación entre esta novedosa tecnología, su correcta aplicación clínica y profesionales informados y entrenados en el tema. Esto solo puede darse en equipos de trabajo multidisciplinarios que reúnan a especialistas en patología mamaria, ginecólogos oncólogos, oncólogos clínicos, especialistas en reproducción, biólogos y psicólogos.
El área de ginecología oncológica del Hospital Italiano ha sido pionera en Argentina por llevar a cabo y efectivizar cirugías oncológicas con criterio radical y curativo en pacientes con cáncer del tracto genital en estadios iniciales (de cuello de útero, de ovario y de endometrio) teniendo como premisa la preservación de la fertilidad.
Cabe destacar que la vitrificación de óvulos está exenta de cualquier planteo de tipo ético, ya que se trata solamente de células.
En la actualidad, la sección de reproducción del Servicio de Ginecología del Hospital Italiano lleva adelante un programa de vitrificación ovocitaria para preservación de la fertilidad, no solo para pacientes afectadas por diferentes enfermedades oncológicas, sino también para las que sufren enfermedades no oncológicas – colagenopatías, endometriosis severas, etc. – pero que igualmente deben recibir tratamientos que pueden comprometer la capacidad reproductiva; y, por supuesto, para aquellas que desean o deben diferir su maternidad por cuestiones personales.
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