Incorporó a la CGT a la Fesimubo, el gremio de trabajadores municipales y auspició un paro den los municipios del Gran Buenos Aires con un histórico reclamo del gremio: el aumento de la antigüedad y las paritarias comunales. La medida fue rechazada por la Confederación de Obreros y Empleados Municipales de la Argentina (COEMA), que conduce el peronista disidente Alfredo Atanasof.
Moyano libró un nuevo capítulo de la guerra que mantiene con los intendentes del conurbano apadrinando un paro con movilización de la Federación de Sindicatos Bonaerenses (Fesimubo), que este año incorporó como nuevo gremio de la CGT.
La movilización se llevó a cabo el miércoles pasado en el microcentro porteño y tuvo como emblema dos reclamos históricos del gremio que conducen el diputado nacional Juan Carlos Sluga y el avellanedense Rubén “Cholito” García: la restitución del 3% de antigüedad (anclada en 1% desde 1996) y la apertura de paritarias municipales.
La medida no fue apoyada por la Confederación de Obreros y Empleados Municipales de la Argentina (Coema), histórico gremio de los empleados comunales que conduce el diputado nacional Alfredo Atanasof.
En diálogo con LPO, García apuntó por igual al diputado del peronismo disidente como al intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra, titular de la Federación Argentina de Municipios y firme aliado de la Casa Rosada.
“Reclamamos estabilidad laboral ya que los municipales estamos en el infierno comparados con otros sectores, pero confiamos en que nuestro reclamo sea escuchado sobre todo porque en la Federación Argentina de Municipios (FAM) recibieron nuestro petitorio”, aclaró.
La disputa de Moyano con los intendentes tiene varios frentes. El jefe cegetista quiere sumar poder en el PJ y cree que sólo es posible si compite con los suyos en la interna del año que viene y por eso está dispuesto a asumir la presidencia del PJ bonaerense que heredó por la enfermendad de Balestrini. También hay pelea por plata: los jefes comunales no soportan los abultados salarios que demandan los recolectores de basura, todos afiliados al gremio de Camioneros.
Los reclamos de la Fesimubo se materializan en un proyecto de ley que García presentó en la Legislatura bonaerense durante su etapa de diputado, que culminó el pasado 10 de diciembre. La iniciativa nunca prosperó por presión de los intendentes y ahora podría ser tomada por Jorge Mancini, el diputado que lidera el gremio de trabajadores del Ceamse que patrocina Moyano.
“No le conozco ninguna medida a nivel nacional a COEMA en los últimos 60 años, igual nosotros (FESIMUBO) que tenemos el 90 de los agremiados en los 134 municipios de la provincia de Buenos Aires luchamos por todos los trabajadores”, dijo ante LPO García, que calculó en 15 mil personas las presencias durante la marcha.
Desde la Coema enviaron a LPO un comunicado donde cuestionaban la medida de fuerza.
Disputas locales
La interna gremial ya se trasladó a varios municipios, sobre todo de la tercera sección. Avellaneda y Lanús son un ejemplo. En el primero, García es el líder de los trabajadores del primero de ellos, donde en 2005 sus militantes se batieron a tiros con los del entonces intendente Baldomero “Cacho” Álvarez, hoy ministro de Desarrollo Social de Daniel Scioli.
El adjunto de la COEMA, Miguel Pedelhez es el hombre fuerte de los municipales de Lanús, donde dio libertad de acción a sus trabajadores para sumarse a la manifestación en el microcentro porteño.
La conducción de Pedelhez se mostró molesta por las continuas “chicanas de García” y le aclaró al gremialista que en Lanús están “en una línea interna que no responde a la vieja estructura”.
Pero al lanusense le cuesta conducir a los suyos. Recientemente, un empleado municipal intento quemarse a lo bonzo en la Intendencia porque, dijo, hace dos meses que no cobra su sueldo, admitieron fuentes del gremio a La Política Online.
Esteban Echeverría es otro caso emblemático. Allí “tras diferencias con Alfredo Atanasof” los adherentes a la Coema se pasaron a la Fesimubo. “Nos desafiliamos de la Confederación a mediados de 2009 porque ellos no están del lado de los trabajadores, sino que tienen interese meramente políticos”, dijo a LPO Adrián Gouin, el referente local del gremio de Sluga y García.
La movilización se llevó a cabo el miércoles pasado en el microcentro porteño y tuvo como emblema dos reclamos históricos del gremio que conducen el diputado nacional Juan Carlos Sluga y el avellanedense Rubén “Cholito” García: la restitución del 3% de antigüedad (anclada en 1% desde 1996) y la apertura de paritarias municipales.
La medida no fue apoyada por la Confederación de Obreros y Empleados Municipales de la Argentina (Coema), histórico gremio de los empleados comunales que conduce el diputado nacional Alfredo Atanasof.
En diálogo con LPO, García apuntó por igual al diputado del peronismo disidente como al intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra, titular de la Federación Argentina de Municipios y firme aliado de la Casa Rosada.
“Reclamamos estabilidad laboral ya que los municipales estamos en el infierno comparados con otros sectores, pero confiamos en que nuestro reclamo sea escuchado sobre todo porque en la Federación Argentina de Municipios (FAM) recibieron nuestro petitorio”, aclaró.
La disputa de Moyano con los intendentes tiene varios frentes. El jefe cegetista quiere sumar poder en el PJ y cree que sólo es posible si compite con los suyos en la interna del año que viene y por eso está dispuesto a asumir la presidencia del PJ bonaerense que heredó por la enfermendad de Balestrini. También hay pelea por plata: los jefes comunales no soportan los abultados salarios que demandan los recolectores de basura, todos afiliados al gremio de Camioneros.
Los reclamos de la Fesimubo se materializan en un proyecto de ley que García presentó en la Legislatura bonaerense durante su etapa de diputado, que culminó el pasado 10 de diciembre. La iniciativa nunca prosperó por presión de los intendentes y ahora podría ser tomada por Jorge Mancini, el diputado que lidera el gremio de trabajadores del Ceamse que patrocina Moyano.
“No le conozco ninguna medida a nivel nacional a COEMA en los últimos 60 años, igual nosotros (FESIMUBO) que tenemos el 90 de los agremiados en los 134 municipios de la provincia de Buenos Aires luchamos por todos los trabajadores”, dijo ante LPO García, que calculó en 15 mil personas las presencias durante la marcha.
Desde la Coema enviaron a LPO un comunicado donde cuestionaban la medida de fuerza.
Disputas locales
La interna gremial ya se trasladó a varios municipios, sobre todo de la tercera sección. Avellaneda y Lanús son un ejemplo. En el primero, García es el líder de los trabajadores del primero de ellos, donde en 2005 sus militantes se batieron a tiros con los del entonces intendente Baldomero “Cacho” Álvarez, hoy ministro de Desarrollo Social de Daniel Scioli.
El adjunto de la COEMA, Miguel Pedelhez es el hombre fuerte de los municipales de Lanús, donde dio libertad de acción a sus trabajadores para sumarse a la manifestación en el microcentro porteño.
La conducción de Pedelhez se mostró molesta por las continuas “chicanas de García” y le aclaró al gremialista que en Lanús están “en una línea interna que no responde a la vieja estructura”.
Pero al lanusense le cuesta conducir a los suyos. Recientemente, un empleado municipal intento quemarse a lo bonzo en la Intendencia porque, dijo, hace dos meses que no cobra su sueldo, admitieron fuentes del gremio a La Política Online.
Esteban Echeverría es otro caso emblemático. Allí “tras diferencias con Alfredo Atanasof” los adherentes a la Coema se pasaron a la Fesimubo. “Nos desafiliamos de la Confederación a mediados de 2009 porque ellos no están del lado de los trabajadores, sino que tienen interese meramente políticos”, dijo a LPO Adrián Gouin, el referente local del gremio de Sluga y García.
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