Los eslóganes de la mayoría de la dirigencia política argentina reclaman: “justicia social” (sociedad igualitaria); distribuir el ingreso (acción estatal); defender a los asalariados (corporación sindical); estatizar y dirigir la economía (burocracia planificadora); socializar la sociedad (ideólogos irresponsables); subsidiar el consumo (mejorar a los pobres), etc.
Como esos reclamos son fábulas politiqueras y fracasaron en mejorar la vida de los argentinos, la ciudadanía expresó políticamente su rechazo, votando a dirigentes opositores al actual gobierno, los que, sorprendente y mayoritariamente exponen pensamientos análogos.
El resultado es que la sociedad descree de la dirigencia política, tema de suma gravedad porque el político más irresponsable y combativo es el que podrá sacar mayores ventajas políticas en este río revuelto.
Los argentinos que trabajan diariamente necesitan que sus ingresos les cubran sus requerimientos vitales y anímicos. Los que trabajan, no quieren que les subsidien el colectivo, el tren, el gas o los alimentos, a costa de mantenerlos pobres. Trabajan con la necesidad y esperanza de aumentar sus salarios y mejorar su calidad de vida. Solo se logrará produciendo más bienes y aumentando vigorosamente las exportaciones al enorme mercado mundial. No apareció aun el pensamiento político que impulse las exportaciones.
Dr. Marcelo Castro Corbat
Como esos reclamos son fábulas politiqueras y fracasaron en mejorar la vida de los argentinos, la ciudadanía expresó políticamente su rechazo, votando a dirigentes opositores al actual gobierno, los que, sorprendente y mayoritariamente exponen pensamientos análogos.
El resultado es que la sociedad descree de la dirigencia política, tema de suma gravedad porque el político más irresponsable y combativo es el que podrá sacar mayores ventajas políticas en este río revuelto.
Los argentinos que trabajan diariamente necesitan que sus ingresos les cubran sus requerimientos vitales y anímicos. Los que trabajan, no quieren que les subsidien el colectivo, el tren, el gas o los alimentos, a costa de mantenerlos pobres. Trabajan con la necesidad y esperanza de aumentar sus salarios y mejorar su calidad de vida. Solo se logrará produciendo más bienes y aumentando vigorosamente las exportaciones al enorme mercado mundial. No apareció aun el pensamiento político que impulse las exportaciones.
Dr. Marcelo Castro Corbat
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