Lo hizo el ministro de Trabajo bonaerense, Oscar Cuartango, anoche. El sindicato evaluará si acata la medida en asamblea al mediodía. Si la aceptan los trabajadores deberán volver a sus tareas y la empresa no podrá adoptar sanciones. La pelea salarial, el esquema de rompehuelgas y los rumores de convertir a la compañía en una nueva Aerolíneas.
Tras 9 días de paro y bloqueo en la planta de Papel Prensa en San Pedro, el Ministerio de Trabajo bonaerense finalmente dictó la conciliación obligatoria.
Oscar Cuartango firmó la medida ayer a la noche y este mediodía los trabajadores decidirán en asamblea si la acatan o no. Desde el sindicato descartan que lo hagan.
De esta manera, los trabajadores vuelvan a sus tareas y a la empresa que no pueda adoptar sanciones, mientras se resuelve el conflicto.
Desde el 4 de octubre, los 300 trabajadores que están afiliados al Sindicato de Papel de San Pedro paralizan la planta productora del insumo básico para la edición de diarios y mantiene bloqueada su distribución. Reclaman un aumento salarial del 19% a partir de junio y denuncian la “usurpación” de unos 100 puestos convencionales que hoy se encuentran fuera de convenio.
Esta situación puso en alerta a los diarios del interior que, a través de su asociación ADIRA, advirtieron del riesgo que esto genera en la publicación de sus medios si se prolonga la medida de fuerza. Sin stock como los grandes diarios, se quedarían sin el papel para salir a la calle. “La importación deviene prácticamente inviable como recurso alternativo por razones de costo y volumen”, argumentaron anteayer en un comunicado.
Pero lo pequeños matutinos no eran los únicos preocupados. El matutino Crónica, cercano a la CGT y al Gobierno, se quedó sin papel luego de que los trabajadores impidieran que sus camiones retiraran el insumo de la planta. Según fuentes del mercado, fue el Grupo Clarín quien le prestó las bobinas para mantener su publicación en estos días.
La pelea salarial
Oscar Cuartango firmó la medida ayer a la noche y este mediodía los trabajadores decidirán en asamblea si la acatan o no. Desde el sindicato descartan que lo hagan.
De esta manera, los trabajadores vuelvan a sus tareas y a la empresa que no pueda adoptar sanciones, mientras se resuelve el conflicto.
Desde el 4 de octubre, los 300 trabajadores que están afiliados al Sindicato de Papel de San Pedro paralizan la planta productora del insumo básico para la edición de diarios y mantiene bloqueada su distribución. Reclaman un aumento salarial del 19% a partir de junio y denuncian la “usurpación” de unos 100 puestos convencionales que hoy se encuentran fuera de convenio.
Esta situación puso en alerta a los diarios del interior que, a través de su asociación ADIRA, advirtieron del riesgo que esto genera en la publicación de sus medios si se prolonga la medida de fuerza. Sin stock como los grandes diarios, se quedarían sin el papel para salir a la calle. “La importación deviene prácticamente inviable como recurso alternativo por razones de costo y volumen”, argumentaron anteayer en un comunicado.
Pero lo pequeños matutinos no eran los únicos preocupados. El matutino Crónica, cercano a la CGT y al Gobierno, se quedó sin papel luego de que los trabajadores impidieran que sus camiones retiraran el insumo de la planta. Según fuentes del mercado, fue el Grupo Clarín quien le prestó las bobinas para mantener su publicación en estos días.
La pelea salarial
A principio de año, sindicato y empresa, firmaron un acuerdo de un aumento del 15% a partir de abril más una suma fija de $300 mensuales no remunerativos a pagar hasta marzo de 2011. “Lo pactamos para no sumar un problema sindical a Papel Prensa en un momento en que los accionistas privados de la empresa (Clarín y La Nación) estaban en medio de la pelea con el Gobierno (el tercer accionista de la compañía) y con temor a que intervinieran la gestión –recordó el delegado de la planta Roberto Gabito- Pero de palabra, quedamos en renegociarlo a mitad de año”. Este pacto “de palabra” es lo que desde la empresa se niegan a rever.
El plazo se venció en junio, cuando el sindicato pidió una nueva suba para alcanzar un incremento anual del 29%.
“Se acordó un aumento anual de 23% hasta marzo de 2011, y ahora se ha ofrecido un 6% adicional, que lleva el aumento anual a 29%”, argumentaron a LPO desde Papel Presa. Sin embargo, los gremialistas advierten que “ese 6% en realidad es no remunerativo”.
Pero las mejoras salariales no es el único tema en conflicto. También reclaman que se incluya dentro del convenio del Sindicato de Papel a unos 100 trabajadores hoy por fuera. “La empresa ha hecho usurpación de puestos convencionales”, señaló Gabito. “Se trata de operarios en puestos claves para hacer funcionar la planta, como el conductor de máquina, asistente, bobinador y operador de pasta”, enumeró y explicó: “Son puestos primordiales para romper una huelga porque con ellos ya pueden mantener operativa la fábrica”. E indicó que así se manejaron las últimas décadas. “Hasta hace 4 años, a estos 100 trabajadores le sumaban unos 70 contratados que si hacían huelga, simplemente no se les pagaba el día y hasta se los amenazaba con no volver a llamarlos”, relataron desde el sindicato.
¿Una nueva Aerolíneas?
El plazo se venció en junio, cuando el sindicato pidió una nueva suba para alcanzar un incremento anual del 29%.
“Se acordó un aumento anual de 23% hasta marzo de 2011, y ahora se ha ofrecido un 6% adicional, que lleva el aumento anual a 29%”, argumentaron a LPO desde Papel Presa. Sin embargo, los gremialistas advierten que “ese 6% en realidad es no remunerativo”.
Pero las mejoras salariales no es el único tema en conflicto. También reclaman que se incluya dentro del convenio del Sindicato de Papel a unos 100 trabajadores hoy por fuera. “La empresa ha hecho usurpación de puestos convencionales”, señaló Gabito. “Se trata de operarios en puestos claves para hacer funcionar la planta, como el conductor de máquina, asistente, bobinador y operador de pasta”, enumeró y explicó: “Son puestos primordiales para romper una huelga porque con ellos ya pueden mantener operativa la fábrica”. E indicó que así se manejaron las últimas décadas. “Hasta hace 4 años, a estos 100 trabajadores le sumaban unos 70 contratados que si hacían huelga, simplemente no se les pagaba el día y hasta se los amenazaba con no volver a llamarlos”, relataron desde el sindicato.
¿Una nueva Aerolíneas?
En esta pelea entre trabajadores y empresarios, hay algo que los une. La sorpresa. Al sindicato y a Papel Prensa les llamó la atención que el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires se tomara 9 días para dictar la conciliación obligatoria.
“Es la primera vez que vemos que se tarde tanto, pero no sabemos por qué se tomó esa decisión”, aseguran en el gremio y conjeturan que quizás “no estaban dadas las condiciones porque la empresa no tenía intenciones de negociar, la conciliación obligatoria es una solución intermedia a la búsqueda de la definitiva”.
Sin embargo, el gobierno nacional intervino y dictó la medida en casos más complejos como el reciente conflicto entre el sindicato de Camioneros de Hugo y Pablo Moyano que reclamaba a Siderar que por “solidaridad” se hiciera cargo de las deudas patronales que acumulaban las empresas transportistas con las que tercerizaban el servicio logístico. En ese momento la metalúrgica perteneciente a Techint se negaba a hacerse cargo del conflicto al que calificó hasta último momento de “ajeno”. La solución la encontraron los trabajadores con las distintas empresas y el grupo de Paolo Rocca se mantuvo en su posición.
Con este antecedente y en medio de la pelea de los Kirchner con Clarín y La Nación, es que en Papel Prensa ven “intencionalidad política de alentar el conflicto” y temen que conviertan a la empresa en una nueva Aerolíneas Argentinas, la compañía estatizada por el gobierno de Cristina Kirchner cuyos constantes conflictos gremiales provocó la crisis de la gestión del grupo español Marsans.
“Primero fueron por la intervención de la compañía con Guillermo Moreno (secretario de Comercio) a la cabeza, la Justicia le dio un revés con siete fallos en contra, luego avanzaron con las denuncias de delitos de lesa humanidad en el traspaso de las acciones de la familia Graiver a los diarios La Nación, La Razón y Clarín en los 70 y, como ven que no tiene ningún sustento, ahora apuestan al desgaste y el caos”, analizan los socios privados de Papel Prensa.
En el sector hasta hablan de “presiones” de los Kirchner al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, para demorar la conciliación obligatoria, decisión que le compete a su ministro de Trabajo, Cuartango y que recién tomó ayer a la noche, luego de que la planta ubicada en San Pedro estuviera paralizada y bloqueada durante 9 días. Aseguran que las pérdidas alcanzan los U$S 300.000 diarios en una compañía que gana U$S 100 millones anuales.
“Es la primera vez que vemos que se tarde tanto, pero no sabemos por qué se tomó esa decisión”, aseguran en el gremio y conjeturan que quizás “no estaban dadas las condiciones porque la empresa no tenía intenciones de negociar, la conciliación obligatoria es una solución intermedia a la búsqueda de la definitiva”.
Sin embargo, el gobierno nacional intervino y dictó la medida en casos más complejos como el reciente conflicto entre el sindicato de Camioneros de Hugo y Pablo Moyano que reclamaba a Siderar que por “solidaridad” se hiciera cargo de las deudas patronales que acumulaban las empresas transportistas con las que tercerizaban el servicio logístico. En ese momento la metalúrgica perteneciente a Techint se negaba a hacerse cargo del conflicto al que calificó hasta último momento de “ajeno”. La solución la encontraron los trabajadores con las distintas empresas y el grupo de Paolo Rocca se mantuvo en su posición.
Con este antecedente y en medio de la pelea de los Kirchner con Clarín y La Nación, es que en Papel Prensa ven “intencionalidad política de alentar el conflicto” y temen que conviertan a la empresa en una nueva Aerolíneas Argentinas, la compañía estatizada por el gobierno de Cristina Kirchner cuyos constantes conflictos gremiales provocó la crisis de la gestión del grupo español Marsans.
“Primero fueron por la intervención de la compañía con Guillermo Moreno (secretario de Comercio) a la cabeza, la Justicia le dio un revés con siete fallos en contra, luego avanzaron con las denuncias de delitos de lesa humanidad en el traspaso de las acciones de la familia Graiver a los diarios La Nación, La Razón y Clarín en los 70 y, como ven que no tiene ningún sustento, ahora apuestan al desgaste y el caos”, analizan los socios privados de Papel Prensa.
En el sector hasta hablan de “presiones” de los Kirchner al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, para demorar la conciliación obligatoria, decisión que le compete a su ministro de Trabajo, Cuartango y que recién tomó ayer a la noche, luego de que la planta ubicada en San Pedro estuviera paralizada y bloqueada durante 9 días. Aseguran que las pérdidas alcanzan los U$S 300.000 diarios en una compañía que gana U$S 100 millones anuales.
(Fuente: La Política OnLine).
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