En el encuentro que tuvieron a solas en Olivos, Scioli ratificó su pertenencia al “proyecto” pero exigió que le dejen ser como es. El domingo Horacio Verbitsky lo destrozó en Página 12, confirmando la sospecha del gobernador que lo espía la SIDE. Desde El Calafate los Kirchner le dijeron que se quedar tranquilo que el periodista sólo dijo “lo que piensa”.
La guerra fría de Daniel Scioli y los Kirchner libró este fin de semana otra capítulo intenso. Es que el domingo Horacio Verbitsky, de diálogo habitual y directo con el matrimonio Kirchner, publicó una nota llena de carpetazos contra Daniel Scioli que incluyó el pormenorizado detalle de sus actividades sociales y políticas más reservadas.
Esto, según publica hoy Ambito Financiero, terminó de convencer a Scioli que la SIDE lo “camina”, como se dice en la jerga de los espías al seguimiento de un ciudadano.
Scioli, trató de distenderse de estas tensiones, jugando el domingo un partido de fútbol en su quinta del Tigre “La Ñata”, portando la casaca naranja de “Los Villeros de Villa La Ñata” que derrotó al equipo de fútbol sala que llevó el presidente de Independiente Julio Comparada.
En las sobremesas se comentó el contenido de la charla de Kirchner y Scioli en Olivos. Lo más importante, que Kirchner aceptó minimizar la autorización de colectoras a lo imprescindible, es decir, a unos pocos candidatos en municipios bonaerenses que pueden contribuir a una mejor elección nacional y en los que se puede arriesgar, como dice Kirchner, «dos concejales, más o menos».
Lo otro que se charló en Olivos es la condición de Scioli de que lo dejen ser quién es. Voy a seguir en el proyecto -dijo más o menos-, pero también voy a seguir yendo a donde voy siempre, sacando fotos con quien me saco fotos. Se quejó de que hay kirchneristas que usan esos estereotipos para especular con disidencias que, insiste Scioli, no existen pero que cuando salen al aire benefician a la oposición. Ante ese reclamo, Kirchner admitió que ésa es la contribución del gobernador al “proyecto”.
Pero con alguna malicia, luego que VErbistky publicara su impiadosa columna (ver nota adjunta), desde El Calafate donde los Kirchner pasaron el fin de semana largo llegó un mensaje envenenado: “es gente que también quiere decir lo que siempre dijo sobre el gobernador pero que no tienen hoy el aval de Olivos”. El detalle es el uso del tiempo “hoy”, como si en el futuro pudieran contar con ese aval, para amplificar su embestida contra el gobernador.
(Fuente: La Política OnLine).
La guerra fría de Daniel Scioli y los Kirchner libró este fin de semana otra capítulo intenso. Es que el domingo Horacio Verbitsky, de diálogo habitual y directo con el matrimonio Kirchner, publicó una nota llena de carpetazos contra Daniel Scioli que incluyó el pormenorizado detalle de sus actividades sociales y políticas más reservadas.
Esto, según publica hoy Ambito Financiero, terminó de convencer a Scioli que la SIDE lo “camina”, como se dice en la jerga de los espías al seguimiento de un ciudadano.
Scioli, trató de distenderse de estas tensiones, jugando el domingo un partido de fútbol en su quinta del Tigre “La Ñata”, portando la casaca naranja de “Los Villeros de Villa La Ñata” que derrotó al equipo de fútbol sala que llevó el presidente de Independiente Julio Comparada.
En las sobremesas se comentó el contenido de la charla de Kirchner y Scioli en Olivos. Lo más importante, que Kirchner aceptó minimizar la autorización de colectoras a lo imprescindible, es decir, a unos pocos candidatos en municipios bonaerenses que pueden contribuir a una mejor elección nacional y en los que se puede arriesgar, como dice Kirchner, «dos concejales, más o menos».
Lo otro que se charló en Olivos es la condición de Scioli de que lo dejen ser quién es. Voy a seguir en el proyecto -dijo más o menos-, pero también voy a seguir yendo a donde voy siempre, sacando fotos con quien me saco fotos. Se quejó de que hay kirchneristas que usan esos estereotipos para especular con disidencias que, insiste Scioli, no existen pero que cuando salen al aire benefician a la oposición. Ante ese reclamo, Kirchner admitió que ésa es la contribución del gobernador al “proyecto”.
Pero con alguna malicia, luego que VErbistky publicara su impiadosa columna (ver nota adjunta), desde El Calafate donde los Kirchner pasaron el fin de semana largo llegó un mensaje envenenado: “es gente que también quiere decir lo que siempre dijo sobre el gobernador pero que no tienen hoy el aval de Olivos”. El detalle es el uso del tiempo “hoy”, como si en el futuro pudieran contar con ese aval, para amplificar su embestida contra el gobernador.
(Fuente: La Política OnLine).
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