La presidenta esperó el cacerolazo en la quinta presidencial pero no la pasó mejor: unas 20 mil personas se agolparon contra la residencia, al golpe de cacerolas. Cristina había ordenado a sus funcionarios recluirse en sus casas pero no pudo evitar el mal momento.
Cristina Kirchner soportó una protesta de unas 20 mil personas frente a la Quinta de Olivos, donde había optado por recluirse a seguir el cacerolazo que reunió a más de un millón de personas a lo largo del país.
La quinta ubicada en Vicente López ya había sido uno de los puntos de concentración en todas las manifestaciones de protesta y esta vez no fue la excepción, sólo que la cantidad de gente que se acercó a la entrada de la Avenida Maipú superó todas las expectativas.
Desde las 19 horas se agolparon frente a la quinta, la mayoría con cacerolas y con las mas diversas consignas como “82 móvil ya”. Cuando fue creciendo el número de manifestantes algunas personas llegaron hasta las vallas que cubrían la fachada de la residencia. Lo llamativo fue que con el paso de las horas, lejos de languidecer la protesta creció d emanera vigorosa y recién pasadas las 22 llegó la desconcentración.
Cristina había recibido temprano a funcionarios chilenos que asistieron a la reunión Binacional Argentina-Chile. Luego conversó con el canciller Héctor Timerman y el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini.
Las ordenes de Cristina
Ante el cimbronazo de la protesta, Cristina a sus ministros y sobre todo a sus militantes de La Cámpora que no hicieran ninguna contramarcha y, por el contrario, les pidió que se vayan a sus casas y sigan los acontecimientos lejos de los despachos oficiales.
Semanas atrás, durante el acto de lanzamiento Unidos y Organizados en Jujuy, el líder camporista Andrés “Cuervo” Larroque había sorprendido al anticipar que estaba dispuesto a ocupar la Plaza de Mayo y las ciudades del país para contrarestar el cacerolazo del 8N. Una orden de Cristina alcanzó para que desistiera.
Pero para calmar a la militancia furiosa, Cristina planificó el acto de este mediodía en Ezeiza, donde La Cámpora se hizo ver.
Desde temprano casi no se escucharon voces oficialistas. Hubo pocos twitt y el único que se anticipó con declaraciones fue el vicegobernador Gabriel Mariotto, ajeno a las estrategias oficiales.
“Vamos a seguir militando, a seguir organizándonos porque esta alegría es imparable. El 7D el país se da vuelta y vamos a tener la visibilidad para contagiar esta mística al resto de la patria", se jactó. (La Política OnLIne).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario