LUJAN, Junio 03, (PUNTO CERO-El Civismo) El funcionario Pablo Oliva salió al cruce de expresiones que este medio ofreció en su editorial del 23 de mayo pasado.
Oliva habló de cierta “flexibilidad” con los empresarios y admitió que se había acordado no difundir más las infracciones, multas o clausuras a locales nocturnos.
Dijo que en los últimos tres meses se trabajó intensamente, aunque aceptó que no alcanza a cubrir todas las demandas del control urbano.
En el editorial que EL CIVISMO publicó el miércoles 23 de mayo pasado, se afirmó que hacía tres meses que no se tenían noticias sobre controles o medidas adoptadas por los inspectores que se encargaban de la nocturnidad. Se planteaban -en ese mismo espacio- dos hipótesis: falta de acción o carencia de comunicación con el área de Prensa, que solía difundir infracciones, multas y clausuras.
El subsecretario de Control Urbano, Pablo Oliva, pidió a este medio dar su versión acerca de las afirmaciones y confirmó la segunda hipótesis. El diálogo con EL CIVISMO sirvió para repasar la actualidad de un área que -como casi todas dentro del Departamento Ejecutivo- admite errores o falencias, pero deposita prácticamente toda la culpabilidad en la falta de aprobación del presupuesto 2007.
- ¿Usted sintió la necesidad de responder aspectos de nuestro editorial del 23 de mayo?
- Ocurre que lo que el área de Control Urbano del municipio está haciendo es un trabajo cierto y planificado que abarcó los últimos tres meses. Se salió sin solución de continuidad todos los fines de semana.
El funcionario detalló que “tal como dice la ordenanza, hay una carpeta para cada establecimiento nocturno. Allí hay una especie de historial que arranca con el informe antisiniestral de Policía de Bomberos y con el factor ocupacional. Previo a eso, en enero y febrero se mantuvieron dos o tres reuniones con los empresarios de la noche y se acordaron puntos de responsabilidad consensuada. Se procuró darle una forma práctica de aplicación a las normas vigentes”.
No obstante lo expresado, Oliva admitió: “Hoy por hoy reconocemos que hay aspectos que no están cubiertos, pero se planifica de manera lógica y con los recursos humanos disponibles”.
- ¿Cuáles son los aspectos descubiertos y por qué?
- Con la cantidad de gente disponible para fiscalización y control, intentamos arrancar con uno de los temas más críticos: el horario de cierre. Hoy ese tema es positivo respecto de lo conseguido. A las 7 no tiene que haber lugar de esparcimiento nocturno abierto. Y nuestras salidas nos indican que se cumple. “Hicimos factor ocupacional -agregó el subsecretario-, pero sabemos que para el empresario es un tema irritante por el lado que se lo mire. De alguna forma, limita la cantidad de ingresos y afecta a la parte económica, pero desde el control ese factor está prácticamente impuesto por las reglamentaciones”.
Oliva dijo que “se puede decir que hay cierta flexibilidad. Si el factor ocupacional es de 300 (personas), indudablemente si se cuentan 301 no habrá infracción, pero si encontramos dos o tres veces más de personas adentro, la cosa pasa a castaño oscuro”.
“Estamos muy abiertos a escuchar y lo hacemos constantemente. Por estas oficinas pasan empresarios y también padres. Tenemos que escucharlos a todos. Hay que consensuar y modernizar algunos aspectos para que una ordenanza sea aplicable en todos sus contenidos”, dijo Oliva.
Según su modo de entender el rol que ocupa, “hay aspectos en los que no debemos aflojar, fundamentalmente en lo atinente a la seguridad de cada lugar. Si hay un factor ocupacional, hay que regirse por eso. Si después los empresarios hacen presentaciones en la Provincia, es cuestión de ellos. Pero el municipio no puede desconocer si se violan las capacidades en el doble o más”.
- Usted sabrá que en la calle existe la creencia de que en el rubro empresarios de la noche hay “intocables”.
- Sí, lo escuché. Yo tengo para demostrar que dentro de la órbita en la que gestiono no lo siento así. No tuve ningún inconveniente en ese aspecto. Se hicieron infracciones a todos los que entre comillas podemos decir ‘protegidos’. Es un tema puntual, serio y en esos lugares se hicieron infracciones. Esas infracciones van a un Juzgado de Faltas que puede cobrarlas o sancionarlas y también pueden ser apeladas.
- Tal como se planteaba en el editorial que hablaba de su área, en los últimos meses, ¿se dejaron de hacer controles o dejaron de informarlos a la comunidad?
- Los últimos tres meses fueron los que más infracciones hicimos. Es probable y lo asumimos como un error no haberlo informado. Quizás en las evaluaciones que hicimos con bolicheros creímos conveniente no difundir determinadas acciones. De todos modos, los chicos y los empresarios veían a los inspectores en las calles.
- Esa información llevaba cierta tranquilidad a los padres, porque se evidenciaban los controles en post de la seguridad de los chicos.
- Seguramente eso es así. Igual, nunca voy a entender que el ordenamiento de la nocturnidad pase exclusivamente por un sistema de fiscalización y control, o de un Estado en permanente control. El Estado debe ejercer esa función, pero debe existir organización, con compromiso empresarial y también de los padres, sabiendo a dónde van sus hijos y qué hacen.
Oliva consideró que en el marco de trabajo proyectado, “es probable que se organice un encuentro adonde podamos juntarnos padres, chicos, empresarios, el órgano estatal y ver cada problema que presente cada sector. Muchas veces son los chicos los que te cantan la posta. Entre todas las partes involucradas podríamos llegar a producir un ordenamiento real, serio e importante. Todos pretendemos eso”.
“A nosotros no nos interesa salir a hacer multas -dijo el funcionario-, porque si hoy un inspector de tránsito quiere multar, vamos a cualquier lugar y las hacemos seguro. La intención sería evitar eso, pero para ello el tránsito tendría que estar en perfectas condiciones. En la nocturnidad ocurre lo mismo”.
- Hace tiempo el Concejo Deliberante habilitó la creación de un cuerpo de inspectores para la nocturnidad. ¿Se creó ese cuerpo?
- Cuando me inicié en la gestión (hace un año) uno de los primeros objetivos que me fijó el intendente era la conformación de un cuerpo único de inspectores municipales. Las tareas eran muy concretas y no sólo abarcaban a la noche o el tránsito. Se planificó desde un cuidado pseudo policial del espacio público hasta la nocturnidad. Hoy la escasez de inspectores es importante.
El subsecretario explicó que en Control Urbano planifica las actividades, “en una columna pone las tareas a realizar y en otra la gente disponible. Se fijan prioridades y hay muchas cosas que no llegamos a cubrir”.
“Ese cuerpo único está contemplado en el presupuesto 2007 y tengo esperanzas de poder incorporarlo. Así podríamos ir arrimándonos al modelo de inspectores que se merecen y necesitan los lujanenses”, manifestó.
- En el editorial, como ejemplo, se citó el descontrol del estacionamiento en la calle de CEMJUPEL. ¿Qué puede explicar al respecto?
- Hay que explicar cuestiones, sobre todo el estacionamiento en el área histórico basilical. Con las obras, se ve una gran afluencia de gente durante los fines de semana. Eso obliga a mucho control por parte de los inspectores, que observan coches estacionados hasta la altura del monumento de Malvinas. Se cometen infracciones importantes y si bien existen carteles que indican claramente lo que se puede, cumplirlo obligaría a poner un inspector permanentemente en cada sector, con un silbato y evitando la infracción.
“Esto que cuento influye en el tema de la nocturnidad -añadió el funcionario-. Poner determinada cantidad de inspectores durante el fin de semana en la zona de la Basílica, me obliga a restar inspectores de tránsito a la noche. Eso genera inconvenientes, algunos importantes como el de Ituzaingó al 100 los sábados a la noche. De todos modos, eso está en vías de solución porque los mismos inspectores de nocturnidad harán infracciones en la vía pública. Tratamos de subsanar los errores buscando una escapatoria”.
Cómo tomó el gobierno la llegada del nuevo jefe policial
“Con Santillán, la expectativa está cubierta”
El subsecretario de Control Urbano, Pablo Oliva, ya se reunió con el inspector Hugo Santillán, recientemente asumido.
Subrayó el “entusiasmo” de quien llegó al cargo de Jefe Distrital de la Policía y justificó el traslado de Luis Correale al indicar que “toda renovación es buena”.
El funcionario analizó con este medio el cambio policial y la situación de inseguridad.
- ¿Cuál es su visión del tema de la seguridad, en el marco del traslado del inspector Luis Correale?
- Prácticamente soy el enlace del municipio con la Policía. Por eso, ayer (el miércoles) estuve reunido con el inspector (Hugo) Santillán. Charlamos dos horas y yo no di un diagnóstico, porque eso lo tiene que hacer él. Lo que hice fue una puesta en situación sobre cómo está la seguridad en Luján y le planteé algunos hechos ocurridos en los últimos meses preocupantes, de conocimiento público y que no habíamos vivido con anterioridad.
Mi opinión personal sobre el tema de seguridad es que es una cuestión exclusiva de la Policía. Desde un área municipal lo que se puede hacer es acompañar, apoyar, estar encima y pedir algún resultado que le interese. Todo dentro de las condiciones económicas disponibles. Eso se está haciendo.
- ¿Por ejemplo con qué?
- Con el servicio de comunicación telefónica. Además, hasta el 30 de abril inclusive, pese a que la tasa o fondo cesó en diciembre, se siguieron entregando fondos para reparación de móviles, se entregó combustible a las comisarías y la distrital y se pagan los 25 celulares o handies que la Municipalidad, a través del Consejo de Seguridad, entregó a la Policía.
Las patas de seguridad deben ser varias. Vecinos y entidades representativas, el partido de gobierno, la oposición, la Policía y los Bomberos o el PRODECOM.
- Se olvidó del Consejo de Seguridad, que no está disuelto.
- No está disuelto. Existe y los lunes a la tarde nos seguimos juntando. A veces es difícil dar respuestas cuando la participación no es masiva. Con voluntarismo no podemos avanzar mucho. Un ejemplo es el Plan Cuadras, que si bien no se dejó de aplicar, creo que se bajaron un poco los brazos. También tenemos el plan Comercio Seguro y se han consensuado acciones paliativas a hechos que ocurren. Eso tiene que estar acompañado de desmalezamiento de lotes o iluminación, que atañe a los barrios.
- ¿Cree que ese marco de trabajo tiene agotada la posibilidad de realizarlo con Correale?
- Lo que creo es que de alguna forma Correale hizo una muy buena gestión. A título personal, lo hablé con él. Nos pasa a todos; las gestiones normalmente tiene momentos, etapas y uno se siente más cansado, más agotado. La renovación de cualquier tipo es aplicable y es buena porque hace crear expectativas y quien venga tenga otros ojos y distintos para mirar la misma situación ya planteada. Y de esa mirada pueden surgir soluciones que alguien que está determinado tiempo no se dio cuenta o no lo vio.
- ¿Esa es la impresión que le quedó después de hablar con Santillán?
- Esa es la impresión que me quedó después de esa charla. Lo de ayer (miércoles) fue una conversación informal. Él hará una presentación de conocimiento con el intendente Prince y hay conceptos que se están aplicando y seguirán vigentes. También hay proyectos encaminados que se intentará aplicar, como las cuadrículas más pequeñas. Y se necesita una asignación de fondos importante. Por eso siempre voy a discutir el uso que se le da al fondo de seguridad. Hacer un destacamento en Pueblo Nuevo, inaugurar una Comisaría de la Mujer, habilitar la Fiscalía o abrir una Comisaría Tercera en Open Door con las exigencias técnicas vigentes consume fondos. Esos fondos no pueden salir de otro lado que no sea del compromiso de la gente. El municipio con lo que recauda no podrá afrontar esos gastos.
A veces es crudo decirlo, pero falta comunicación entre las partes. El Consejo de Seguridad tuvo errores y los tiene, pero también hubo grandes aciertos. Había gastos promedio en reparación de móviles que oscilaban entre 14.000 y 19.000 pesos por mes. Ahí se contenía todo, sin combustible. Entonces no es descabellado que si hay 30 móviles se utilicen unos 460 pesos mensuales para cada móvil que anda 24 horas en la calle.
- ¿Por qué cree que otros municipios, con menos población, consiguen más recursos materiales y humanos? ¿Será porque falla la comunicación con Provincia?
- Conversé este mismo tema con el inspector Santillán. Él dice que es probable que algunos municipios dupliquen la cantidad de personal policial que el que tiene Luján. Pero sostuvo que muchas veces pasa que determinados jefes policiales, para no quedar mal con sus superiores, disminuían los números estadísticos de la zona. Trataban de dibujarlos. Me nombró municipios como Morón, San Martín, Ituzaingó, Castelar que tienen gran cantidad de efectivos pero tampoco alcanzan. En Luján falta gente. El municipio ayuda con un transporte para los aspirantes a policías que se capacitan en Campana, pero que recién estarán en diciembre. Luján tiene asignado desde el Ministerio de Seguridad 90 vacantes, pero se deben reclutar en Luján.
- ¿No se contradice, incluso con lo expresado por Prince, que Santillán no sea de Luján? El intendente había hablado de “ideal” que los jefes sean de la zona.
- Es cierto que es una cuestión ideal. Del encuentro con Santillán, una de las primeras cosas que me llamó la atención es el entusiasmo con el que tomó el cargo. Él me dijo ‘Tengo una alegría tan grande porque es la primera vez que voy a desempeñarme en un puesto que anhelaba, en un pueblo grande, en una ciudad importante como Luján, cercana a la ciudad de Buenos Aires’. Su entusiasmo es muy grande, independientemente de que no sea de Luján. La expectativa está cubierta. No veo una incoherencia. Habrá que darle todo el apoyo. Pero aprovecho para decir que Correale demostró corrección total siempre y un apoyo pleno a lo que fue la gestión. Pudo haber habido en la relación de trabajo alguna discusión, pero siempre se llegó a un consenso.
Concejales con fomentistas
Tal como se acordó en la última sesión, se realizó esta semana un encuentro entre ediles y vecinos, la mayoría de ellos representantes de entidades barriales, para hablar del tema de la seguridad. Participaron fomentistas de La Palomita, Valle Verde, Santa Marta, San Bernardo y Los Laureles y entre los concejales se encontraban Rubén Leopardi, Gustavo Sicca, Iris Bustos y Abel Rausch (PJ-FpV); Susana Haurié (PJ Lealtad); Ilma Vieiro (Mi Ciudad); Amanda Robles (UV) y Juan Carlos “Pichi” Rodríguez en representación de la UCR.
Oliva habló de cierta “flexibilidad” con los empresarios y admitió que se había acordado no difundir más las infracciones, multas o clausuras a locales nocturnos.
Dijo que en los últimos tres meses se trabajó intensamente, aunque aceptó que no alcanza a cubrir todas las demandas del control urbano.
En el editorial que EL CIVISMO publicó el miércoles 23 de mayo pasado, se afirmó que hacía tres meses que no se tenían noticias sobre controles o medidas adoptadas por los inspectores que se encargaban de la nocturnidad. Se planteaban -en ese mismo espacio- dos hipótesis: falta de acción o carencia de comunicación con el área de Prensa, que solía difundir infracciones, multas y clausuras.
El subsecretario de Control Urbano, Pablo Oliva, pidió a este medio dar su versión acerca de las afirmaciones y confirmó la segunda hipótesis. El diálogo con EL CIVISMO sirvió para repasar la actualidad de un área que -como casi todas dentro del Departamento Ejecutivo- admite errores o falencias, pero deposita prácticamente toda la culpabilidad en la falta de aprobación del presupuesto 2007.
- ¿Usted sintió la necesidad de responder aspectos de nuestro editorial del 23 de mayo?
- Ocurre que lo que el área de Control Urbano del municipio está haciendo es un trabajo cierto y planificado que abarcó los últimos tres meses. Se salió sin solución de continuidad todos los fines de semana.
El funcionario detalló que “tal como dice la ordenanza, hay una carpeta para cada establecimiento nocturno. Allí hay una especie de historial que arranca con el informe antisiniestral de Policía de Bomberos y con el factor ocupacional. Previo a eso, en enero y febrero se mantuvieron dos o tres reuniones con los empresarios de la noche y se acordaron puntos de responsabilidad consensuada. Se procuró darle una forma práctica de aplicación a las normas vigentes”.
No obstante lo expresado, Oliva admitió: “Hoy por hoy reconocemos que hay aspectos que no están cubiertos, pero se planifica de manera lógica y con los recursos humanos disponibles”.
- ¿Cuáles son los aspectos descubiertos y por qué?
- Con la cantidad de gente disponible para fiscalización y control, intentamos arrancar con uno de los temas más críticos: el horario de cierre. Hoy ese tema es positivo respecto de lo conseguido. A las 7 no tiene que haber lugar de esparcimiento nocturno abierto. Y nuestras salidas nos indican que se cumple. “Hicimos factor ocupacional -agregó el subsecretario-, pero sabemos que para el empresario es un tema irritante por el lado que se lo mire. De alguna forma, limita la cantidad de ingresos y afecta a la parte económica, pero desde el control ese factor está prácticamente impuesto por las reglamentaciones”.
Oliva dijo que “se puede decir que hay cierta flexibilidad. Si el factor ocupacional es de 300 (personas), indudablemente si se cuentan 301 no habrá infracción, pero si encontramos dos o tres veces más de personas adentro, la cosa pasa a castaño oscuro”.
“Estamos muy abiertos a escuchar y lo hacemos constantemente. Por estas oficinas pasan empresarios y también padres. Tenemos que escucharlos a todos. Hay que consensuar y modernizar algunos aspectos para que una ordenanza sea aplicable en todos sus contenidos”, dijo Oliva.
Según su modo de entender el rol que ocupa, “hay aspectos en los que no debemos aflojar, fundamentalmente en lo atinente a la seguridad de cada lugar. Si hay un factor ocupacional, hay que regirse por eso. Si después los empresarios hacen presentaciones en la Provincia, es cuestión de ellos. Pero el municipio no puede desconocer si se violan las capacidades en el doble o más”.
- Usted sabrá que en la calle existe la creencia de que en el rubro empresarios de la noche hay “intocables”.
- Sí, lo escuché. Yo tengo para demostrar que dentro de la órbita en la que gestiono no lo siento así. No tuve ningún inconveniente en ese aspecto. Se hicieron infracciones a todos los que entre comillas podemos decir ‘protegidos’. Es un tema puntual, serio y en esos lugares se hicieron infracciones. Esas infracciones van a un Juzgado de Faltas que puede cobrarlas o sancionarlas y también pueden ser apeladas.
- Tal como se planteaba en el editorial que hablaba de su área, en los últimos meses, ¿se dejaron de hacer controles o dejaron de informarlos a la comunidad?
- Los últimos tres meses fueron los que más infracciones hicimos. Es probable y lo asumimos como un error no haberlo informado. Quizás en las evaluaciones que hicimos con bolicheros creímos conveniente no difundir determinadas acciones. De todos modos, los chicos y los empresarios veían a los inspectores en las calles.
- Esa información llevaba cierta tranquilidad a los padres, porque se evidenciaban los controles en post de la seguridad de los chicos.
- Seguramente eso es así. Igual, nunca voy a entender que el ordenamiento de la nocturnidad pase exclusivamente por un sistema de fiscalización y control, o de un Estado en permanente control. El Estado debe ejercer esa función, pero debe existir organización, con compromiso empresarial y también de los padres, sabiendo a dónde van sus hijos y qué hacen.
Oliva consideró que en el marco de trabajo proyectado, “es probable que se organice un encuentro adonde podamos juntarnos padres, chicos, empresarios, el órgano estatal y ver cada problema que presente cada sector. Muchas veces son los chicos los que te cantan la posta. Entre todas las partes involucradas podríamos llegar a producir un ordenamiento real, serio e importante. Todos pretendemos eso”.
“A nosotros no nos interesa salir a hacer multas -dijo el funcionario-, porque si hoy un inspector de tránsito quiere multar, vamos a cualquier lugar y las hacemos seguro. La intención sería evitar eso, pero para ello el tránsito tendría que estar en perfectas condiciones. En la nocturnidad ocurre lo mismo”.
- Hace tiempo el Concejo Deliberante habilitó la creación de un cuerpo de inspectores para la nocturnidad. ¿Se creó ese cuerpo?
- Cuando me inicié en la gestión (hace un año) uno de los primeros objetivos que me fijó el intendente era la conformación de un cuerpo único de inspectores municipales. Las tareas eran muy concretas y no sólo abarcaban a la noche o el tránsito. Se planificó desde un cuidado pseudo policial del espacio público hasta la nocturnidad. Hoy la escasez de inspectores es importante.
El subsecretario explicó que en Control Urbano planifica las actividades, “en una columna pone las tareas a realizar y en otra la gente disponible. Se fijan prioridades y hay muchas cosas que no llegamos a cubrir”.
“Ese cuerpo único está contemplado en el presupuesto 2007 y tengo esperanzas de poder incorporarlo. Así podríamos ir arrimándonos al modelo de inspectores que se merecen y necesitan los lujanenses”, manifestó.
- En el editorial, como ejemplo, se citó el descontrol del estacionamiento en la calle de CEMJUPEL. ¿Qué puede explicar al respecto?
- Hay que explicar cuestiones, sobre todo el estacionamiento en el área histórico basilical. Con las obras, se ve una gran afluencia de gente durante los fines de semana. Eso obliga a mucho control por parte de los inspectores, que observan coches estacionados hasta la altura del monumento de Malvinas. Se cometen infracciones importantes y si bien existen carteles que indican claramente lo que se puede, cumplirlo obligaría a poner un inspector permanentemente en cada sector, con un silbato y evitando la infracción.
“Esto que cuento influye en el tema de la nocturnidad -añadió el funcionario-. Poner determinada cantidad de inspectores durante el fin de semana en la zona de la Basílica, me obliga a restar inspectores de tránsito a la noche. Eso genera inconvenientes, algunos importantes como el de Ituzaingó al 100 los sábados a la noche. De todos modos, eso está en vías de solución porque los mismos inspectores de nocturnidad harán infracciones en la vía pública. Tratamos de subsanar los errores buscando una escapatoria”.
Cómo tomó el gobierno la llegada del nuevo jefe policial
“Con Santillán, la expectativa está cubierta”
El subsecretario de Control Urbano, Pablo Oliva, ya se reunió con el inspector Hugo Santillán, recientemente asumido.
Subrayó el “entusiasmo” de quien llegó al cargo de Jefe Distrital de la Policía y justificó el traslado de Luis Correale al indicar que “toda renovación es buena”.
El funcionario analizó con este medio el cambio policial y la situación de inseguridad.
- ¿Cuál es su visión del tema de la seguridad, en el marco del traslado del inspector Luis Correale?
- Prácticamente soy el enlace del municipio con la Policía. Por eso, ayer (el miércoles) estuve reunido con el inspector (Hugo) Santillán. Charlamos dos horas y yo no di un diagnóstico, porque eso lo tiene que hacer él. Lo que hice fue una puesta en situación sobre cómo está la seguridad en Luján y le planteé algunos hechos ocurridos en los últimos meses preocupantes, de conocimiento público y que no habíamos vivido con anterioridad.
Mi opinión personal sobre el tema de seguridad es que es una cuestión exclusiva de la Policía. Desde un área municipal lo que se puede hacer es acompañar, apoyar, estar encima y pedir algún resultado que le interese. Todo dentro de las condiciones económicas disponibles. Eso se está haciendo.
- ¿Por ejemplo con qué?
- Con el servicio de comunicación telefónica. Además, hasta el 30 de abril inclusive, pese a que la tasa o fondo cesó en diciembre, se siguieron entregando fondos para reparación de móviles, se entregó combustible a las comisarías y la distrital y se pagan los 25 celulares o handies que la Municipalidad, a través del Consejo de Seguridad, entregó a la Policía.
Las patas de seguridad deben ser varias. Vecinos y entidades representativas, el partido de gobierno, la oposición, la Policía y los Bomberos o el PRODECOM.
- Se olvidó del Consejo de Seguridad, que no está disuelto.
- No está disuelto. Existe y los lunes a la tarde nos seguimos juntando. A veces es difícil dar respuestas cuando la participación no es masiva. Con voluntarismo no podemos avanzar mucho. Un ejemplo es el Plan Cuadras, que si bien no se dejó de aplicar, creo que se bajaron un poco los brazos. También tenemos el plan Comercio Seguro y se han consensuado acciones paliativas a hechos que ocurren. Eso tiene que estar acompañado de desmalezamiento de lotes o iluminación, que atañe a los barrios.
- ¿Cree que ese marco de trabajo tiene agotada la posibilidad de realizarlo con Correale?
- Lo que creo es que de alguna forma Correale hizo una muy buena gestión. A título personal, lo hablé con él. Nos pasa a todos; las gestiones normalmente tiene momentos, etapas y uno se siente más cansado, más agotado. La renovación de cualquier tipo es aplicable y es buena porque hace crear expectativas y quien venga tenga otros ojos y distintos para mirar la misma situación ya planteada. Y de esa mirada pueden surgir soluciones que alguien que está determinado tiempo no se dio cuenta o no lo vio.
- ¿Esa es la impresión que le quedó después de hablar con Santillán?
- Esa es la impresión que me quedó después de esa charla. Lo de ayer (miércoles) fue una conversación informal. Él hará una presentación de conocimiento con el intendente Prince y hay conceptos que se están aplicando y seguirán vigentes. También hay proyectos encaminados que se intentará aplicar, como las cuadrículas más pequeñas. Y se necesita una asignación de fondos importante. Por eso siempre voy a discutir el uso que se le da al fondo de seguridad. Hacer un destacamento en Pueblo Nuevo, inaugurar una Comisaría de la Mujer, habilitar la Fiscalía o abrir una Comisaría Tercera en Open Door con las exigencias técnicas vigentes consume fondos. Esos fondos no pueden salir de otro lado que no sea del compromiso de la gente. El municipio con lo que recauda no podrá afrontar esos gastos.
A veces es crudo decirlo, pero falta comunicación entre las partes. El Consejo de Seguridad tuvo errores y los tiene, pero también hubo grandes aciertos. Había gastos promedio en reparación de móviles que oscilaban entre 14.000 y 19.000 pesos por mes. Ahí se contenía todo, sin combustible. Entonces no es descabellado que si hay 30 móviles se utilicen unos 460 pesos mensuales para cada móvil que anda 24 horas en la calle.
- ¿Por qué cree que otros municipios, con menos población, consiguen más recursos materiales y humanos? ¿Será porque falla la comunicación con Provincia?
- Conversé este mismo tema con el inspector Santillán. Él dice que es probable que algunos municipios dupliquen la cantidad de personal policial que el que tiene Luján. Pero sostuvo que muchas veces pasa que determinados jefes policiales, para no quedar mal con sus superiores, disminuían los números estadísticos de la zona. Trataban de dibujarlos. Me nombró municipios como Morón, San Martín, Ituzaingó, Castelar que tienen gran cantidad de efectivos pero tampoco alcanzan. En Luján falta gente. El municipio ayuda con un transporte para los aspirantes a policías que se capacitan en Campana, pero que recién estarán en diciembre. Luján tiene asignado desde el Ministerio de Seguridad 90 vacantes, pero se deben reclutar en Luján.
- ¿No se contradice, incluso con lo expresado por Prince, que Santillán no sea de Luján? El intendente había hablado de “ideal” que los jefes sean de la zona.
- Es cierto que es una cuestión ideal. Del encuentro con Santillán, una de las primeras cosas que me llamó la atención es el entusiasmo con el que tomó el cargo. Él me dijo ‘Tengo una alegría tan grande porque es la primera vez que voy a desempeñarme en un puesto que anhelaba, en un pueblo grande, en una ciudad importante como Luján, cercana a la ciudad de Buenos Aires’. Su entusiasmo es muy grande, independientemente de que no sea de Luján. La expectativa está cubierta. No veo una incoherencia. Habrá que darle todo el apoyo. Pero aprovecho para decir que Correale demostró corrección total siempre y un apoyo pleno a lo que fue la gestión. Pudo haber habido en la relación de trabajo alguna discusión, pero siempre se llegó a un consenso.
Concejales con fomentistas
Tal como se acordó en la última sesión, se realizó esta semana un encuentro entre ediles y vecinos, la mayoría de ellos representantes de entidades barriales, para hablar del tema de la seguridad. Participaron fomentistas de La Palomita, Valle Verde, Santa Marta, San Bernardo y Los Laureles y entre los concejales se encontraban Rubén Leopardi, Gustavo Sicca, Iris Bustos y Abel Rausch (PJ-FpV); Susana Haurié (PJ Lealtad); Ilma Vieiro (Mi Ciudad); Amanda Robles (UV) y Juan Carlos “Pichi” Rodríguez en representación de la UCR.
Los vecinos les plantearon a los ediles los problemas de inseguridad que vienen sufriendo desde los últimos meses. Según la versión oficial, los vecinos apuntaron las causas a “la falta de recursos para que las patrullas policiales se desempeñen diariamente y con total normalidad. También, destacaron el incremento de hechos delictivos en barrios y localidades y pidieron respuestas inmediatas”. Desde el FpV aseguran que los vecinos piden la continuidad del fondo de seguridad, casualmente, lo mismo que solicitó el intendente Prince al Concejo Deliberante. (PUNTO CERO-El Civismo).
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