OLAVARRIA, Agosto 13, (PUNTO CERO-InfoEme) Esta semana el Frente para la Victoria terminará de decidir quién es el candidato a Intendente en Olavarría: José con el traje puesto pero con Alem en las gateras. Alicia Tabarés se sienta a conversar con el eseverrismo, pero primero deberá pasar el filtro del Partido. La Séptima Sección afila las garras y prepara los filtros para los olavarrienses. Y la mayor incertidumbre que se recuerde a tan poco del cierre de listas.
Debiera ser esta semana, y no otra.
Como nunca pasó antes, a tan pocos días del cierre de las listas la falta de definiciones en las candidaturas es tan grande que ni siquiera se puede hacer una encuesta fiable, porque falta el cuadro de postulantes más o menos acabado. De hecho, una de las fuerzas que con mayores posibilidades peleará los principales cargos locales y regionales no tiene aún resuelta ninguna de esas postulaciones.
Por eso lo que sigue es, si se permite, un simple análisis especulativo sobre la base de los hechos que se vieron en la última semana y los indicios que se vieron para la próxima. Pero si ni siquiera los partidos conocen a quién postularán, puede permitirse que una crónica no pueda poner sobre las definiciones toda la luz que se quisiera.
El FvP, en el medio
Las candidaturas que se empezarán a definir esta semana dentro del Frente Para la Victoria han tenido diferentes razones para la demora, que aún con ese desajuste de motivos en todos los casos la duda persiste.
Como sea, las postulaciones para Intendente (por la salud de Eseverri), para diputado provincial (por la indefinición en la que quedó sumido el PJ provincial hasta el viernes) y para concejales (porque no hay mucho para mostrar), mantienen a la nómina total del Frente para la Victoria sumida en total misterio. Que ahora se desanudará.
Empecemos por la lista de concejales.
Si el oficialismo no presenta a Helios Eseverri como candidato a Intendente (y hoy todo indica que no lo hará), el escenario electoral muestra – de acuerdo a la única encuesta confiable de todas las que se han hecho o inventado en los últimos días - que el resultado de la elección para Intendente está totalmente abierto y el Palacio San Martín tiene las puertas de par en par para por lo menos tres candidatos, y eso sin contar a otros dos que vienen un poco más atrás pero no están fuera de carrera.
El correlato de esa situación en la ingeniería de los candidatos debiera ser el de nóminas de candidatos a concejales de lujo, buscando esta vez – por una vez - no tanto acomodar las estructuras internas –aunque igual deban hacerlo- sino tratando de mostrar figuras que apuntalen al candidato a Intendente en una pelea punto por punto. Sobre todo si los electores van a mirar con lupa las boletas y con telescopio los tablados de campaña.
Pues bien, salvo Silly y Mario Cura, el resto ha descuidado este aspecto, como si tuviera votos regalados o para regalar.
Veamos lo que han mostrado o amagan con mostrar.
La UCR, vía Franco Cominotto, presentó una lista de candidatos a concejales muy pobre, y otro tanto pasa con la nómina de Jorge Larreche. A ambas las acucia el mismo problema (la falta de figuras representativas y con peso social) y en ambos casos se ha apelado a la misma solución, que puede ser peor remedio que el mal originario: el amiguismo.
Cominotto encabeza una lista donde se mecharon jóvenes ignotos que en algunos casos portan apellidos con tradición radical, por un lado, y veteranos de larga trayectoria pero desconocidos como referentes de peso en la sociedad civil, por otro, más allá de que los últimos sean profesionales reconocidos en su tarea particular. Pero hay que observar un dato.
En los primeros cinco lugares aparece un “joven” de Cantera Popular mezclado con un veterano de la UCR. Vamos al listado: 1. Franco Bruno Cominotto; 2. Héctor Agustín Cavalieri; 3. María Virginia Pastor; 4. Humberto Canessa; 5. Gonzalo Dolagaray y 6. Sandra Palmira Gómez.
Más allá de la señal críptica y muy en clave para sectores microscópicos de la UCR, no se entiende qué hacen en la nómina Cavallieri y Canessa. ¿Es cierta, entonces, la versión que indica que el odontólogo número dos y el abogado número cuatro responden a un diseño de Cominotto preparado y anunciado para que, si ganan o logran varios concejales, esos dirigentes renuncien y dejen paso a los jóvenes que están más abajo, y con los que el referente de Cantera trabó acuerdo?
Otro tanto ocurre con la lista de concejales de Larreche, donde figuran en primerísimos lugares candidatos que no tienen otro mérito que ser amigos personales (u operadores más o menos eficaces) del postulante a la Intendencia.
La lista de concejales del eseverrismo no pinta mucho mejor. Tanto si Julio Alem es el postulante a la Intendencia como si José es el candidato y Alem se va a la casa (como sucederá si “Chango” no toma la obligación de ser postulante a Jefe Comunal) el oficialismo estará en problemas para dar con una nómina que apuntale a la cabeza de boleta local.
Primero porque no hay demasiado para elegir. Y segundo porque lo que asoma es preocupante: ¿el hecho de que en el blog “Elecciones y electores” (www.eleccionesolavarria.blogspot.com) aparezca el atribulado secretario de Gobierno Pablo Palazzolo con un asombroso o increíble 10,2% de confiabilidad como dirigente indica que el oficialismo lo está probando como un posible candidato a concejal? ¿de verdad? ¿en serio piensan encabezar con Palazzolo?
La lista de Silly es por lejos mucho mejor.
El curismo tuvo que compensar la presión de sus fuerzas internas para armar la nómina de ediles, como de hecho les pasa a todos los partidos, pero diseñó un alineamiento de postulaciones mucho más armónico y atractivo.
Van con 1) Gustavo Alvarez, 2) Ignacio Aramburu, 3) Mary Gelso y 4) Fernando Alí. Es decir, 1) el dirigente con prestigio, 2) el referente del aparato, 3) la amiga personal de la candidata y 4) el joven con militancia y buen discurso. Los dos primeros, encima, tienen buenos antecedentes como concejales. Ni siquiera resignaron a la persona de máxima confianza de Silly (Gelso) pero la instalaron en el lugar de la mujer y donde no hace demasiado ruido. Esa lista será un valor adicional para Silly, que no la tendrá sencilla.
Julián Abad, ya candidato hecho y derecho del PRO, debiera tomar nota de esta realidad, y del peso que tendrá en esta elección una buena lista de concejales. Hay que ver qué pretende de la elección, si ganarla o hacer un buen papel.
Si quiere lo primero, corre riesgo de golpearse duramente, sobre todo porque él es muy nuevo y el PRO o no tendrá candidato a Presidente o tendrá a un lastre como Ricardo López Murphy, que no levanta vuelo.
Pero si lo que quiere es darse a conocer, puede lograr una hazaña personal de cara a 2009, o a 2011. Mario Alejandro Gregorini, el conservador que ha dejado el eseverrismo, es uno de los que quedarán con un pie en la lista de Abad. Pero si Abad cede a todos los reclamos sectoriales internos del PRO y se limita a armar una lista con Gregorini, Recrear, el minguismo, CPC y lo que le instalen los ex menemistas de la UP - en lugar de diseñar una boleta con vecinos reconocidos - se habrá atado a un posible fracaso, cuando tiene todo para ser la relevación de la temporada.
La diputación en el candelero
Esta semana que empieza que empieza estará marcada también por el inicio de las conversaciones entre el senador José Eseverri y la diputada provincial Alicia Tabarés.
Ambos se sentarán a hablar acerca de las posibilidades de un armado político conjunto apenas después de dos trámites: uno, el congreso partidario del PJ del viernes, donde el justicialismo aprobó las cuatro principales candidaturas del kirchnerismo (las ejecutivas nacional y provincial) y quedó bajo mandato de negociar con el kirchnerismo. Y dos, las reuniones que el PJ local tendrá en estos días, y que serán cruciales para saber qué llevan a la mesa de cambio.
En Olavarría el kirchnerismo es el eseverrismo y no negociará Helios sino José Eseverri. Eso solo ya sería un dato diferencial si no fuera porque desde el justicialismo hablará Alicia Tabarés. Y tal vez esta vez lo haga sin que necesariamente lo que ella piense y quiera deba ajustarse a lo que manda el referente histórico de la Sección, el diputado provincial bolivarense Isidoro Laso.
Por primera vez en mucho tiempo, Alicia percibe esta vez que sus planes no coinciden del todo con los de Laso o, quizás, ya no haya lugar para ambos.
Después del congreso partidario de Lanús el PJ entiende que su presencia en las listas del kirchnerismo está garantizada pero es minoritaria, y no mayoritaria como alguna vez soñaron.
Laso también renueva este año, como Alicia, y nada indica que entre los primeros postulantes de la nómina pueda haber espacio para dos PJ puros. Encima, puja con Tabarés desde otro lugar Mario Cura, quien también quiere ser diputado provincial, pero por el felipismo.
Es cierto que el acto del viernes en Fomento tuvo menos asistencias que la (innecesariamente) pronosticada por Silly Cura. Un dato a la pasada, como para no dejarlo pasar ni cargar demasiado las tintas: el tipo de actos que encaró Silly el viernes está agotado. Apenas eso. Y la candidata tiene con qué reemplazarlo (las reuniones cara a cara, que de eso también sabe).
La flaca llegada de referentes de la Séptima indica también otras cosas. Una es que la postulación de Mario Cura a diputado deberá basarse más en la propia habilidad del contador provincial que en una supuesta presión de dirigentes seccionales, que por lo visto están mas ocupados en su propio armado que en empujar a Cura a una diputación.
Pero no es menos cierto que ese dato es relativo, y no define si Mario Cura es finalmente candidato o no a diputado. Su postulación está más bien atada a acuerdos de superestructura. Si Felipe Solá finalmente obtiene de la candidata presidencial el favor de una buena ubicación en las nóminas, seguramente Cura será candidato primero y diputado provincial en diciembre. Si no, difícil.
Lo segundo que surge de las ausencias del viernes es que aún con serios problemas de salud y postrado en su casa Helios Eseverri genera en la Sección más respeto que cualquier otro dirigente local.
Eso es lo que explica porqué el eseverrismo no deja de decir que el candidato es Helios Eseverri y no José, que de hecho tiene el traje puesto. Y que demorará su anuncio en la medida, también, en que reconocer que es el candidato implica también anunciarle al plantel municipal que en diciembre Julio Alem se vuelve al estudio. Lo cual es malo para mantener la cohesión de un equipo que fue armado por Helios Eseverri y sólo atiende al a que tenga poder de mando.
Debiera ser esta semana, y no otra.
Como nunca pasó antes, a tan pocos días del cierre de las listas la falta de definiciones en las candidaturas es tan grande que ni siquiera se puede hacer una encuesta fiable, porque falta el cuadro de postulantes más o menos acabado. De hecho, una de las fuerzas que con mayores posibilidades peleará los principales cargos locales y regionales no tiene aún resuelta ninguna de esas postulaciones.
Por eso lo que sigue es, si se permite, un simple análisis especulativo sobre la base de los hechos que se vieron en la última semana y los indicios que se vieron para la próxima. Pero si ni siquiera los partidos conocen a quién postularán, puede permitirse que una crónica no pueda poner sobre las definiciones toda la luz que se quisiera.
El FvP, en el medio
Las candidaturas que se empezarán a definir esta semana dentro del Frente Para la Victoria han tenido diferentes razones para la demora, que aún con ese desajuste de motivos en todos los casos la duda persiste.
Como sea, las postulaciones para Intendente (por la salud de Eseverri), para diputado provincial (por la indefinición en la que quedó sumido el PJ provincial hasta el viernes) y para concejales (porque no hay mucho para mostrar), mantienen a la nómina total del Frente para la Victoria sumida en total misterio. Que ahora se desanudará.
Empecemos por la lista de concejales.
Si el oficialismo no presenta a Helios Eseverri como candidato a Intendente (y hoy todo indica que no lo hará), el escenario electoral muestra – de acuerdo a la única encuesta confiable de todas las que se han hecho o inventado en los últimos días - que el resultado de la elección para Intendente está totalmente abierto y el Palacio San Martín tiene las puertas de par en par para por lo menos tres candidatos, y eso sin contar a otros dos que vienen un poco más atrás pero no están fuera de carrera.
El correlato de esa situación en la ingeniería de los candidatos debiera ser el de nóminas de candidatos a concejales de lujo, buscando esta vez – por una vez - no tanto acomodar las estructuras internas –aunque igual deban hacerlo- sino tratando de mostrar figuras que apuntalen al candidato a Intendente en una pelea punto por punto. Sobre todo si los electores van a mirar con lupa las boletas y con telescopio los tablados de campaña.
Pues bien, salvo Silly y Mario Cura, el resto ha descuidado este aspecto, como si tuviera votos regalados o para regalar.
Veamos lo que han mostrado o amagan con mostrar.
La UCR, vía Franco Cominotto, presentó una lista de candidatos a concejales muy pobre, y otro tanto pasa con la nómina de Jorge Larreche. A ambas las acucia el mismo problema (la falta de figuras representativas y con peso social) y en ambos casos se ha apelado a la misma solución, que puede ser peor remedio que el mal originario: el amiguismo.
Cominotto encabeza una lista donde se mecharon jóvenes ignotos que en algunos casos portan apellidos con tradición radical, por un lado, y veteranos de larga trayectoria pero desconocidos como referentes de peso en la sociedad civil, por otro, más allá de que los últimos sean profesionales reconocidos en su tarea particular. Pero hay que observar un dato.
En los primeros cinco lugares aparece un “joven” de Cantera Popular mezclado con un veterano de la UCR. Vamos al listado: 1. Franco Bruno Cominotto; 2. Héctor Agustín Cavalieri; 3. María Virginia Pastor; 4. Humberto Canessa; 5. Gonzalo Dolagaray y 6. Sandra Palmira Gómez.
Más allá de la señal críptica y muy en clave para sectores microscópicos de la UCR, no se entiende qué hacen en la nómina Cavallieri y Canessa. ¿Es cierta, entonces, la versión que indica que el odontólogo número dos y el abogado número cuatro responden a un diseño de Cominotto preparado y anunciado para que, si ganan o logran varios concejales, esos dirigentes renuncien y dejen paso a los jóvenes que están más abajo, y con los que el referente de Cantera trabó acuerdo?
Otro tanto ocurre con la lista de concejales de Larreche, donde figuran en primerísimos lugares candidatos que no tienen otro mérito que ser amigos personales (u operadores más o menos eficaces) del postulante a la Intendencia.
La lista de concejales del eseverrismo no pinta mucho mejor. Tanto si Julio Alem es el postulante a la Intendencia como si José es el candidato y Alem se va a la casa (como sucederá si “Chango” no toma la obligación de ser postulante a Jefe Comunal) el oficialismo estará en problemas para dar con una nómina que apuntale a la cabeza de boleta local.
Primero porque no hay demasiado para elegir. Y segundo porque lo que asoma es preocupante: ¿el hecho de que en el blog “Elecciones y electores” (www.eleccionesolavarria.blogspot.com) aparezca el atribulado secretario de Gobierno Pablo Palazzolo con un asombroso o increíble 10,2% de confiabilidad como dirigente indica que el oficialismo lo está probando como un posible candidato a concejal? ¿de verdad? ¿en serio piensan encabezar con Palazzolo?
La lista de Silly es por lejos mucho mejor.
El curismo tuvo que compensar la presión de sus fuerzas internas para armar la nómina de ediles, como de hecho les pasa a todos los partidos, pero diseñó un alineamiento de postulaciones mucho más armónico y atractivo.
Van con 1) Gustavo Alvarez, 2) Ignacio Aramburu, 3) Mary Gelso y 4) Fernando Alí. Es decir, 1) el dirigente con prestigio, 2) el referente del aparato, 3) la amiga personal de la candidata y 4) el joven con militancia y buen discurso. Los dos primeros, encima, tienen buenos antecedentes como concejales. Ni siquiera resignaron a la persona de máxima confianza de Silly (Gelso) pero la instalaron en el lugar de la mujer y donde no hace demasiado ruido. Esa lista será un valor adicional para Silly, que no la tendrá sencilla.
Julián Abad, ya candidato hecho y derecho del PRO, debiera tomar nota de esta realidad, y del peso que tendrá en esta elección una buena lista de concejales. Hay que ver qué pretende de la elección, si ganarla o hacer un buen papel.
Si quiere lo primero, corre riesgo de golpearse duramente, sobre todo porque él es muy nuevo y el PRO o no tendrá candidato a Presidente o tendrá a un lastre como Ricardo López Murphy, que no levanta vuelo.
Pero si lo que quiere es darse a conocer, puede lograr una hazaña personal de cara a 2009, o a 2011. Mario Alejandro Gregorini, el conservador que ha dejado el eseverrismo, es uno de los que quedarán con un pie en la lista de Abad. Pero si Abad cede a todos los reclamos sectoriales internos del PRO y se limita a armar una lista con Gregorini, Recrear, el minguismo, CPC y lo que le instalen los ex menemistas de la UP - en lugar de diseñar una boleta con vecinos reconocidos - se habrá atado a un posible fracaso, cuando tiene todo para ser la relevación de la temporada.
La diputación en el candelero
Esta semana que empieza que empieza estará marcada también por el inicio de las conversaciones entre el senador José Eseverri y la diputada provincial Alicia Tabarés.
Ambos se sentarán a hablar acerca de las posibilidades de un armado político conjunto apenas después de dos trámites: uno, el congreso partidario del PJ del viernes, donde el justicialismo aprobó las cuatro principales candidaturas del kirchnerismo (las ejecutivas nacional y provincial) y quedó bajo mandato de negociar con el kirchnerismo. Y dos, las reuniones que el PJ local tendrá en estos días, y que serán cruciales para saber qué llevan a la mesa de cambio.
En Olavarría el kirchnerismo es el eseverrismo y no negociará Helios sino José Eseverri. Eso solo ya sería un dato diferencial si no fuera porque desde el justicialismo hablará Alicia Tabarés. Y tal vez esta vez lo haga sin que necesariamente lo que ella piense y quiera deba ajustarse a lo que manda el referente histórico de la Sección, el diputado provincial bolivarense Isidoro Laso.
Por primera vez en mucho tiempo, Alicia percibe esta vez que sus planes no coinciden del todo con los de Laso o, quizás, ya no haya lugar para ambos.
Después del congreso partidario de Lanús el PJ entiende que su presencia en las listas del kirchnerismo está garantizada pero es minoritaria, y no mayoritaria como alguna vez soñaron.
Laso también renueva este año, como Alicia, y nada indica que entre los primeros postulantes de la nómina pueda haber espacio para dos PJ puros. Encima, puja con Tabarés desde otro lugar Mario Cura, quien también quiere ser diputado provincial, pero por el felipismo.
Es cierto que el acto del viernes en Fomento tuvo menos asistencias que la (innecesariamente) pronosticada por Silly Cura. Un dato a la pasada, como para no dejarlo pasar ni cargar demasiado las tintas: el tipo de actos que encaró Silly el viernes está agotado. Apenas eso. Y la candidata tiene con qué reemplazarlo (las reuniones cara a cara, que de eso también sabe).
La flaca llegada de referentes de la Séptima indica también otras cosas. Una es que la postulación de Mario Cura a diputado deberá basarse más en la propia habilidad del contador provincial que en una supuesta presión de dirigentes seccionales, que por lo visto están mas ocupados en su propio armado que en empujar a Cura a una diputación.
Pero no es menos cierto que ese dato es relativo, y no define si Mario Cura es finalmente candidato o no a diputado. Su postulación está más bien atada a acuerdos de superestructura. Si Felipe Solá finalmente obtiene de la candidata presidencial el favor de una buena ubicación en las nóminas, seguramente Cura será candidato primero y diputado provincial en diciembre. Si no, difícil.
Lo segundo que surge de las ausencias del viernes es que aún con serios problemas de salud y postrado en su casa Helios Eseverri genera en la Sección más respeto que cualquier otro dirigente local.
Eso es lo que explica porqué el eseverrismo no deja de decir que el candidato es Helios Eseverri y no José, que de hecho tiene el traje puesto. Y que demorará su anuncio en la medida, también, en que reconocer que es el candidato implica también anunciarle al plantel municipal que en diciembre Julio Alem se vuelve al estudio. Lo cual es malo para mantener la cohesión de un equipo que fue armado por Helios Eseverri y sólo atiende al a que tenga poder de mando.
En esas condiciones, empiezan las charlas. Que en el lapso de cinco días pueden definir mucho más que lo que se ha demorado durante meses. (PUNTO CERO-InfoEme).
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