QUILMES, Agosto 13, (PUNTO CERO-Perspectiva Sur) La empresa de colectivos no sólo tiene frecuencias cada vez más espaciadas en horas pico , sino que además no cumplen con las paradas establecidas por el exceso de pasajeros que llevan a bordo. Como si eso fuera poco, implementaron unidades con menos asientos.
Los usuarios de los servicios de la empresa de transportes Primera Junta, que tiene a su cargo la línea 324 que une Don Bosco con Florencio Varela, multiplicaron sus quejas en reclamo de mejores servicios.
Las denuncias que llegaron a la redacción de PERSPECTIVA SUR dan cuenta no sólo del cada vez mayor espaciamiento en la frecuencia de circulación de las unidades, especialmente en las llamadas horas pico , sino que también apuntan al incumplimiento de la detención obligatoria en paradas donde pasajeros buscan abordar.
A eso se añade, además, que buscando compensar las falencias que genera la menor cantidad de unidades en la calle, colectivos de la Línea 324 fueron modificados. Se restó una línea de asientos en el sector derecho (donde había dos filas) para permitir una mayor capacidad de transportar gente parada.
COMPROBADO: ES IMPOSIBLE VIAJAR
PERSPECTIVA SUR realizó un viaje en el que es el ramal más cuestionado por los usuarios de la Línea 324 por aplastante mayoría. Se trata del servicio que lleva el número 6 , y que une la cabecera de Don Bosco con el Barrio Parque, en el extremo sur de Florencio Varela.
El servicio es otra de las exclusividades de la empresa Primera Junta, dado que su recorrido incluye las calles Amoedo (Quilmes Oeste), Mosconi (Quilmes Oeste y Florencio Varela), la estación de Florencio Varela, la avenida Perón (Florencio Varela) y la Ruta 36 (hasta su destino).
Hay una enorme cantidad de usuarios que no disponen de otros servicio que realice un recorrido similar (en esta u otras líneas) y que les permita trasladarse hasta sus domicilios, por lo que se encuentran virtualmente atados al ramal 6.
Claro que esa enorme demanda por parte de los pasajeros hace que el servicio colapse en las llamadas horas pico , es decir, entre las 16.30 y las 22 (partiendo desde Quilmes), y entre las 6 y las 12 (desde Florencio Varela).
Periodistas de este medio se hicieron presentes en la parada que la empresa tiene en la avenida Hipólito Yrigoyen, entre Alem y Rivadavia, en Quilmes, a las 18. Allí verificaron una de las denuncias: los colectivos cargan pasajeros hasta estar colmados (a punto tal que apenas puede cerrarse la puerta delantera) y dejan a muchos usuarios que querían abordar sin poder hacerlo.
Quienes no logran subir deben esperar la llega de otro colectivo, cuanto menos, quince minutos después. Aunque hasta el año pasado, la frecuencia era de 10 minutos (oficialmente 12 minutos), y poco antes de entre 5 y 7 minutos, dependiendo del horario del día que se tratara.
Por el contrario, quienes lograron abordar la unidad, deberán viajar completamente apretados, parados, y sujetos a los vaivenes que ocasionan arranques y frenadas. Y a la hora de descender deberán hacerlo fuera de las paradas, como consecuencia de que la unidad no se detiene en los lugares correspondientes para no recibir el reclamo de los usuarios a los que no les abre la puerta.
Y este último dato es el que más preocupa a quienes son virtuales rehenes del ramal 6 de la línea 324, porque una vez que las unidades cruzan el puente 14 de Agosto, todo a lo largo de la avenida Amoedo y en buena parte de Mosconi, no se respetan las paradas.
Los colectivos no se detienen en los lugares correspondientes si es que algún pasajero debe descender. Cuando siquiera se da esta situación, directamente la parada es omitida por el chofer en su recorrida. Claro, quienes hicieron la seña para que la unidad se detenga se quedan inermes, masticando bronca o gritando algún insulto, pero sin posibilidad alguna de que se reclamo sea escuchado.
Los usuarios de los servicios de la empresa de transportes Primera Junta, que tiene a su cargo la línea 324 que une Don Bosco con Florencio Varela, multiplicaron sus quejas en reclamo de mejores servicios.
Las denuncias que llegaron a la redacción de PERSPECTIVA SUR dan cuenta no sólo del cada vez mayor espaciamiento en la frecuencia de circulación de las unidades, especialmente en las llamadas horas pico , sino que también apuntan al incumplimiento de la detención obligatoria en paradas donde pasajeros buscan abordar.
A eso se añade, además, que buscando compensar las falencias que genera la menor cantidad de unidades en la calle, colectivos de la Línea 324 fueron modificados. Se restó una línea de asientos en el sector derecho (donde había dos filas) para permitir una mayor capacidad de transportar gente parada.
COMPROBADO: ES IMPOSIBLE VIAJAR
PERSPECTIVA SUR realizó un viaje en el que es el ramal más cuestionado por los usuarios de la Línea 324 por aplastante mayoría. Se trata del servicio que lleva el número 6 , y que une la cabecera de Don Bosco con el Barrio Parque, en el extremo sur de Florencio Varela.
El servicio es otra de las exclusividades de la empresa Primera Junta, dado que su recorrido incluye las calles Amoedo (Quilmes Oeste), Mosconi (Quilmes Oeste y Florencio Varela), la estación de Florencio Varela, la avenida Perón (Florencio Varela) y la Ruta 36 (hasta su destino).
Hay una enorme cantidad de usuarios que no disponen de otros servicio que realice un recorrido similar (en esta u otras líneas) y que les permita trasladarse hasta sus domicilios, por lo que se encuentran virtualmente atados al ramal 6.
Claro que esa enorme demanda por parte de los pasajeros hace que el servicio colapse en las llamadas horas pico , es decir, entre las 16.30 y las 22 (partiendo desde Quilmes), y entre las 6 y las 12 (desde Florencio Varela).
Periodistas de este medio se hicieron presentes en la parada que la empresa tiene en la avenida Hipólito Yrigoyen, entre Alem y Rivadavia, en Quilmes, a las 18. Allí verificaron una de las denuncias: los colectivos cargan pasajeros hasta estar colmados (a punto tal que apenas puede cerrarse la puerta delantera) y dejan a muchos usuarios que querían abordar sin poder hacerlo.
Quienes no logran subir deben esperar la llega de otro colectivo, cuanto menos, quince minutos después. Aunque hasta el año pasado, la frecuencia era de 10 minutos (oficialmente 12 minutos), y poco antes de entre 5 y 7 minutos, dependiendo del horario del día que se tratara.
Por el contrario, quienes lograron abordar la unidad, deberán viajar completamente apretados, parados, y sujetos a los vaivenes que ocasionan arranques y frenadas. Y a la hora de descender deberán hacerlo fuera de las paradas, como consecuencia de que la unidad no se detiene en los lugares correspondientes para no recibir el reclamo de los usuarios a los que no les abre la puerta.
Y este último dato es el que más preocupa a quienes son virtuales rehenes del ramal 6 de la línea 324, porque una vez que las unidades cruzan el puente 14 de Agosto, todo a lo largo de la avenida Amoedo y en buena parte de Mosconi, no se respetan las paradas.
Los colectivos no se detienen en los lugares correspondientes si es que algún pasajero debe descender. Cuando siquiera se da esta situación, directamente la parada es omitida por el chofer en su recorrida. Claro, quienes hicieron la seña para que la unidad se detenga se quedan inermes, masticando bronca o gritando algún insulto, pero sin posibilidad alguna de que se reclamo sea escuchado.
Y esta situación vuelve a repetirse luego de que las unidades se detienen en la estación de Florencio Varela, donde nuevamente quedan desbordadas por la cantidad de pasajeros que ascienden. (PUNTO CERO-Perspectiva Sur).
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