MALVINAS ARGENTINAS, Setiembre 18, (PUNTO CERO-www.aquilanoticia.com) “AQUÍ” La Noticia estuvo presente en una de las reuniones que realiza uno de los bancos comunales que se encuentra en Los Polvorines. Un grupo de mujeres autogestionó su banco a través de una asociación civil y hoy ya cuenta con más de veinte integrantes.
En el año 2002, después del estallido económico y social de nuestro país, millones de personas tuvieron que empezar de cero nuevamente y muchas desde lo más bajo que nunca hubiesen imaginado. El 2002 fue el auge del rebusque argentino, hicieron furor los trueques y demás lugares de intercambio y lamentablemente empezaron a surgir comedores por todos lados, los cartoneros se masificaron y así podríamos seguir enumerando actividades por las cuales los argentinos pudimos sobrevivir a todos los inconvenientes que nos dejaron nuestros electos gobiernos.
Entre las asociaciones sin fines de lucro que surgieron estaba “Nuestras Huellas”, impulsada por un grupo de jóvenes en Junio de 2002 con el compromiso de contribuir a mejorar las condiciones de vida de los sectores carenciados del Gran Buenos Aires. En un comienzo se organizó un comedor en el barrio de Santa Rosa, partido de San Fernando, respondiendo a las necesidades que el país atravesaba en ese momento. En la actualidad Nuestras Huellas contribuye a recomponer los lazos sociales que se encuentran fragmentados en gran parte del país. Con este objetivo se implementan tres programas en el conurbano norte del Gran Buenos Aires: TEDAR , Bancos Comunales y Pachamama. Este último extiende su trabajo en la Comunidad Mapuche de Lago Rosario, en la Provincia de Chubut.
Ustedes se preguntaran ¿por qué hablamos de Nuestras Huellas en si nació en San Fernando? Como detallamos en el anterior párrafo la asociación civil cuenta con diversos programas como el Banco Comunal. Dicho banco ya se instaló en Malvinas Argentinas, más precisamente en el Barrio El Sol de Los Polvorines.
¿Qué es un Banco Comunal? Un Banco Comunal es una organización barrial autogestionaria integrada por microemprendedores, llamados socios, en su mayoría son mujeres. Cada Banco Comunal constituye un sistema de microcréditos para potenciar sus actividades económicas. Permitiendo así el acceso a servicios financieros a aquellas personas que por diferentes razones no pueden acceder al sistema formal o quedan a merced de prestamistas con una tasa de interés excesivamente alta. Así mismo el programa fomenta el ahorro de los socios como sistema de auto capitalización y posibilita su participación en la organización. Todos los Bancos Comunales reciben capitación periódica en las asambleas de socio y por medio de talleres específicos.
El objetivo general es posibilitar que los microempresarios incrementen sus niveles de ingresos y fortalezcan sus negocios a través del acceso a los servicios financieros y de capacitación.
El Banco entrega créditos a través de ciclos, por ello en el primer ciclo del Banco Comunal se inicia con un préstamo de hasta $500. La cuota está compuesta de capital, intereses (2% por el capital y 3% por la capacitación) y ahorro (ahorro programado de $5 por cuota y posibilidad de ahorro voluntario). Los intereses son destinados para gastos operativos del programa. Cuando se termina un ciclo, los socios tienen la posibilidad de renovar su préstamo por un monto mayor si es que cumplieron con todos los requisitos durante el primer ciclo (es decir, si pagaron las cuotas en terminó y demás obligaciones).
En uno de los bancos comunales que ya se instaló en Los Polvorines cuenta con un grupo de autoridades elegidas por todos los integrantes, en este caso Marcela Capli como Presidenta, Carolina López y Clarisa Sosa son las Tesoreras y la Secretaria es Adriana Alvez.
El Banco Comunal se reúne cada 15 días en la casa de algunas de las directivas y ahí se realiza el pago de las cuotas, se realiza el recuento de créditos otorgados y se presentan a las personas que piden un crédito por primera vez.
Una de las condiciones primordiales para que el crédito se les otorgue por primera vez es que la persona viva en el barrio y se conocida por alguna de las mujeres que integran el banco.
Este Banco solidario ya lleva 11 ciclos juntas (cada ciclo consta de 4 meses), ósea llevan juntos 3 casi tres años. Por lo tanto el banco lleva una suma importante de dinero ahorrado (que por respeto a los integrantes no publicaremos). Aunque el dinero que tienen esta, en su gran mayoría, girando en los prestamos.
En las reuniones se cuentan con grandes planillas pegadas en la pared donde las participantes pueden ver como van sus cuentas, sus ahorros y como las demás integrantes del banco van con sus pagos. Acá todos saben quien debe, quien cumple y entre todas, por lo general, votan si se otorgan créditos y nuevos prestamos.
En el año 2002, después del estallido económico y social de nuestro país, millones de personas tuvieron que empezar de cero nuevamente y muchas desde lo más bajo que nunca hubiesen imaginado. El 2002 fue el auge del rebusque argentino, hicieron furor los trueques y demás lugares de intercambio y lamentablemente empezaron a surgir comedores por todos lados, los cartoneros se masificaron y así podríamos seguir enumerando actividades por las cuales los argentinos pudimos sobrevivir a todos los inconvenientes que nos dejaron nuestros electos gobiernos.
Entre las asociaciones sin fines de lucro que surgieron estaba “Nuestras Huellas”, impulsada por un grupo de jóvenes en Junio de 2002 con el compromiso de contribuir a mejorar las condiciones de vida de los sectores carenciados del Gran Buenos Aires. En un comienzo se organizó un comedor en el barrio de Santa Rosa, partido de San Fernando, respondiendo a las necesidades que el país atravesaba en ese momento. En la actualidad Nuestras Huellas contribuye a recomponer los lazos sociales que se encuentran fragmentados en gran parte del país. Con este objetivo se implementan tres programas en el conurbano norte del Gran Buenos Aires: TEDAR , Bancos Comunales y Pachamama. Este último extiende su trabajo en la Comunidad Mapuche de Lago Rosario, en la Provincia de Chubut.
Ustedes se preguntaran ¿por qué hablamos de Nuestras Huellas en si nació en San Fernando? Como detallamos en el anterior párrafo la asociación civil cuenta con diversos programas como el Banco Comunal. Dicho banco ya se instaló en Malvinas Argentinas, más precisamente en el Barrio El Sol de Los Polvorines.
¿Qué es un Banco Comunal? Un Banco Comunal es una organización barrial autogestionaria integrada por microemprendedores, llamados socios, en su mayoría son mujeres. Cada Banco Comunal constituye un sistema de microcréditos para potenciar sus actividades económicas. Permitiendo así el acceso a servicios financieros a aquellas personas que por diferentes razones no pueden acceder al sistema formal o quedan a merced de prestamistas con una tasa de interés excesivamente alta. Así mismo el programa fomenta el ahorro de los socios como sistema de auto capitalización y posibilita su participación en la organización. Todos los Bancos Comunales reciben capitación periódica en las asambleas de socio y por medio de talleres específicos.
El objetivo general es posibilitar que los microempresarios incrementen sus niveles de ingresos y fortalezcan sus negocios a través del acceso a los servicios financieros y de capacitación.
El Banco entrega créditos a través de ciclos, por ello en el primer ciclo del Banco Comunal se inicia con un préstamo de hasta $500. La cuota está compuesta de capital, intereses (2% por el capital y 3% por la capacitación) y ahorro (ahorro programado de $5 por cuota y posibilidad de ahorro voluntario). Los intereses son destinados para gastos operativos del programa. Cuando se termina un ciclo, los socios tienen la posibilidad de renovar su préstamo por un monto mayor si es que cumplieron con todos los requisitos durante el primer ciclo (es decir, si pagaron las cuotas en terminó y demás obligaciones).
En uno de los bancos comunales que ya se instaló en Los Polvorines cuenta con un grupo de autoridades elegidas por todos los integrantes, en este caso Marcela Capli como Presidenta, Carolina López y Clarisa Sosa son las Tesoreras y la Secretaria es Adriana Alvez.
El Banco Comunal se reúne cada 15 días en la casa de algunas de las directivas y ahí se realiza el pago de las cuotas, se realiza el recuento de créditos otorgados y se presentan a las personas que piden un crédito por primera vez.
Una de las condiciones primordiales para que el crédito se les otorgue por primera vez es que la persona viva en el barrio y se conocida por alguna de las mujeres que integran el banco.
Este Banco solidario ya lleva 11 ciclos juntas (cada ciclo consta de 4 meses), ósea llevan juntos 3 casi tres años. Por lo tanto el banco lleva una suma importante de dinero ahorrado (que por respeto a los integrantes no publicaremos). Aunque el dinero que tienen esta, en su gran mayoría, girando en los prestamos.
En las reuniones se cuentan con grandes planillas pegadas en la pared donde las participantes pueden ver como van sus cuentas, sus ahorros y como las demás integrantes del banco van con sus pagos. Acá todos saben quien debe, quien cumple y entre todas, por lo general, votan si se otorgan créditos y nuevos prestamos.
Ojala este tipo de actividades se sigan realizando por el bien de la gente, pero lo fundamental seria que esta gente tenga la posibilidad de que desde el Estado le entreguen las herramientas básicas para su progreso y no la tengan que auto gestionar. (PUNTO CERO-www.aquilanoticia.com).
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