LA PLATA, Setiembre 20, (PUNTO CERO) El diputado bonaerense Juan A. Gobbi (UCR) presentó un iniciativa donde solicita al Gobierno Provincial que instrumente durante cada mes de septiembre, sus avisos de publicidad gráfica con la leyenda pre impresa "Recordatorio de la Noche de los Lápices", en memoria a la brutal noche de la cual fueron víctimas estudiantes secundarios de la ciudad de La Plata, producida en el gobierno de facto que gobernó ilegítimamente desde 1976 a 1983.
La persona que vive en democracia sabe que tiene derechos y deberes, sabe que todos respetarán sus derechos, incluso la misma autoridad pública; el hombre obra sin imposiciones, sabiendo que el gobierno ejercerá sus acciones dentro de los límites de la ley.
Los jóvenes secuestrados en la trágica "Noche de los Lápices", tenían entre 15 y 17 años cuando fueron capturados con violencia de sus domicilios en la ciudad de La Plata, aprovechándose los víctimarios de la oscura noche y la impunidad reinante en los primeros meses de 1976.
Según lo expresado por Felipe Pigna en su columna semanal de un diario nacional "en aquel panorama la represión en los colegios segundarios fue muy dura y apuntó a terminar con el alto nivel de participación política de los jóvenes en los centros de estudiantes y en las agrupaciones políticas".
Los mismos que fueron perseguidos por la represión provenían de hogares de clase media, podían pagar el boleto de colectivo, pero pretendían conseguirlo para todos aquellos que no tenían el dinero para hacerlo.
"Entonces comenzaron organizarse en cada colegio y de cada colegio al barrio y de ahí a la zona y así nació la coordinadora de estudiantes secundarios que nucleaba a miles de ellos de todos los lados y logro arrancarle al gobierno de Isabel aquel derecho", relata Pigna.
En agosto de 1976 un reciente gobierno de facto decidió suspender el boleto estudiantil, esperaban que los estudiantes volvieran a luchar por lo que les correspondía. Las razzias duraron dos meses y el pico de detenciones se produjo aquella oscura noche de septiembre.
Según uno de los sobrevivientes, Pablo Díaz, "hay un documento de la Jefatura de la Policía de la Provincia de Buenos Aires que se llama específicamente La Noche de los Lápices. Ese documento, firmado por un comisario mayor Fernández, en ese momento asesor del consejo del general Camps y Etchecolatz, hablaba de que luego de desarticulados política e ideológicamente los sectores "subversivos" como universitarios, barriales, trabajadores, la piedra angular eran los "potenciales subversivos", que eran los estudiantes secundarios que eran líderes en sus escuelas. Ellos hablaban de semillero de potenciales subversivos".
El primer destino de detención ilegal de los jóvenes secuestrados en La Noche de los Lápices fue la División Cuatrerismo de la policía de la provincia, donde funcionaba el centro clandestino de detención conocido como "Arana", posteriormente fueron trasladados a la "División de Investigaciones de Banfield" o "Pozo de Banfield", y partir de allí, la historia del horror conocida: tortura, humillaciones, simulación de fusilamientos y todo tipo de vejación para aquellos que pensarán un país distinto y en dónde poder ejercer libremente sus derechos.
El diputado Gobbi expresó al respecto "las personas desde que nacemos tenemos algo de lo cual nadie está autorizado, ni tiene suficiente poder como para quitárnoslo, si no mas bien todos tenemos el deber de defenderlos y garantizar cada vez más el libre uso de ellos: los "Derechos Humanos".
"Sin embargo – prosiguió el legislador- durante la última dictadura militar los jerarcas de alto rango parecían desconocerlos, convirtiendo por fuera del estado de derecho, la mayor cantidad de secuestros y asesinatos que nuestro país haya vivido".
La persona que vive en democracia sabe que tiene derechos y deberes, sabe que todos respetarán sus derechos, incluso la misma autoridad pública; el hombre obra sin imposiciones, sabiendo que el gobierno ejercerá sus acciones dentro de los límites de la ley.
Los jóvenes secuestrados en la trágica "Noche de los Lápices", tenían entre 15 y 17 años cuando fueron capturados con violencia de sus domicilios en la ciudad de La Plata, aprovechándose los víctimarios de la oscura noche y la impunidad reinante en los primeros meses de 1976.
Según lo expresado por Felipe Pigna en su columna semanal de un diario nacional "en aquel panorama la represión en los colegios segundarios fue muy dura y apuntó a terminar con el alto nivel de participación política de los jóvenes en los centros de estudiantes y en las agrupaciones políticas".
Los mismos que fueron perseguidos por la represión provenían de hogares de clase media, podían pagar el boleto de colectivo, pero pretendían conseguirlo para todos aquellos que no tenían el dinero para hacerlo.
"Entonces comenzaron organizarse en cada colegio y de cada colegio al barrio y de ahí a la zona y así nació la coordinadora de estudiantes secundarios que nucleaba a miles de ellos de todos los lados y logro arrancarle al gobierno de Isabel aquel derecho", relata Pigna.
En agosto de 1976 un reciente gobierno de facto decidió suspender el boleto estudiantil, esperaban que los estudiantes volvieran a luchar por lo que les correspondía. Las razzias duraron dos meses y el pico de detenciones se produjo aquella oscura noche de septiembre.
Según uno de los sobrevivientes, Pablo Díaz, "hay un documento de la Jefatura de la Policía de la Provincia de Buenos Aires que se llama específicamente La Noche de los Lápices. Ese documento, firmado por un comisario mayor Fernández, en ese momento asesor del consejo del general Camps y Etchecolatz, hablaba de que luego de desarticulados política e ideológicamente los sectores "subversivos" como universitarios, barriales, trabajadores, la piedra angular eran los "potenciales subversivos", que eran los estudiantes secundarios que eran líderes en sus escuelas. Ellos hablaban de semillero de potenciales subversivos".
El primer destino de detención ilegal de los jóvenes secuestrados en La Noche de los Lápices fue la División Cuatrerismo de la policía de la provincia, donde funcionaba el centro clandestino de detención conocido como "Arana", posteriormente fueron trasladados a la "División de Investigaciones de Banfield" o "Pozo de Banfield", y partir de allí, la historia del horror conocida: tortura, humillaciones, simulación de fusilamientos y todo tipo de vejación para aquellos que pensarán un país distinto y en dónde poder ejercer libremente sus derechos.
El diputado Gobbi expresó al respecto "las personas desde que nacemos tenemos algo de lo cual nadie está autorizado, ni tiene suficiente poder como para quitárnoslo, si no mas bien todos tenemos el deber de defenderlos y garantizar cada vez más el libre uso de ellos: los "Derechos Humanos".
"Sin embargo – prosiguió el legislador- durante la última dictadura militar los jerarcas de alto rango parecían desconocerlos, convirtiendo por fuera del estado de derecho, la mayor cantidad de secuestros y asesinatos que nuestro país haya vivido".
Porque "los pueblos que no tienen memoria, están condenados a repetir la misma historia", y para que nunca más ocurran hechos de este tipo, Juan A. Gobbi solicita en su proyecto que durante el mes de septiembre, el Gobierno de la Provincia imprima en sus avisos de publicidad grafica "Recordatorio de la Noche de los Lápices". (PUNTO CERO).
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