(La Política OnLine). El titular del sindicato de Vialidad, César González, le organizó el martes pasado a Eduardo Duhalde un acto, en una dependencia del organismo que depende del Ministerio de Planificación. Ahora el gobierno amenaza con bloquearle las paritarias. Luis Barrionuevo, referente del sindicato, saldría a denunciar “persecución política”. La furia de Julio de Vido y la amenaza de un conflicto que multiplique los cortes de ruta en todo el país.´
Eduardo Duhalde anunció su candidatura a presidente y fue tapa de los diarios. Pero pocos percibieron que detrás de la historia había otra historia, acaso más interesante que las sinuosas afirmaciones del ex presidente.
Es que el anuncio, Duhalde lo hizo en una dependencia del mismísimo Ministerio de Planificación que conduce Julio de Vido. Al costado de la avenida General Paz, yendo hacia el Riachuelo, se puede observar un inmenso edificio de Vialidad Nacional, conocido internamente como “Distrito 1”.
Allí, el titular del sindicato de los Trabajadores Viales y Afines, César González, realizó el martes pasado una cena en homenaje a Eduardo Duhalde. Hasta el último minuto los organizadores estuvieron esperando la visita del ex presidente, quien finalmente llegó a la reunión, en la que ya había una nutrida presencia de medios, oportunamente avisados de la presencia del bonaerense.
Duhalde fue recibido por César González, un sindicalista que integra la CGT Azul y Blanca que conduce Luis Barrionuevo, uno de los aliados más fuertes de Duhalde en el mundo sindical. La excusa fue festejar el “Día del camino”, que curiosamente coincide con el cumpleaños del ex presidente.
En su discurso frente a las cámaras Duhalde anunció su candidatura presidencial, y la noticia rebotó por todos lados. Pero en la quinta de Olivos y el Ministerio de Planificación, tenían razones propias para indignarse. Es que junto a Duhalde se veía por la pantalla de televisión a César González y una enorme bandera de vialidad nacional.
“Esto es demasiado, utilizan una dependencia de un organismo nacional para organizar el lanzamiento de campaña del cabezón. Eso y decirnos que estamos pintados es lo mismo”, se enfureció uno de los hombres de Julio de Vido.
Inmediatamente llamaron al celular de César González que montó en cólera ante el intento de reprimenda de la gente de De Vido y les cortó el teléfono con palabras poco amables.
De Vido está particularmente indignado, porque en todos los años que lleva al frente del ministerio siempre aceptó sin mayores resistencias que César González se alineara con Barrionuevo, pese a ser uno de los más enconados adversarios del Gobierno.
“Nosotros no mezclamos la gestión con la política, nunca lo discriminamos por estar con Barrionuevo y él nos paga haciendo un acto con Duhalde en la sede de Vialidad, es una turrada demasiado grande”, se ofuscaban cerca del ministro.
La represalía
Todavía escaldados por la violenta desautorización, en el Gobierno analizar por estas horas una serie de accionar para “destruirle el gremio a González”. En primer lugar le habían ordenado al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, que suspenda la reunión paritaria del gremio de vialidad que había convocado para el próximo martes.
Pero la ofensiva no se quedaría allí. En la Casa Rosada analizan permitirle a UPCN (gremio de estatales oficialista) habilitarlo para que cumpla su viejo deseo de afiliar a los trabajadores de vialidad.
Claro que de concretarse el conflicto puede derivar en angustias mayores para el kirchnerismo, ya que el combativo González dejó entrever que “nosotros tenemos gente en las 24 provincias y si vamos a la guerra, cortamos todas las rutas del país”.
Barrionuevo y la conspiración interna
Como suele suceder cuando ocurren estos episodios, rápidamente se montó una conspiración interna para tratar de sacar partido de la situación. En este caso, fuentes de Vialidad afirmaron a La Política Online que el número dos de Vialidad, Sandro Férgola, le sugirió al secretario de Obras Públicas, José López, que acaso había llegado el momento de relevar de su cargo al titular del organismo, Guillermo Pierotti. En el organismo son conocidas las aspiraciones de Férgola por conducir Vialidad.
En esta movida, también mencionan en Vialidad, al poderoso gerente de Administración del organismo, Sergio Passacantando.
Ajeno a estas minucias, Barrionuevo ya fue notificado del escándalo y anunció que si el gobierno mantiene la decisión de castigar a César Gozález, denunciará públicamente la “persecución política” contra el sindicato de los trabajadores viales, y montará el escándalo pertinente.
En el Ministerio de Planificación tomaron debida nota de la advertencia, y por estas horas se debaten entre tomarse con soda la humillación sufrida y no agrandar el escándalo; o redoblar la apuesta en un intento por recuperar la autoridad pérdida.
Eduardo Duhalde anunció su candidatura a presidente y fue tapa de los diarios. Pero pocos percibieron que detrás de la historia había otra historia, acaso más interesante que las sinuosas afirmaciones del ex presidente.
Es que el anuncio, Duhalde lo hizo en una dependencia del mismísimo Ministerio de Planificación que conduce Julio de Vido. Al costado de la avenida General Paz, yendo hacia el Riachuelo, se puede observar un inmenso edificio de Vialidad Nacional, conocido internamente como “Distrito 1”.
Allí, el titular del sindicato de los Trabajadores Viales y Afines, César González, realizó el martes pasado una cena en homenaje a Eduardo Duhalde. Hasta el último minuto los organizadores estuvieron esperando la visita del ex presidente, quien finalmente llegó a la reunión, en la que ya había una nutrida presencia de medios, oportunamente avisados de la presencia del bonaerense.
Duhalde fue recibido por César González, un sindicalista que integra la CGT Azul y Blanca que conduce Luis Barrionuevo, uno de los aliados más fuertes de Duhalde en el mundo sindical. La excusa fue festejar el “Día del camino”, que curiosamente coincide con el cumpleaños del ex presidente.
En su discurso frente a las cámaras Duhalde anunció su candidatura presidencial, y la noticia rebotó por todos lados. Pero en la quinta de Olivos y el Ministerio de Planificación, tenían razones propias para indignarse. Es que junto a Duhalde se veía por la pantalla de televisión a César González y una enorme bandera de vialidad nacional.
“Esto es demasiado, utilizan una dependencia de un organismo nacional para organizar el lanzamiento de campaña del cabezón. Eso y decirnos que estamos pintados es lo mismo”, se enfureció uno de los hombres de Julio de Vido.
Inmediatamente llamaron al celular de César González que montó en cólera ante el intento de reprimenda de la gente de De Vido y les cortó el teléfono con palabras poco amables.
De Vido está particularmente indignado, porque en todos los años que lleva al frente del ministerio siempre aceptó sin mayores resistencias que César González se alineara con Barrionuevo, pese a ser uno de los más enconados adversarios del Gobierno.
“Nosotros no mezclamos la gestión con la política, nunca lo discriminamos por estar con Barrionuevo y él nos paga haciendo un acto con Duhalde en la sede de Vialidad, es una turrada demasiado grande”, se ofuscaban cerca del ministro.
La represalía
Todavía escaldados por la violenta desautorización, en el Gobierno analizar por estas horas una serie de accionar para “destruirle el gremio a González”. En primer lugar le habían ordenado al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, que suspenda la reunión paritaria del gremio de vialidad que había convocado para el próximo martes.
Pero la ofensiva no se quedaría allí. En la Casa Rosada analizan permitirle a UPCN (gremio de estatales oficialista) habilitarlo para que cumpla su viejo deseo de afiliar a los trabajadores de vialidad.
Claro que de concretarse el conflicto puede derivar en angustias mayores para el kirchnerismo, ya que el combativo González dejó entrever que “nosotros tenemos gente en las 24 provincias y si vamos a la guerra, cortamos todas las rutas del país”.
Barrionuevo y la conspiración interna
Como suele suceder cuando ocurren estos episodios, rápidamente se montó una conspiración interna para tratar de sacar partido de la situación. En este caso, fuentes de Vialidad afirmaron a La Política Online que el número dos de Vialidad, Sandro Férgola, le sugirió al secretario de Obras Públicas, José López, que acaso había llegado el momento de relevar de su cargo al titular del organismo, Guillermo Pierotti. En el organismo son conocidas las aspiraciones de Férgola por conducir Vialidad.
En esta movida, también mencionan en Vialidad, al poderoso gerente de Administración del organismo, Sergio Passacantando.
Ajeno a estas minucias, Barrionuevo ya fue notificado del escándalo y anunció que si el gobierno mantiene la decisión de castigar a César Gozález, denunciará públicamente la “persecución política” contra el sindicato de los trabajadores viales, y montará el escándalo pertinente.
En el Ministerio de Planificación tomaron debida nota de la advertencia, y por estas horas se debaten entre tomarse con soda la humillación sufrida y no agrandar el escándalo; o redoblar la apuesta en un intento por recuperar la autoridad pérdida.
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