(Asteriscos Tv). Los hombres, además de demandar respuestas concretas hacia las diversas problemáticas de volumen e imagen corporal, a veces padecen una patología que ha dejado de ser tabú y cuyo tratamiento exitoso transforma radicalmente su calidad de vida: la disfunción sexual eréctil.
“Un hombre impotente es aquel que sufre de forma continuada la imposibilidad de conseguir o mantener una erección lo suficientemente firme como para realizar el acto sexual completo”, explicó Juan López Vargas especialista, quien viene abordando la problemática desde hace quince años en la clínica que dirige, Clínica López Vargas.
López Vargas remarcó que “aunque la persona suele tener orgasmos y normalmente conserva la capacidad de engendrar, a menudo tiene dificultades para ello, porque no puede conseguir o mantener la erección", por lo que indicó que "la impotencia no es normal y no resulta ser una consecuencia inevitable de la edad”.
Según el especialista, "la mayor parte de los varones sufren, en ciertas situaciones o en un momento u otro de su vida sexual, la incapacidad de conseguir o mantener una erección". En ese sentido, aclaró que "esto no indica la existencia de impotencia, pero millones de hombres de todas las edades experimentan esta incapacidad como un problema continuado, que muchas veces se asocia a un sentimiento de ineptitud y desesperación, pero que ahora, en la mayoría de los casos, puede ser superado".
Para el médico, "varios desórdenes pueden ser los responsables de la incapacidad de un hombre para conseguir o mantener una erección, y los motivos pueden ser tanto físicos como psicológicos".
"Durante muchos años se creyó que la causa del 90 por ciento de las impotencias era de tipo psicológico, pero ahora se sabe, de acuerdo a recientes investigaciones médicas, que en más del 80 por ciento de los varones que padecen impotencia, ésta tiene como origen un trastorno orgánico", añadió.
López Vargas señaló que en la mayoría de los hombres, "ahora es posible identificar con bastante facilidad qué es lo que ocasiona la impotencia, y una vez que ésta ha sido determinada, se puede recomendar al individuo, un tratamiento adecuado que le ayude a disfrutar nuevamente de una vida sexual plena y satisfactoria".
"La impotencia orgánica es la ocasionada por desórdenes en uno o más sistemas de los que conforman nuestro organismo, a saber: enfermedades vasculares, enfermedades neurológicas, patologías glandulares, ciertas cirugías inevitables, causas medicamentosas (hay más de 2 mil drogas que pueden provocarla), etcétera", explicó.
Entre los desajustes específicamente vasculares responsables de la disfunción eréctil, el especialista mencionó algunos "como la arteriosclerosis o endurecimiento de las arterias, la hipertensión arterial, las malformaciones vasculares (fístulas arterio-venosas congénitas o adquiridas), las displasias arteriales, etc".
"Entre las causas neurológicas se hallan las lesiones cerebrales o medulares, el herpes genital y los tratamientos radioterapéuticos sobre la pelvis o el área perineal. También producen trastornos disfuncionales de raíz neurológica, la hiperuricemia crónica, la gota no controlada, el alcohol, el tabaco y las drogas como el crack, el éxtasis, entre otras", concluyó.
“Un hombre impotente es aquel que sufre de forma continuada la imposibilidad de conseguir o mantener una erección lo suficientemente firme como para realizar el acto sexual completo”, explicó Juan López Vargas especialista, quien viene abordando la problemática desde hace quince años en la clínica que dirige, Clínica López Vargas.
López Vargas remarcó que “aunque la persona suele tener orgasmos y normalmente conserva la capacidad de engendrar, a menudo tiene dificultades para ello, porque no puede conseguir o mantener la erección", por lo que indicó que "la impotencia no es normal y no resulta ser una consecuencia inevitable de la edad”.
Según el especialista, "la mayor parte de los varones sufren, en ciertas situaciones o en un momento u otro de su vida sexual, la incapacidad de conseguir o mantener una erección". En ese sentido, aclaró que "esto no indica la existencia de impotencia, pero millones de hombres de todas las edades experimentan esta incapacidad como un problema continuado, que muchas veces se asocia a un sentimiento de ineptitud y desesperación, pero que ahora, en la mayoría de los casos, puede ser superado".
Para el médico, "varios desórdenes pueden ser los responsables de la incapacidad de un hombre para conseguir o mantener una erección, y los motivos pueden ser tanto físicos como psicológicos".
"Durante muchos años se creyó que la causa del 90 por ciento de las impotencias era de tipo psicológico, pero ahora se sabe, de acuerdo a recientes investigaciones médicas, que en más del 80 por ciento de los varones que padecen impotencia, ésta tiene como origen un trastorno orgánico", añadió.
López Vargas señaló que en la mayoría de los hombres, "ahora es posible identificar con bastante facilidad qué es lo que ocasiona la impotencia, y una vez que ésta ha sido determinada, se puede recomendar al individuo, un tratamiento adecuado que le ayude a disfrutar nuevamente de una vida sexual plena y satisfactoria".
"La impotencia orgánica es la ocasionada por desórdenes en uno o más sistemas de los que conforman nuestro organismo, a saber: enfermedades vasculares, enfermedades neurológicas, patologías glandulares, ciertas cirugías inevitables, causas medicamentosas (hay más de 2 mil drogas que pueden provocarla), etcétera", explicó.
Entre los desajustes específicamente vasculares responsables de la disfunción eréctil, el especialista mencionó algunos "como la arteriosclerosis o endurecimiento de las arterias, la hipertensión arterial, las malformaciones vasculares (fístulas arterio-venosas congénitas o adquiridas), las displasias arteriales, etc".
"Entre las causas neurológicas se hallan las lesiones cerebrales o medulares, el herpes genital y los tratamientos radioterapéuticos sobre la pelvis o el área perineal. También producen trastornos disfuncionales de raíz neurológica, la hiperuricemia crónica, la gota no controlada, el alcohol, el tabaco y las drogas como el crack, el éxtasis, entre otras", concluyó.
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