lunes, octubre 11, 2010

Malvinas Argentinas: Otra vez la misma falta de respeto hacia los periodistas locales.

Poner a un jardinero a realizar operaciones, por el simple hecho de saber usar una tijera no lo califica como cirujano. Lo mismo, poner a un individuo que simplemente estuvo sentado detrás de un escritorio, a cargo de una dirección de prensa, no la convierte de la noche a la mañana como la persona mas capacitada para el puesto.
Y demostrado está; la dirección de prensa de Malvinas Argentinas se ha convertido en los últimos meses en una escuela de patovicas. Esos mismos trabajadores, a quienes se los llamaba compañeros, porque realizan la misma labor que uno (camarógrafos, fotógrafos, reporteros), hoy actúan de vallas a sortear por los periodistas locales (siempre maltratados).
"Que no pasen los medios locales", es la orden que imperativamente imparte la actual directora de prensa; lamentablemente una mujer sin los modales más acordes para tratar a la prensa y con una sola palabra para todos: "papito" (o quizás es lo que realmente necesita el subsecretario de gobierno Jorge Lopresti, a cargo también del área, y muy afecto a desvalorizar a los comunicadores que trabajan en Malvinas Argentinas).
Ocurre en todos los actos donde acuden medios nacionales, pero aún no se dan cuenta (como necios), que estos medios vienen por el envoltorio; a los medios locales les interesa el contenido.
Mal, y caminando sobre un delgado hilo, que si se corta significa atenerse a las consecuencias, trabaja el periodista local. Siempre relegado al fondo, nunca tiene prioridad, aunque es el único que diariamente transmite las transformaciones que se producen en el distrito. No miente, solo busca, desde su humilde medio, informar con la verdad. No le interesa la fama, solo el respeto.
(Fuente: La Imagen Diario).

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