BUENOS AIRES, Diciembre 28, (PUNTO CERO-La Política OnLine) La Oficina Anticorrupción (OA) impulsó la investigación sobre presuntos sobornos en la licitación del terreno de Puerto Madero donde actualmente se encuentra el edificio El Faro, el más alto del país, se difundió.
El proceso cuestionado tuvo lugar en 1999, cuando la Corporación Antiguo Puerto Madero S.A (CAPMSA) -compuesta por el Estado Nacional y la Ciudad de Buenos Aires- licitó la Manzana 1T, Dique 2, Lado Este de Puerto Madero. El lote fue adjudicado a las empresas Cedisa S.A y New San S.A.
En 2002, y contando con el testimonio de un gerente de Cedisa arrepentido, la OA denunció ante la justicia que el presidente, el vicepresidente y otro funcionario de CAPMSA habrían recibido sobornos para favorecer a quienes finalmente se alzaron con la licitación.
El Juzgado Federal Nº 4 dispuso el archivo de la causa, medida que fue apelada por la OA, quien entiende que existen serios indicios de la existencia de irregularidades en la licitación cuestionada.
En tal sentido, en el marco de la causa se habría detectado un importante incremento patrimonial de uno de los funcionarios de CAMPSA, incremento que podría provenir, precisamente, del pago de sobornos.
Por otra parte, Cedisa fue la única empresa que ofertó por el terreno de la Manzana 1T, mientras que otro grupo ofertó por la Manzana 5 M. "Que solamente hubiera dos postulantes por estos terrenos, cuando es público y notorio que hay otros desarrolladores inmobiliarios en condiciones de participar en una compulsa de estas características, nos habla a las claras de que otros actores del mercado inmobiliario, conocedores de estas peculiaridades, no iban ni siquiera a molestarse en participar
En un concurso que se sabía que se encontraba digitado de antemano", dice el escrito presentado por la OA.
Además, el testigo presentó ante la OA y ante la justicia un fax que prueba que hubo contactos previos a la licitación entre directivos de Cedisa y funcionarios de la Corporación. Incluso, los empresarios constituyeron tres sociedades antes de que culminara el proceso licitatorio (Torres del Puerto, Proa del Puerto y Conder), con miras a la futura edificación, demostrando que no tenían duda alguna de que ellos serían los beneficiados con la adjudicación.
Asimismo, antes de la licitación y supuestamente a sabiendas del resultado favorable, firmaron contratos donde se comprometían a ceder parte del terreno. Otra prueba de la posible existencia de sobornos es la excepción otorgada a Conder.
Según la reglamentación de CAPMSA, la construcción debía finalizar en un plazo máximo de tres años contados a partir de la fecha de escrituración de un mínimo de 50.000m2 de superficie para el total de la manzana. Pero a Conder se le permitió no cumplir con esa norma, que apunta a evitar las prácticas inmobiliarias especulativas. (PUNTO CERO-La Política OnLine).
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