VILLA GESELL, Agosto 08, (PUNTO CERO) Este fin de semana se realizó la 31° edición de la Fiesta de la Virgen de Copacabana que organiza a colectividad boliviana de Villa Gesell.
Como es habitual con la fiesta se conmemora la independencia del país vecino.El sábado, la tradicional peregrinación de la imagen de la virgen recorrió las calles de la ciudad hasta llegar a la capilla de la Inmaculada Concepción. Los fieles caminaron desde el Paseo 107 y avenida 15, donde se encuentra la pequeña y hermosa capilla de la virgen hasta Avenida Buenos Aires y Avenida 3, donde se desarrollo la misa de agradecimiento y veneración a la virgen.
Luego, frente a la capilla los grupos de bailes típicos alegraron a residentes, invitados y turistas con bailes que muestran la idiosincrasia de un pueblo antiquísimo, pero rico en expresiones de una cultura milenaria.La fiesta continuó con la feria que organizó la comunidad boliviana en las inmediaciones de la capilla. Por la noche la fiesta se extendió en el Polideportivo Municipal.
Con un marco impresionante de público el espectáculo mostró ritos tradicionales y bailes de los grupos que representaron distintos aspectos de la vida del pueblo boliviano. La lucha contra el invasor español, la agricultura, la luchas entre tribus y el trabajo quedaron retratados en cada paso, salto con gracia y habilidad de los bailarines.
“Nuevamente nos encontramos aquí en este fiesta tan bella que organiza la colectividad boliviana y venimos a acompañar a estos vecinos que con gran esfuerzo nos muestran su cultura y las raíces de un pueblo tan rico en historia. Quiero dejarles un saludo afectuoso por la independencia de Bolivia y expresarles un agradecimiento por el respeto que nos prodigan”, señalo el jefe comunal Luis Baldo.
La fiesta de la Virgen de Copacabana es todo un ejemplo de organización tal es así que al final los “pasantes”, organizadores de edición 2007 le pasaron posta los elegidos para organizar la edición del próximo año.
El final fue con el baile de la “cueca” donde los bailarines eligen a sus acompañantes entre los invitados que deben bailar en círculo al ritmo de una banda que interpreta ritmos bolivianos con guitarras, sikus, violines y bombos. (PUNTO CERO).
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