martes, marzo 10, 2009

SE PUSO EN MARCHA EL PLAN DE BECAS PARA FORMAR 4.500 ENFERMEROS EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

Los primeros 2.240 inscriptos arrancan el 23 de este mes. Cursarán durante tres años y recibirán 500 pesos por mes para capacitarse. Luego, deberán prestar servicio en un hospital público de la Provincia por el mismo tiempo que duró la carrera. La iniciativa, no tiene precedentes en la Provincia.
El Gobernador Daniel Scioli y el ministro de Salud Claudio Zin pusieron en marcha ayer el Plan de Enfermería Eva Perón, en el Teatro Argentino de La Plata. La iniciativa, sin precedentes en territorio bonaerense, otorgará 500 pesos mensuales a los estudiantes que comenzarán a formarse el 23 de este mes.
De este modo, se prevé la formación de 4.500 enfermeros para el sistema público provincial, con la meta de paliar el histórico déficit de este recurso humano esencial en el sistema sanitario de la Provincia. Según detallaron fuentes de la cartera sanitaria en esta primera etapa ya se inscribieron 2.240 aspirantes.
“El ministro de Salud provincial Claudio Zin recordó que “el gobernador me llamó un día y me dijo ‘dejá de contar los enfermeros que faltan y ponete a formarlos para que se pongan a trabajar’, y eso es lo que hicimos”. En tal sentido, Zin aclaró que con este plan de becas se “está poniendo a la enfermería en el lugar que le corresponde: en el primer plano de la salud pública provincial”.
La Sala Alberto Ginastera, donde se efectuó el lanzamiento del plan, se vio colmada de enfermeros en actividad, ingresantes a la carrera y cientos de representantes del sistema de salud.
En ese marco Scioli destacó la labor de la enfermería al señalar que “resultan fundamentales a la hora de ofrecer asistencia pero también apuntalamiento espiritual y, en muchas oportunidades, ocupan el rol del familiar que no está en momentos críticos”.
El ministro explicó que los inscriptos estudiarán en los 42 centros de formación que ya se abrieron en hospitales públicos de la provincia. La carrera, que se extiende por tres años y ofrece el título de enfermero profesional, contempla que el 60 por ciento de la carga horaria del último año sea práctica, es decir, con trabajo supervisado en el hospital.
Y agregó que como contraprestación se requerirá que una vez que obtengan el título presten servicio en un establecimiento provincial público por el mismo tiempo que duró la carrera.
Durante el acto se entregaron placas de reconocimiento a 18 enfermeras egresadas de la escuela de Enfermería Fundación Eva Perón.
Además de Scioli y Zin, estuvieron presentes en el escenario el subsecretario de Planificación de la Salud Sergio del Prete, la ministra de Infraestructura Cristina Alvarez Rodríguez y la secretaria de Derechos Humanos de la Provincia, Sara Derotier de Cobacho. Ambas funcionarias fueron elegidas madrinas del Plan Integral de Formación de Enfermería Eva Perón.
Respuesta al déficit
Según la Organización Mundial de la Salud la asistencia hospitalaria óptima requiere de un enfermero por cama, sin embargo en los hospitales provinciales ejercen actualmente 9.800 enfermeros para 12.800 camas de internación, unos 3 mil menos del ideal.
Los 2.240 inscriptos de este año terminarán su formación en 2011, pero en 2010 y 2011 se iniciarán dos nuevos ciclos de tres años en los que también se esperan alrededor de 2.200 inscriptos.
“Hay que tener en cuenta que además de la carencia actual de enfermeros calculamos que en tres años habrá 3.500 enfermeros en condiciones de jubilarse”, explicó el director provincial de Capacitación, Luis Franco. A esto hay que sumarle un déficit funcional, que si bien es variable, se estima en el orden del 34 por ciento de ausentismo, ya sea por estrés, enfermedad del trabajador o de un familiar directo, entre otras causas.
Según se informó desde la cartera sanitaria, el Plan de Enfermería no sólo se propone crear más recursos humanos sino también rejerarquizar la profesión, habida cuenta de que los enfermeros son los únicos miembros del equipo de salud que están al pie de la cama las 24 horas del día en el hospital. Por lo tanto no sólo tienen una función asistencial clave sino también de contención afectiva tanto para el paciente como para sus familiares en momentos críticos.

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