domingo, julio 19, 2009

Buenos Aires: Hacia el despegue menos traumático. Por Martín López lastra.


(Agencia NOVA). Parece tener sus efectos del duelo tras la derrota electoral. Superado ese estado de ánimo que suele vivirse con mucha tensión, el gobernador Daniel Scioli empezó a dar sus primeros pasos para construir una nueva etapa cuyas dimensiones sólo él puede intuir.
En esta nueva etapa hay proyecciones para plazos inmediatos y a largo plazo, tal vez pensando en el 2011. Por el momento, lo más urgente es dar sensación de cambio ante la opinión pública donde el primer despegue es de la imagen de aislamiento de la realidad que había mostrado el kirchnerismo en la noche del domingo negro del 28 de junio.
Tras mucha meditación Scioli empezó a escribir un ensayo audaz sobre el famoso despegue. Los funcionarios del círculo íntimo suponen que tal despegue se producirá en un término no menos a los tres meses. El cálculo no parece producto de una decisión muy valiente. Encierra una especulación sobre un tiempo prudente para esperar nuevas cesiones de espacios por parte del matrimonio que hoy Casa Rosada. Esperar a que el esmerilamiento, vía presión de liga de gobernadores exitosos haga su parte. Ese será el momento de una separación no traumática donde Scioli asome fulgurante con un kirchnerismo más preocupado en preservar capital político con más aliados que subordinados. Pelearse con el sector del discurso dominante podría ser historia cuando haya una decisión de avanzar en un proyecto personal. Algo así como dejar que una cuestión que hace un tiempo era complicada cae en lo abstracto.
Puertas hacia fuera de donde se cocinan las decisiones políticas la inquietud es la de mostrar preocupación por mejorar la calidad de gestión. En un virtual relanzamiento en la mitad de un mandato hay apuros por recrear estilos e instancias y sólo el futuro sabe si esto le alcanzará a Scioli. Las metas del segundo mandato deben enunciarse cuanto antes para mostrar el compromiso por asumir. Por ejemplo áreas de turismo y deportes tan caras a su historia de gestión serán motivos de reestructuración y con nuevas caras, como viene trascendiendo. Según el gobernador confió a su círculo íntimo en estos sectores, se pudo haber hecho mucho más de lo que realmente se hizo. Otras ideas para desarrollar con alcance masivo en cuanto a la visión social que el peronismo históricamente sobre estas actividades.
También se prevén cambios en el área de Medio Ambiente, que trascendieron esta semana con un reemplazante “in rectore” que tiene Scioli para esa cartera como Osvaldo Mércuri. El legislador, ahora como referente del felipismo en la Cámara Baja, dejó trascender su negativa momentánea a un ofrecimiento que hasta ahora no lo recibió formalmente. Según contó en más de una ocasión su aceptación de ese cargo implicaría poner en compromisos a ese sector. Pero su mandato vence el próximo diez de diciembre y allí tendrá libertad de acción con otras derivaciones. Crecerá en autonomía y tal vez sienta alguna inclinación hacia una respuesta positiva si es que se concreta la convocatoria.
Distinto es el caso de un reemplazo de Daniel Arroyo en el área de Acción Social bonaerense. Allí se anuncia el desembarco de un emblemático intendente del Conurbano como es Baldomero Álvarez de Olivera. El jefe comunal de Avellaneda inició su carrera como funcionario en calidad de director de un área de proyectos especiales de esa cartera hace 20 años en épocas del gobernador Antonio Cafiero. Su gestión de entonces le valió una importante plataforma de despegue para ser candidato a intendente en un distrito donde el peronismo se había hundido con el salvavidas de plomo de la ortodoxia de dirigentes como Herminio Iglesias. Fue así que en el 91 le pudo arrebatar el poder al radicalismo y convertirse desde entonces en un referente de peso en el conurbano.
Hasta allí una historia que es conocida y resumida. Pero el interrogante nace del contexto en el cual es designado. La experiencia en un área social no parece ser suficiente argumento y remite también a los pormenores de la lectura política.
Se señala sobre el dirigente de Avellaneda que es uno de los alcanzados por el encuadramiento de intendentes exitosos pero que han sido catalogados por el propio Néstor Kirchner como pertencientes a la vieja política que convirtió al ex presidente en un derrotado de las urnas.
En ese sentido si se suma intención de despegue del sciolismo y la búsqueda de nuevos horizontes de distintos intendentes del conurbano, no son pocos quienes hablan de una nueva alianza donde se produce de parte de varias intendencias una intervención directa en la “caja”. Término que suena groseramente así dicho, pero que grafica con fuerza una figura de concesión política.
Sea esta u otra figura, Scioli conservará su imagen mientras en este ministerio clave se afina la puntería para la eficiencia en el gasto social y la conservación de un capital político importante para conservar poder y evitar mayores filtraciones que las provocadas con el plebiscito con voto no positivo.
El gobernador ratificará estos cambios, junto a los de otros como en el Instituto Provincial de Loterías, donde su titular Carlos Peluso cayó víctima de una situación irreversible en cuanto a cuestionamientos. También se habla de la cartera de seguridad y la insistencia del reemplazo de Carlos Stornelli, quien fue ratificado en las últimas horas. Pero las versiones de su reemplazo a manos de Eduardo Camaño persisten. Al igual que una designación de Julio Pereyra en la cartera de Gobierno con lo cual se habla de otra “intervención” aunque del kirchnerismo químicamente puro.
Despejar la maleza y apuntar a la eficiencia parecen las metas más cercanas a cumplir en el marco de un objetivo que, para el 2011 tiene una visión de reelección en el gobierno provincial más que apetencias presidencialistas. Así ha trascendido de varios funcionarios o integrantes del círculo íntimo del jefe de estado provincial.
“Hoy todo el mundo piensa más en repetir que en otros horizontes” se sinceró un portavoz político con acceso privilegiado a la sede del poder en calle 6. Con el santafecino Carlos Reutemann en franca carrera hacia la Rosada y con los efectos de una victoria importante, las apetencias de Scioli parecen cotizar en baja y con tendencia más a la meseta.
Sin embargo, si la expectativa fuera aún la renovación de un mandato provincial, también el camino puede estar complicado a la luz de varios competidores que pueden estar asomando como el caso del jefe de Gabinete Aníbal Fernández –según se dijo en anteriores columnas- y el vicegobernador Alberto Balestrini. Pero no son pocos que indican que tampoco se debiera ignorar al propio Álvarez de Olivera si es que genera capital político propio en su nuevo derrotero como funcionario.
Todo quedará resuelto al regreso de Scioli de un viaje del exterior. Como también tendrá que resolver que decisiones tomar con vista al futuro financiero de la Provincia. En ese sentido trascienden interpretaciones muy optimistas sobre el déficit. No son pocos los funcionarios de primera línea que creen que ese rojo fiscal es de tan sólo 2000 millones de pesos. Salvo que hayan sido aconsejados por hombres del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, no se encuentra otra explicación lógica para otra circunstancia mucho más grave.
Distintos ámbitos independientes hablan al menos de seis mil millones de déficit que habrá de cubrir de alguna manera con reprogramaciones de vencimientos, el tan temido ajuste y la tan anunciada emisión de cuasimonedas. La primera alternativa no depende exclusivamente de Scioli, sino de una negociación. En la segunda, la negociación es inviable desde el punto de vista de la naturaleza del consenso que se pretende alcanzar. En la tercera es una decisión exclusiva y que admite un riesgo importante que, de salir mal, deja vacías las vitrinas reservadas al éxito.
Resta un período pesado de gestión con un camino para nada florido. No hará falta sólo levantarse temprano y trabajar más de catorce horas por día y hablar en forma elegante y diplomática. Scioli deberá reinventar otra imagen donde se debe conocer su capacidad de generar decisiones que se vinculen con resultados positivos indubitables.

No hay comentarios.: