El ex ministro de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, estuvo en el bunker del PRO celebrando la victoria de Mauricio Macri y alimentó los rumores de un acuerdo entre el jefe de Gobierno porteño y Daniel Scioli. Con un perfil moderado y dialoguista, parecido al del líder del PRO, el gobernador buscaría captar el voto macrista para sumar más que la Presidenta.
La presencia de Carlos Stornelli, ex ministro de Seguridad de la Provincia, en los festejos del PRO tras la amplia victoria en la segunda vuelta porteña despertó fuertes rumores de un pacto entre Mauricio Macri y Daniel Scioli. Su presencia llamó la atención, sobre todo por la velocidad con la que el ex funcionario del ejecutivo bonaerense ingresó y se retiró del lugar.
Stornelli llegó a Costa Salguero muy apurado, y subió directamente al VIP donde la primera línea del PRO aguardaba los resultados de los comicios. Su salida fue aún más sospechosa: se retiró por una puerta lateral, intentando evitar el contacto con la prensa.
La movida de Scioli tendría un objetivo central: captar el voto del macrismo para superar a Cristina en la Provincia, como sucedió en 2007. Sería una victoria rotunda del gobernador, teniendo en cuenta que la Rosada trabajó denodadamente para erosianarlo. La colectora a Martín Sabbatella es la máxima expresión de esas intenciones.
Pero se sabe que transferir votos no es una tarea sencilla, ni está demostrado la efectividad en este tipo de maniobras. Lo cierto es que en los últimos meses -desde que bajó su postulación presidencial-, Macri declaró que en todos distritos daría libertad de acción a sus dirigentes. En el sciolismo verían con buenos ojos que siga en esa línea.
Es que la mayor parte de los candidatos del PRO para las intendencias del conurbano participarán en internas con el duhaldismo, que lleva a Eduardo Amadeo como postulante a la gobernación. Y desde La Plata creen que la indiferencia del jefe de Gobierno porteño podría servirle mucho a Scioli, que intentaría captar ese caudal de votantes. En rigor, apostaría al corte de boleta de los que elijan a Duhalde y a intendentes de esa fuerza política.
Otra situación que buscará capitalizar el ex motonauta es la distancia entre Macri y De Narváez, acaso su rival más poderoso. De hecho, el armador político del PRO para esa provincia es un hombre con las características ideales. Se trata de Emilio Monzó, ex ministro de Asuntos Agrarios de Scioli y ex operador del "Colorado", con quien terminó enemistado.
Monzó estará al frente del nuevo Ministerio de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, cartera que intentará abordar temas como el traslado de la Policía Federal a la Metropolitana, el desarrollo y control de las obras en común con el Gobierno de Cristina e incluso la relación con la legislatura -una trabajo que finalmente quedaría en manos de Álvaro González-. Pero, en realidad, su función primordial será la de darle "volúmen político" al PRO en el distrito más grande y complejo del país. Scioli intentaría aprovechar esos lazos.
Consultados por La Política Online, desde el PRO niegan que haya un acuerdo. "No hay una inteligencia, voluntad o una intención de transferir los votos del PRO a Scioli. Es cierto que el gobernador, incluso formando parte del Frente para la Victoria, tiene un perfil mucho más cercano a nosotros que a los Kirchner en cuanto a la forma de hacer política", declaró Emilio Monzó.Eduardo Amadeo, candidato a gobernador por el duhaldismo, le restó importancia a la presencia de Stornelli en el bunker del PRO y acusó a Scioli de "oportunista". "No me llama la atención que desde el sciolismo lo hayan enviado. Pero es una operación de un oportunismo barato. Ahora que se quiere despegar del kirchnerismo y se quiere mostrar con todos los ganadores. No me llamaría la atención que me apoye incluso a mí en la Provincia", bromeó el diputado nacional, en diálogo con LPO.
Según Amadeo, la visita de Stornelli está en línea con su pedido de liberar las exportaciones de trigo, su defensa a Miguel Del Sel y su apoyo a De la Sota. "Nuestra relación con el PRO no se verá afectada por esta maniobra", concluyó. (La Política OnLine).
La presencia de Carlos Stornelli, ex ministro de Seguridad de la Provincia, en los festejos del PRO tras la amplia victoria en la segunda vuelta porteña despertó fuertes rumores de un pacto entre Mauricio Macri y Daniel Scioli. Su presencia llamó la atención, sobre todo por la velocidad con la que el ex funcionario del ejecutivo bonaerense ingresó y se retiró del lugar.
Stornelli llegó a Costa Salguero muy apurado, y subió directamente al VIP donde la primera línea del PRO aguardaba los resultados de los comicios. Su salida fue aún más sospechosa: se retiró por una puerta lateral, intentando evitar el contacto con la prensa.
La movida de Scioli tendría un objetivo central: captar el voto del macrismo para superar a Cristina en la Provincia, como sucedió en 2007. Sería una victoria rotunda del gobernador, teniendo en cuenta que la Rosada trabajó denodadamente para erosianarlo. La colectora a Martín Sabbatella es la máxima expresión de esas intenciones.
Pero se sabe que transferir votos no es una tarea sencilla, ni está demostrado la efectividad en este tipo de maniobras. Lo cierto es que en los últimos meses -desde que bajó su postulación presidencial-, Macri declaró que en todos distritos daría libertad de acción a sus dirigentes. En el sciolismo verían con buenos ojos que siga en esa línea.
Es que la mayor parte de los candidatos del PRO para las intendencias del conurbano participarán en internas con el duhaldismo, que lleva a Eduardo Amadeo como postulante a la gobernación. Y desde La Plata creen que la indiferencia del jefe de Gobierno porteño podría servirle mucho a Scioli, que intentaría captar ese caudal de votantes. En rigor, apostaría al corte de boleta de los que elijan a Duhalde y a intendentes de esa fuerza política.
Otra situación que buscará capitalizar el ex motonauta es la distancia entre Macri y De Narváez, acaso su rival más poderoso. De hecho, el armador político del PRO para esa provincia es un hombre con las características ideales. Se trata de Emilio Monzó, ex ministro de Asuntos Agrarios de Scioli y ex operador del "Colorado", con quien terminó enemistado.
Monzó estará al frente del nuevo Ministerio de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, cartera que intentará abordar temas como el traslado de la Policía Federal a la Metropolitana, el desarrollo y control de las obras en común con el Gobierno de Cristina e incluso la relación con la legislatura -una trabajo que finalmente quedaría en manos de Álvaro González-. Pero, en realidad, su función primordial será la de darle "volúmen político" al PRO en el distrito más grande y complejo del país. Scioli intentaría aprovechar esos lazos.
Consultados por La Política Online, desde el PRO niegan que haya un acuerdo. "No hay una inteligencia, voluntad o una intención de transferir los votos del PRO a Scioli. Es cierto que el gobernador, incluso formando parte del Frente para la Victoria, tiene un perfil mucho más cercano a nosotros que a los Kirchner en cuanto a la forma de hacer política", declaró Emilio Monzó.Eduardo Amadeo, candidato a gobernador por el duhaldismo, le restó importancia a la presencia de Stornelli en el bunker del PRO y acusó a Scioli de "oportunista". "No me llama la atención que desde el sciolismo lo hayan enviado. Pero es una operación de un oportunismo barato. Ahora que se quiere despegar del kirchnerismo y se quiere mostrar con todos los ganadores. No me llamaría la atención que me apoye incluso a mí en la Provincia", bromeó el diputado nacional, en diálogo con LPO.
Según Amadeo, la visita de Stornelli está en línea con su pedido de liberar las exportaciones de trigo, su defensa a Miguel Del Sel y su apoyo a De la Sota. "Nuestra relación con el PRO no se verá afectada por esta maniobra", concluyó. (La Política OnLine).
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