El vicegobernador sólo pudo sesionar una vez y con temas sobre tablas. En represalia, se armó un subgrupo cercano a Scioli y capaz de condicionar el quórum. Ni siquiera pudo agilizar las comisiones, que casi no se reunieron. La jefa de bloque admitió no poder armar otra sesión y pidió ayuda por carta a los senadores.
Las promesas de Mariotto de contar con un Senado ágil, activo y “bajo control” quedaron en el olvido. A casi cuatro meses de asumir, el vicegobernador sólo pudo reunir una vez al cuerpo e impuso seis dictámenes sobre tablas, uno de ellos para crear una comisión sobre la muerte de Candela Sol Rodríguez.
El resultado no puedo ser peor: el bloque tuvo una ardua discusión y siete de sus miembros formaron una línea interna. La llamaron “La Balestrini”, en honor al ex vicegobernador, se identificaron con Daniel Scioli y tienen el poder de condicionar el quórum.
Osvaldo Goicoechea, ex jefe del bloque y uno de los siete rebeldes, aclaró que no le podrán obstáculos a Mariotto. Pero la diáspora ya se hizo sentir en la bancada PJ – FpV.
Su presidenta, Cristina Fiormaonti, esposa de Carlos Kunkel, envió una carta a los 27 senadores oficialistas en la que admitió que no cuenta con dictámenes suficientes para armar la segunda sesión ordinaria del año. Y solicitó que reúnan a las comisiones.
“Si bien estoy al tanto de que todos ustedes están profundamente comprometidos con el trabajo en las comisiones en que han sido designados, les solicito realicen le mayor esfuerzo posible en agilizar los despachos para que todos los proyectos puedan completar su ruta, en atención a las exigencias legislativas”, finaliza la carta, a la que tuvo acceso La Política OnLine.
Semejante gesto de debilidad complicó la gestión de Mariotto, quien ya no cuenta con el apoyo de Sergio Berni, una de las espadas de la Casa Rosada que ahora cumple funciones como segundo de Nilda Garré en el Ministerio de Seguridad.
Y levantó el poder de “La Balestrini”, quienes en los pasillos de la Cámara alta se definen también como “nestoristas” y apuestan a sumar más aliados para marcar definitivamente los tiempos del Senado.
Además de Goicoechea, el grupo lo integran el ex intendente de Avellaneda, Baldomero “Cacho” Álvarez; Marcelo Carigniani, ex alcalde de San Nicolás cercano a José María Díaz Bancalari; Ricardo Bozzani, de Exaltación de la Cruz; Azucena Echozor de Acuña, esposa del intendente de Hurlingham y la más enfurecida con la creación de la comisión que investiga a Candela; el quilmeño Alberto Di Fazzio y la platense Nora de Lucía, ambos cercanos a Scioli.
Aspiran a sumar a la marplatense Cristina Di Rado, ahora en el bloque Unión Pro, nada menos que la esposa de Juan Garivoto, el jefe de la bancada del PJ en Diputados durante el apogeo del duhaldismo.
Sin ellos, el PJ- FpV queda con 20 escaños, cuatro menos que lo necesario para tener mayoría y así imponer un tema sobre tablas o iniciar una sesión.
Además de intentar que haya una nueva reunión, Fioramonti debe ajustar cuerdas para evitar que “La Balestrini” se agrande y el bloque no pase por sus manos.
Una de las candidatas a dejar de atenderle el teléfono es la bahiense Diana Larraburu, prima de Damaso, el bahiense denostado en la Casa Rosada por su rechazo a Néstor Kirchner en 2009.
Y otra incógnita es el rol que tendrá Patricio García, otro histórico del Senado –está desde 1997-, aún sin dar el salto hacia los rebeldes. Por lo pronto, Mariotto tiene varios asuntos que resolver para cumplir con alguna de sus promesas. (La Política OnLine).
Las promesas de Mariotto de contar con un Senado ágil, activo y “bajo control” quedaron en el olvido. A casi cuatro meses de asumir, el vicegobernador sólo pudo reunir una vez al cuerpo e impuso seis dictámenes sobre tablas, uno de ellos para crear una comisión sobre la muerte de Candela Sol Rodríguez.
El resultado no puedo ser peor: el bloque tuvo una ardua discusión y siete de sus miembros formaron una línea interna. La llamaron “La Balestrini”, en honor al ex vicegobernador, se identificaron con Daniel Scioli y tienen el poder de condicionar el quórum.
Osvaldo Goicoechea, ex jefe del bloque y uno de los siete rebeldes, aclaró que no le podrán obstáculos a Mariotto. Pero la diáspora ya se hizo sentir en la bancada PJ – FpV.
Su presidenta, Cristina Fiormaonti, esposa de Carlos Kunkel, envió una carta a los 27 senadores oficialistas en la que admitió que no cuenta con dictámenes suficientes para armar la segunda sesión ordinaria del año. Y solicitó que reúnan a las comisiones.
“Si bien estoy al tanto de que todos ustedes están profundamente comprometidos con el trabajo en las comisiones en que han sido designados, les solicito realicen le mayor esfuerzo posible en agilizar los despachos para que todos los proyectos puedan completar su ruta, en atención a las exigencias legislativas”, finaliza la carta, a la que tuvo acceso La Política OnLine.
Semejante gesto de debilidad complicó la gestión de Mariotto, quien ya no cuenta con el apoyo de Sergio Berni, una de las espadas de la Casa Rosada que ahora cumple funciones como segundo de Nilda Garré en el Ministerio de Seguridad.
Y levantó el poder de “La Balestrini”, quienes en los pasillos de la Cámara alta se definen también como “nestoristas” y apuestan a sumar más aliados para marcar definitivamente los tiempos del Senado.
Además de Goicoechea, el grupo lo integran el ex intendente de Avellaneda, Baldomero “Cacho” Álvarez; Marcelo Carigniani, ex alcalde de San Nicolás cercano a José María Díaz Bancalari; Ricardo Bozzani, de Exaltación de la Cruz; Azucena Echozor de Acuña, esposa del intendente de Hurlingham y la más enfurecida con la creación de la comisión que investiga a Candela; el quilmeño Alberto Di Fazzio y la platense Nora de Lucía, ambos cercanos a Scioli.
Aspiran a sumar a la marplatense Cristina Di Rado, ahora en el bloque Unión Pro, nada menos que la esposa de Juan Garivoto, el jefe de la bancada del PJ en Diputados durante el apogeo del duhaldismo.
Sin ellos, el PJ- FpV queda con 20 escaños, cuatro menos que lo necesario para tener mayoría y así imponer un tema sobre tablas o iniciar una sesión.
Además de intentar que haya una nueva reunión, Fioramonti debe ajustar cuerdas para evitar que “La Balestrini” se agrande y el bloque no pase por sus manos.
Una de las candidatas a dejar de atenderle el teléfono es la bahiense Diana Larraburu, prima de Damaso, el bahiense denostado en la Casa Rosada por su rechazo a Néstor Kirchner en 2009.
Y otra incógnita es el rol que tendrá Patricio García, otro histórico del Senado –está desde 1997-, aún sin dar el salto hacia los rebeldes. Por lo pronto, Mariotto tiene varios asuntos que resolver para cumplir con alguna de sus promesas. (La Política OnLine).
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