LA PLATA, Marzo 26, (PUNTO CERO) Aunque con casi dos meses de demora, finalmente el decreto Nº 40 que dispuso la emergencia vial en la provincia de Buenos Aires entrará en vigencia el próximo fin de semana.
Será a partir una campaña de tolerancia cero que lanzará la subsecretaría de Atención de las Adicciones en rutas y comercios de ciudades turísticas, controlando infracciones en la venta o consumo de alcohol.
La Provincia no incorporó aún los radares para la verificación de los excesos de velocidad que disponía la normativa impulsada por el gobernador Felipe Solá. Tampoco se concretó el estreno de la Justicia de Tránsito (sólo se designaron los lugares donde funcionará), ni arrancó la materia Educación Vial en las escuelas. Además, el proyecto de ley que ratifica el decreto de la emergencia no avanzó en la Legislatura.
Mientras la legislación está en el freezer, los accidentes automovilísticos continúan generando estragos.
En enero pasado, las estadísticas contaron 30 accidentes en las rutas que van a la Costa atlántica, con un saldo de 21 fallecidos y 156 heridos. En tanto, los controles oficiales este verano revelaron entre un 6% y un 7% de alcoholemia positiva en conductores.
En ese contexto, en el fin de semana largo que se avecina un grupo de 30 inspectores de la subsecretaría contra las Adicciones, acompañados por efectivos policiales, instalarán puestos de control de alcoholemia en las rutas 2 y 11, como también en calles y comercios de las ciudades con más afluencia turística de la Provincia. La novedad es que tienen orden de ser implacables y no tener contemplación con los infractores.
La campaña, que se extenderá también a la Semana Santa con la sobrecarga de tránsito que genera, no fue calificada en vano como tolerancia cero. Es que en el caso de estar en infracción, todo automovilista sufrirá el secuestro del vehículo, será inhabilitada su licencia por seis meses y multado por la Justicia de Faltas. En caso de reincidencia, la inhabilitación será por un año y si llega a producirse una segunda reincidencia, será definitiva.
El director provincial de Programación y Control de Gestión, Kurt Rojas manifestó: “Los controles de alcoholemia a conductores en rutas se realizarán en su mayoría en horarios clave (luego del almuerzo y cena), pero no se descartan controles sorpresivos en puntos como salidas de locales bailables o restaurantes. En este sentido y con los infractores, la tolerancia será cero”, advirtió.
Será a partir una campaña de tolerancia cero que lanzará la subsecretaría de Atención de las Adicciones en rutas y comercios de ciudades turísticas, controlando infracciones en la venta o consumo de alcohol.
La Provincia no incorporó aún los radares para la verificación de los excesos de velocidad que disponía la normativa impulsada por el gobernador Felipe Solá. Tampoco se concretó el estreno de la Justicia de Tránsito (sólo se designaron los lugares donde funcionará), ni arrancó la materia Educación Vial en las escuelas. Además, el proyecto de ley que ratifica el decreto de la emergencia no avanzó en la Legislatura.
Mientras la legislación está en el freezer, los accidentes automovilísticos continúan generando estragos.
En enero pasado, las estadísticas contaron 30 accidentes en las rutas que van a la Costa atlántica, con un saldo de 21 fallecidos y 156 heridos. En tanto, los controles oficiales este verano revelaron entre un 6% y un 7% de alcoholemia positiva en conductores.
En ese contexto, en el fin de semana largo que se avecina un grupo de 30 inspectores de la subsecretaría contra las Adicciones, acompañados por efectivos policiales, instalarán puestos de control de alcoholemia en las rutas 2 y 11, como también en calles y comercios de las ciudades con más afluencia turística de la Provincia. La novedad es que tienen orden de ser implacables y no tener contemplación con los infractores.
La campaña, que se extenderá también a la Semana Santa con la sobrecarga de tránsito que genera, no fue calificada en vano como tolerancia cero. Es que en el caso de estar en infracción, todo automovilista sufrirá el secuestro del vehículo, será inhabilitada su licencia por seis meses y multado por la Justicia de Faltas. En caso de reincidencia, la inhabilitación será por un año y si llega a producirse una segunda reincidencia, será definitiva.
El director provincial de Programación y Control de Gestión, Kurt Rojas manifestó: “Los controles de alcoholemia a conductores en rutas se realizarán en su mayoría en horarios clave (luego del almuerzo y cena), pero no se descartan controles sorpresivos en puntos como salidas de locales bailables o restaurantes. En este sentido y con los infractores, la tolerancia será cero”, advirtió.
Si el infractor conduce un vehículo de transporte público de pasajeros, el mínimo resabio de alcohol en sangre es motivo suficiente para su inhabilitación definitiva. Lo mismo ocurrirá con los choferes del transporte de carga, que deben tener una nula graduación alcohólica en sangre al conducir. Si respetan las normas, se resguardarán de una tragedia y también de ser inhabilitados. (PUNTO CERO).
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