LUJAN, Setiembre 15, (PUNTO CERO-El Civismo) ¿Graciela Rosso podría aliarse con Luis Vanin? ¿Miguel Prince dialogar la posibilidad de un acuerdo con María Inés Fernández? Todo es posible en un peronismo local repleto de pequeños sectores internos.
Primer dato a tener en cuenta al enfrentar la lectura de esta nota: todo lo que se narra a continuación puede tirarse al tacho si la necesidad de sus protagonistas así lo indica. En otras palabras, los que hoy están enfrentados, mañana pueden ser socios, amigos o aliados. Todo lo define la conveniencia.
Hecha la primera aclaración, le proponemos adentrarnos en el maravilloso mundo de la interna peronista local, una lucha que se definirá el próxima 30 de noviembre y que, por ahora, no tiene ningún indicio de respetar los mandatos de arriba que piden unidad.
Los protagonistas centrales son los mismos desde hace un puñado de años: Miguel Ángel Prince, María Inés Fernández y Graciela Rosso. Con un papel estelar aparece Luis Vanin, presidente actual del Partido Justicialista y, por ahora, sin diálogo con su histórico “compañero Miguel”.
En silencio pero sin pausa, Rosso, Prince y Vanin trabajan en el armado de la estructura que les permita presentarse en la interna y apoderarse de los sellos partidarios. Lo extraño del caso son las alianzas que se estarían tejiendo y que no se condicen con el pasado inmediato.
Lea con lentitud: Prince se reunió con Fernández (ver “Ya hubo...) y Vanin tendría intenciones de dialogar con Rosso. Nada queda de las alianzas que conformaron para las elecciones de octubre pasado.
Primer dato a tener en cuenta al enfrentar la lectura de esta nota: todo lo que se narra a continuación puede tirarse al tacho si la necesidad de sus protagonistas así lo indica. En otras palabras, los que hoy están enfrentados, mañana pueden ser socios, amigos o aliados. Todo lo define la conveniencia.
Hecha la primera aclaración, le proponemos adentrarnos en el maravilloso mundo de la interna peronista local, una lucha que se definirá el próxima 30 de noviembre y que, por ahora, no tiene ningún indicio de respetar los mandatos de arriba que piden unidad.
Los protagonistas centrales son los mismos desde hace un puñado de años: Miguel Ángel Prince, María Inés Fernández y Graciela Rosso. Con un papel estelar aparece Luis Vanin, presidente actual del Partido Justicialista y, por ahora, sin diálogo con su histórico “compañero Miguel”.
En silencio pero sin pausa, Rosso, Prince y Vanin trabajan en el armado de la estructura que les permita presentarse en la interna y apoderarse de los sellos partidarios. Lo extraño del caso son las alianzas que se estarían tejiendo y que no se condicen con el pasado inmediato.
Lea con lentitud: Prince se reunió con Fernández (ver “Ya hubo...) y Vanin tendría intenciones de dialogar con Rosso. Nada queda de las alianzas que conformaron para las elecciones de octubre pasado.
FRAGMENTADOS
Ante quienes se acercan a escuchar su propuesta de armado político, Prince les asegura que desde que asumieron en diciembre “él no maneja el bloque del Partido de la Victoria”. Paradójico si se tiene en cuenta que para la mayoría de los lujanenses ese es el “bloque princista”.
Lo cierto es que, si bien no hubo “piñas” como se dejó correr en los últimos tiempos, entre Prince y Vanin la relación no es idílica ni mucho menos. “Hace dos meses que no se hablan”, confirmó un dirigente cercano a los dos.
Las diferencias entre estos referentes del peronismo local no son insalvables, pero ambos tienen bronca acumulada. Prince masculla que Vanin no trabajó con ahínco para la última campaña electoral y que se terminó transformando -en términos políticos- en un “pianta votos” por su modo de ser, alejado de lo que podría definirse como carismático.
Vanin no se queda atrás para retrucar y responder a su histórico socio. Justamente, le cuestiona a Prince que en todas las charlas políticas lo quiera definir como el padre de la derrota, cuando durante años se dedicó a poner la cara en los temas más ásperos con el fin de preservar a la figura del líder carismático.
Desde el sector en el que hoy milita Vanin, conocido como “El Grupo de El Quinto”, esperan los movimientos de Prince para definir una postura de cara a las internas partidarias. Hoy sería un día clave para precisar qué pasos se darán.
Por el momento, consideran que tienen las fuerzas suficientes como para disputar la interna con candidatos propios, sin necesidad de apelar a la figura de Prince. Cuentan con un dato irrefutable: son los más fuertes desde lo institucional, porque a sus reuniones asisten, sin faltas, al menos tres concejales del bloque; Vanin, Ariel Notta y Gustavo Sicca. Y a ellos se suman ex funcionarios de la gestión de Prince como Carlos Rodríguez y Enrique Mestres, entre otros.
El camino para un acercamiento con Rosso lo despeja la ruptura del acuerdo con el matrimonio Fernández-Guibaud. Y a Rosso, aunque el costo puertas afuera sería caro, en lo interno no le vendría nada mal sumar concejales y dirigentes. Se sabe que la división de su bloque es inminente y que siempre careció de estructura partidaria local.
No obstante ello, un pequeño grupo de funcionarios actuales de segunda y tercera línea, estarían armando una agrupación interna rossista, aunque no saben si llegarán firmes a las internas de noviembre. Los recursos los tendrían asegurados: así se desprende de la reciente reunión entre Rosso y el ex presidente Néstor Kirchner (ver pág. 3).
Por su parte, Prince sigue encerrado en su entorno más íntimo, con reuniones en el Club Atlanta en las que no faltan los concejales Salvador Domingo Faro y Nora Chacón, los ex funcionarios Hugo Gutiérrez y Gabriel Jurina y su fiel ladero Alejandro “El Gato” Maisonavo. Hay semanas en las que se suman Rubén Leopardi y José “Pepe” Tineo.
Para agregar más suspenso, se debe informar que hay otros dos grupos de dirigentes, de raíz princista, que se juntan con la idea de cambiar el mundo, el país y Luján. Unos se reúnen en SETIA y los otros en FOETRA. Carecen en sus líneas de nombres de peso y los popes de la interna creen que, sobre la hora, sólo saldrán a negociar cargos partidarios.
La edil Iris Bustos, con un grupo de militantes, pretendería mostrarse por fuera de los entuertos mencionados y llama a la unidad desde una agrupación denominada “Compromiso Peronista”. Habrá que ver quién se suma a su pregón.
Hubo una reunión en Capital Federal
Prince y Fernández se juntaron a hablar
Hace alrededor de 15 días, cuando la ex legisladora y hoy funcionaria provincial María Inés Fernández salió a difundir sus intenciones de “unidad partidaria”, sabía mucho más de lo que decía.
Aunque restaba que varios de sus dirigentes fieles dieran el portazo y abandonaran la gestión de Graciela Rosso, tenía confirmado el divorcio con la alianza que la llevó al triunfo en octubre pasado.
Con ello, a Fernández se le cortó la línea directa con el gobierno nacional. Y sabe perfectamente que no es lo mismo pedir recursos y respuestas siendo intendenta que siendo directora de Enlace Parlamentario Bonaerense.
¿Qué se comenzó a gestionar desde las huestes de Fernández y Humberto Guibaud? Retomar el diálogo congelado durante un par de años entre ellos y el ex intendente Miguel Prince. Ambos, en el presente, comparten una realidad: la dispersión de su gente.
Todavía no se avanzó en la búsqueda de un acuerdo real, pero desde ninguna de las dos orillas se descarta la posibilidad. Ya hubo un encuentro en la Capital Federal, donde Prince trabaja de asesor de la CNRT. El mayor escollo en el diálogo es que Guibaud se haya prestado con su firma para despedir a trabajadores nombrados en la gestión de Prince y suspender el último concurso para ingresos en la comuna.
Con todo, cabe recordar que tanto Fernández como Prince siempre se cuidaron de insultar o criticar públicamente al otro. Si se repasa el archivo, se notará que los dardos más venenosos Prince se los dirigía a Guibaud. Y del otro lado el blanco preferido fue Vanin. (PUNTO CERO-El Civismo).
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