(La Política On Line). El intendente Pulti fue el último en plegarse a las candidaturas testimoniales. Ahora salió a luz la estrategia de Sergio Massa para que la ciudad balnearia oficie en el bicentenario de anfitrión de la máxima competencia automovilística mundial. Entre provincia y Nación tendrían que desembolsar casi 200 millones de pesos.
El intendente de Mar del Plata, Gustavo Pulti, todavía no sale de su asombro cuando lee los diarios: ahora se enteró que su ciudad quizás albergue a la máxima competencia automovilística del mundo en el bicentenario de la República Argentina.
El jefe de gabinete, Sergio Massa, tuvo que salir a confirmar que se está planeando para el año que viene la organización de un circuito para carreras en la ciudad balnearia, que costaría alrededor de 50 millones de dólares. Todo se dio a partir de un desliz del “dueño” de la Fórmula 1, el inglés Bernard Ecclestone, que ayer dijo que estaba “hablando con Argentina”.
Pulti se había negado desde un principio a formar parte de la estrategia electoral del kirchnerismo, sin embargo, la fuerte presión que ejercieron sobre él tanto Néstor Kirchner como Daniel Scioli, terminó convenciéndolo de postularse a senador provincial por la quinta sección. Pocas horas después del cierre de las listas, tuvo que explicarle al pueblo marplatense que había aceptado la candidatura por dinero.
La parte del trato que le correspondía al oficialismo no se hizo esperar y Cristina Fernández de Kirchner acudió personalmente a Mar del Plata el pasado miércoles para confirmar el envío de 118 millones de pesos para financiar el sistema educativo municipal de la ciudad.
Ahora, tanto Pulti como sus funcionarios se mostraron sorprendidos por el hecho de que todas las miradas apunten nuevamente a Mar del Plata, y más con tamaña inversión que generaría jugosos dividendos para la ciudad en caso de que el proyecto deportivo se concrete. Es que Pulti se está dando cuenta que el kirchnerismo paga lo que promete y se debe estar imaginando qué habría pasado si rechazaba la candidatura.
Millonada
El Gobierno estima que los gastos para la construcción de una “pista callejera”, es decir una que atraviese la ciudad (como sucede en Montecarlo) y no se encuentre dentro de un autódromo, serán de 50 millones de dólares, a repartirse entre Nación y provincia. A pesar de que en la Capital se encuentra el famoso Autódromo Juan y Oscar Gálvez, que fue 20 veces sede de la competencia, el kirchnerimo no planea compartir beneficios con el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, por más que los costos para una nueva pista sean millonarios.
Por el lado de la provincia, es llamativo que se anuncien este tipo de gastos cuando los ministros de Scioli hacen malabares para explicar cómo paliarán el gigante déficit que el gobierno calcula en 7 mil millones de pesos y la oposición en 12 mil millones.
Scioli, que proviene del deporte, enarbolaría así un nuevo triunfo sobre Macri, al que “derrotó” el año pasado para organizar la final de la Copa Davis. En ese caso, Scioli le ganó la pulseada también al gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, que del mismo modo quería ser anfitrión conociendo los inmensos beneficios que este tipo de eventos les deja a las arcas provinciales y municipales. El sentido de “victoria” que se adjudicó el sciolismo por haber obtenido la localía de ese match de tenis motivó incluso que la célebre conductora Mirtha Legrand acusara a Pulti de “chupamedias” de Scioli en un almuerzo televisivo.
Competencia devaluada
Pese a la incontable cantidad de dinero que mueve la Fórmula 1, la competencia del año que viene amenaza con ser la más insulsa de las últimas décadas. Según informa el diario español El País, hoy mismo se reunieron los representantes de los equipos que compiten en el circuito con Max Mosley, el presidente de la Federación Internacional del Automóvil (la entidad que regula este tipo de competencias) para limar asperezas en la redacción del reglamento del torneo del año que viene. La FIA propone que las escuderías tengan un presupuesto máximo de 60 millones de dólares, cuando en realidad las marcas más potentes –como McLaren y Ferrari- tienen presupuestos de más de 200 millones de dólares, pero en la reunión no se llegó un acuerdo, por lo que la competencia corre el riesgo de perder a sus mejores competidores y sobre todo a sus principales patrocinadores.
Argentina fue una de las sedes regulares del circuito de Fórmula 1, desde 1953 hasta 1981, siempre en el Autódromo de Buenos Aires. El ex presidente Menem quiso revivir la costumbre y lo reacondicionó. Pero la F1 sólo se corrió de 1995 a 1998 y desde entonces ya no se volvió a competir a ese nivel.
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