jueves, mayo 30, 2013

En el día de la Donación, San Miguel fue declarada primera comunidad donante del País

Fue esta mañana, a partir de un convenio entre la Municipalidad y la Fundación Oftalmológica “Hugo D. Nano”, en el acto que tuvo lugar en un repleto Salón Dorado, presidido por el intendente del municipio, Joaquín de la Torre, el presidente de dicha Fundación, Dr. Hugo D. Nano, y el presidente del Cucaiba, Adrián Tarditti. Allí se realizó el lanzamiento oficial del Programa “San Miguel, comunidad donante”, una iniciativa de dicha Fundación que no sólo es una experiencia piloto de trabajo de campo, sino también un ensamble óptimo entre las acciones gubernamentales, las prácticas médicas, la participación comunitaria y el apoyo de entes sanitarios internacionales que busca reducir los tiempos de espera para una donación.Hoy jueves 30 de mayo, en el marco del Día Nacional de la Donación de Órganos y Tejidos para Trasplante, la Municipalidad de San Miguel -a través de su Secretaría de Salud- y la Fundación “Oftalmológica Hugo D. Nano”, se llevó a cabo el lanzamiento del programa “San Miguel, comunidad donante”. El acto tuvo lugar esta mañana en el Salón Dorado del Municipio y fue encabezado por el intendente del distrito, Joaquín de la Torre, el presidente de la Fundación, Dr. Hugo D. Nano, el presidente del Cucaiba, Adrián Tarditti, el director Médico del CUCAIBA, Dr. Gabriel Orlandi y el secretario de Salud, Dr. Mario Russo, entre otras autoridades e instituciones.
Se trata de una iniciativa que tiene como principal objetivo prevenir la ceguera evitable e incrementar la procuración de Tejidos para implante, de tal manera que supere la incidencia de ingresos a las listas de espera con la finalidad de disminuir los tiempos en que una persona aguarda por una donación de córneas
Luego de que se proyectara “Mágica” -un cortometraje que hace referencia a la importancia de la Donación y el cual cuenta con el apoyo de INCUCAI-, el Dr Nano hizo uso de la palabra: “Los órganos no se compran en la farmacia ni tampoco se venden, los órganos tienen que ser producto de la donación. Cualquier familiar o amigo puede necesitarlo. No existe ninguna ley que cambie la mentalidad de la gente, sino que es la sociedad, los Centros de salud, las Escuelas, los que deben inculcar la voluntad de donación”, aclaró, y luego agregó: “Siempre digo que no hay ojos ciegos, sino que hay seres humanos con ojos que no ven. Pero hoy, con el establecimiento de una comunidad donante vamos a lograr revertir esta situación”.
Seguidamente, el Presidente de una de las fundaciones oftalmológicas más importante del país explicó que para alcanzar este objetivo no sólo hay contar con el conocimiento y con la tecnología, sino que es en especial la familia la que debe lograr que se respete la voluntad de aquel que dijo que quería ser donante. “Sabemos que en nuestro país la voluntad de donar es casi universal pero, por un motivo u otro no se logra. Solos nada podemos hacer, necesitamos la ayuda de todos ustedes. Por eso agradezco de corazón el apoyo de la Municipalidad, del Hospital Larcade, las Clínicas, los Bomberos Voluntarios y todos aquellos que hicieron que esto empiece a ser posible”, concluyó muy emocionado, no sin antes dejar un claro mensaje: “Que se transmita esto a todo el país, que haya un banco de órganos en todas las ciudades”.
Por su parte, Tarditti manifestó: “Sin la comunidad es imposible que podamos avanzar. Es muy importante que hoy estemos pudiendo compartir esta firma de convenio con todos ustedes, porque serán quienes nos ayuden a dar respuesta a las más de 1700 personas que están esperando hace más de seis años un acto de amor”.
Finalmente, fue el intendente, Joaquín de la Torre, el encargado decir las palabras de cierre y lo hizo para declarar que “la convicción del doctor Nano tendría que ser un norte para todos nosotros, un ejemplo. Para nosotros, como municipalidad, es un orgullo tenerlo como vecino y además es una responsabilidad importante, porque tenemos la obligación de tratar de seguirlo”, dijo el Intendente en agradecimiento a su iniciativa.
En relación a la importancia de la donación, De la Torre explicó: “Cuando nosotros nacemos hay un solo episodio que va a suceder sí o sí, que es la muerte. Podemos dejar que esa muerte sea muerte o transformarla en vida. Es decir, que no sea un episodio que finaliza sino que, al mismo tiempo que lo hace, genere otra vida”.
Por último, destacó el valor del convenio entre Instituciones públicas y privadas, desde el Estado, tanto provincial como municipal, con la Fundación Nano y las clínicas.
Luego sí se dio lugar a la firma del convenio, a través del cual San Miguel se declara como “Comunidad donante”, siendo así el primer Municipio del País en hacerlo.
Una vez finalizado el acto tanto el Intendente como el Presidente de la Fundación, se acercaron hasta la Plaza San Miguel en donde se llevó a cabo una acción promocional sumado a la disposición de stands en los que los interesados pudieron anotarse en las planillas de adhesión y consentimiento para ser futuros donantes. Cabe destacar que, durante las horas que se llevó a cabo esta acción se lograron 200 adhesiones, aproximadamente, las cuales ya se encuentran registradas en las páginas oficiales del Cucai e Incucaiba.
A partir de la labor tanto del Hospital Público como de los sanatorios privados, el Incucai, el Cucaiba, el Municipio y la Fundación, sumado a las actividades de difusión y concientización, se busca generar un sistema eficaz de procura respecto de la cantidad de fallecimientos acaecidos en la región, tanto por muerte encefálica como por muerte por paro cardio-respiratorio. Y es por este motivo que el Municipio ya se encuentra trabajando con tal objetivo, gracias a lo cual se pudo obtener semanas atrás en el Hospital Larcade la primer donación general de órganos.
El Programa no sólo es una experiencia piloto de trabajo de campo, sino también un ensamble óptimo entre las acciones gubernamentales, las prácticas médicas, la participación comunitaria y el apoyo de entes sanitarios internacionales, tendiente a mejorar notoriamente el tratamiento de patologías oftalmológicas de los pacientes, asegurando de esta manera el derecho a la salud de las personas, independientemente de su posición socioeconómica.

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