El cáncer colorrectal es el cuarto tipo de cáncer más común en hombres y el tercero más frecuente en las mujeres de América latina. Sin embargo, las pruebas de detección temprana de este tipo de tumor maligno son poco frecuentes en la región, razón por la cual la enfermedad se suele detectar en estadíos avanzados, cuando el pronóstico de sobrevida para los pacientes ya es pobre.
En la Argentina, es responsable del 11,7% del total de las muertes por cáncer, lo que lo coloca en el segundo lugar de letalidad, detrás del cáncer de pulmón.
En este sentido, en la actualidad el tratamiento del cáncer colorrectal metastásico (CCRm) –cuando las células tumorales se han expandido a otros órganos– es un gran desafío, aunque la posibilidad de mejorar la sobrevida de estos pacientes hasta ahora es escasa, a diferencia de lo que ocurre con otros tipos de tumores como el de mama o el de piel.
Pero la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) acaba de aprobar un nuevo tratamiento de segunda línea para aquellas personas cuyo tumor metastásico avanzó luego de la terapia inicial.
Esta nueva indicación permitirá que quienes reciben bevacizumab más una quimioterapia que contiene irinotecán u oxiplatino como primer tratamiento para el CCRm (primera línea estándar) continúen recibiendo bevacizumab más una quimioterapia diferente a base de irinotecán u oxiplatino tras el empeoramiento de su enfermedad (o sea, como tratamiento de segunda línea).
“La mayoría de la gente con diagnóstico de cáncer colorrectal metastásico recibe bevacizumab más quimioterapia sólo como tratamiento inicial. Ahora tiene la opción de continuar con bevacizumab más una nueva quimioterapia luego de que su cáncer empeore, algo que puede ayudarla a vivir más tiempo que si solamente cambia de quimioterapia”, explicó Hal Barron, Director General de Salud de Roche y jefe de Desarrollo Global de Productos.
La aprobación se basa en los resultados positivos del estudio clínico de Fase III ML18147, que fueron presentados en la reunión anual de la American Society of Clinical Oncology (ASCO) en 2012 y mostraron que quienes continuaron recibiendo un régimen a base de bevacizumab tras el empeoramiento de su enfermedad vivían más tiempo que quienes sólo recibían una nueva quimioterapia.
“Esta es la primera evidencia a partir de un ensayo aleatorizado llevado a cabo en cualquier tipo de tumor que demuestra que continuar con la terapia antiangiogénica puede derivar en un mejor resultado y, por lo tanto, tendrá un impacto en la terapia estándar que reciben los pacientes con cáncer colorrectal que fracasaron en primera línea con bevacizumab-quimioterapia, pero también servirá como modelo para otros tipos de tumores”, señaló Dirk Arnold, director del Tumor Biology Center en la Universidad Albert Ludwigs, en Freiburg, Alemania.
Nueva esperanza
Con el objetivo de mejorar su sobrevida, los pacientes a los que se les diagnostica cáncer colorrectal avanzado o metastásico (CCRm) suelen ser tratados inicialmente con quimioterapia, por lo general en combinación con terapias biológicas. El régimen de quimioterapia se realiza combinando una a base de ?uoropirimidina(5-FU) con leucovorina (ácido folínico o LV) y oxaliplatino; o irinotecán.
Mucha gente responde inicialmente a este tratamiento pero hasta en el 50% de los casos, el cáncer regresa (es lo que se llama “relapso”, “recurrencia”, o “progresión”).[5] Cuando esto ocurre, el paciente recibirá otra ronda de tratamiento conocido como “de segunda línea”, en la que se cambia la quimioterapia. Las terapias biológicas como bevacizumab se usan en combinación con quimioterapia en primera o segunda línea y han demostrado prolongar la sobrevida de los pacientes en comparación con la quimioterapia sola.
Ahora, podrán continuar con bevacizumab en combinación con quimioterapia en segunda línea, aunque ya lo hayan estado recibiendo como terapia inicial y su cáncer haya progresado.
Bevacizumab es el único medicamento biológico aprobado por la FDA de EE.UU. para tratar pacientes con CCRm en combinación con quimioterapia intravenosa a base de 5FU como tratamiento inicial; como tratamiento de personas cuyo cáncer empeoró luego de haber recibido quimioterapia sola; y ahora como terapia para aquellos en quienes el cáncer avanzó luego de un tratamiento inicial con un régimen a base de bevacizumab. Esta es la tercera aprobación que consigue en CCRm, gracias a la mejoría que logra en la sobrevida global.
“Poniendo en contexto lo que es el cáncer colorrectal, podemos decir que 1 de cada 4 casos se presenta en etapa avanzada, lo que quiere decir que es un cáncer localizado en el colon y en el recto pero cuyas células tumorales se propagaron al hígado, pulmón o peritoneo, órganos que están alejados y, por lo tanto, no son curables con una extirpación quirúrgica”, explica el Dr. Mario Barugel, médico de planta de la sección de oncología del Hospital de Gastroenterología Udaondo, quien agrega: “En esa gente, históricamente la mediana de supervivencia –el tiempo que vive el 50% de los pacientes– rondaba los 6 meses y prácticamente nadie se curaba.
Con el avance de los tratamientos, este tiempo se ha corrido un promedio de dos años e incluso hay quienes pueden llegar a curarse, aún estando en etapas avanzadas del cáncer. Con todo, hay un grupo grande de pacientes metástasicos que tiene que ser tratado en forma continua con quimioterapia y agentes biológicos”.
Por su parte, el Dr. Arnold añade: “Los avances en las combinaciones de los tratamientos de primera línea, el mejor uso de los medicamentos en función de la duración del tratamiento, la suma de nuevas líneas de tratamientos, así como el creciente uso de resección de la metástasis o también de las técnicas de ablación cuando la enfermedad metastásica es irresecable pero todavía localizada, han mejorado notablemente la sobrevida global.
Con sobrevidas globales promedio de 24 a 30 meses reportadas en los ensayos clínicos estamos en el rango de los tiempos de supervivencia de otras enfermedades ‘crónicas’. Sin embargo, aún queda mucho por hacer”, reflexionó y destacó: “En enfermedad metastásica hay poco conocimiento acerca de las opciones terapéuticas y sobre sus aspectos ‘crónicos’. La mayor parte de la información debe ser distribuida, y es de esperar que esto tenga impacto en el importante campo del diagnóstico precoz. El cáncer colorrectal es una enfermedad curable, este es el mensaje más importante”. (Asteriscos TV).
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