JUNIN: La comuna podrá tomar proyectos de inversores privados para obras.

JUNIN, Agosto 24, (PUNTO CERO-La Verdad) La Municipalidad podrá definir la ejecución de obras para la ciudad sin tener que echar mano al erario público sino aceptando las iniciativas que presenten inversores privados. Esa potestad, originada en una propuesta del propio Departamento Ejecutivo y que desde ayer está contemplada por una ordenanza sancionada por el Concejo Deliberante, le otorga a la comuna la posibilidad de poner en manos de inversionistas “de riesgo” las construcciones que éstos les sugieran, previo análisis de los proyectos respectivos. La norma que regula el tema fue aprobada por todos los concejales y ahora deberá ser promulgada por el Ejecutivo, último paso administrativo para poder abrir las puertas a los capitales interesados en construir. Pablo Petraglia, presidente del bloque de la UCR, detalló los trámites que deben efectuar los actores privados para invertir en obra pública.
“Se deben presentar ante el Departamento Ejecutivo con su proyecto técnico y la ecuación económica – financiera. Así se abre un dictamen de oportunidad, mérito y consecuencia, con la supervisión de las secretarías de Obras Públicas, Hacienda y Gobierno, que decidirán si al municipio le interesa o no su propuesta particular”, señaló.Según el titular de la bancada oficialista, para quien este asunto fue el más importante de los tratados hasta el momento en el cuerpo legislativo local, a través del mecanismo de la inversión de riesgo surgida de un interés privado se llevarían a cabo la autopista Pergamino-Pilar y se concretó, en Mar del Plata, el estacionamiento subterráneo de la plaza Colón. De todos modos, la concreción de la obra se decidirá por licitación. O sea que quien presenta la idea no es necesariamente el que gana, puesto que se debe respetar el régimen de la contabilidad y de contratación del Estado. “El dueño del proyecto se e presenta y si gana la licitación hace la obra, pero si no tiene un derecho de compensación de un diez por ciento por haber sido el autor”, aclaró Petraglia.
La ordenanza no fija límites de costo ni plazos de ejecución, aunque en este punto el concejal resaltó que la obra propuesta tiene que ser útil al municipio y al proyectista le tienen que cerrar la cuenta económico-financiera, porque “esto involucrará bienes municipales que hay que darlos en concesión mediante el pago de algún canon o como se estipule en los pliegos licitatorios”.“Obviamente, estamos hablando de bienes que luego de terminado el período de concesión quedan en poder de la Municipalidad”, subrayó.
El proyecto de ordenanza fue remitido por el equipo de Mario Meoni el 6 de junio e iba a ser tratado en la sesión ordinaria anterior, pero una serie de desacuerdos en el seno del Concejo hizo que el expediente volviera a la comisión correspondiente (Obras Públicas, Transporte y Tránsito) para volver a ser analizado.“Hubo dos o tres objeciones en el hecho de que, en un principio, la decisión final quedaba en poder del secretario de Obras y Servicios Públicos. Hubo un intento de hacer partícipe a mucha más gente en la decisión, pero teníamos el antecedente de Bahía Blanca, donde se había creado una comisión tan numerosa que en dos años no hicieron obra”, manifestó Pablo Petraglia.

El gorila de Franco
Cuando promediaba la sesión de ayer, el concejal Alejandro Franco sorprendió a todos con una historia de color, risueña, que terminó con un mensaje entrelíneas de tono agresivo pero sin destinatario preciso.Tomando a un gorila de juguete que había posado en su atril al iniciar la sesión, bautizado “Totino”, el concejal del Frente para la Victoria “Hacer por Buenos Aires expresó: “Totino es un gorilita de mi hija. El otro día viendo un documental dijeron que (esa especia de animales) estaban en extinción y yo le dije que no, que eso era una mentira. Están agazapados, no se ven, pero siempre están en el fondo (sic). Y lo traje a dar una vuelta por acá, porque se que a lo mejor le puedo conseguir algún amiguito o amiguita”. (PUNTO CERO-La Verdad).