(Infoazuldiario). Alicia Tabarés moviliza a las manzaneras.
En el eseverrismo, las mujeres buscan anexar la figura de Helios Eseverri a su hijo para instalarlo como una continuidad, utilizando una estrategia similar que se usó en 2007.El PJ enfatiza sobre lo local y quiere dar una imagen antipersonalista.
El peronismo disidente se presenta como la opción del voto independiente anti-K.La Coalición Cívica espera para el 30 de mayo la visita de Carrió y Stolbizer.Tanto Kirchner como Carrió como De Narváez, Solá o Macri arman las listas desde su casa.Esta elección es una verdadera caja de Pandora, aunque probablemente se polarice en un voto K y uno anti-K.
Para gobernar no hace falta tanto saber mucho sobre los temas más relevantes del momento ni tampoco tener una determinada edad, o años de experiencia política, y si bien todo esto debería concurrir en algún porcentaje, lo más importante es tener "buen juicio".
El buen juicio es propio de la inteligencia, es decir, del buen razonamiento, que no es otra cosa que saber decidir por la mejor opción frente a un menú de datos o situaciones. Y la convicción no alcanza para fundamentar o disculpar una falta, aunque sea momentánea, de buen juicio.
Pero ¿cuál sería la mejor opción o solución? En principio, la que perjudica a menos gente. Es cierto que, ante un determinado problema, el gobernante decide por un camino y excluye los otros posibles. Si lo hace con "buen juicio", optará por la solución que afecte a menos personas y que no se pase de medida (factor ideológico y de justicia), que preserve el consenso de la gente (factor político), y que no vulnere las normas (factor institucional).
El Gobierno venía con viento de cola hasta marzo de 2008, y por una decisión generada no precisamente del buen juicio, terminó perdiendo gran parte de su popularidad, al punto que la ecuación de 7 a 3 que gozaba hasta entonces en todo el territorio nacional, se revirtió asombrosamente, y hoy el Gobierno debe apelar a las candidaturas testimoniales para poder ganar en la provincia de Buenos Aires.
Y todo porque faltó ese "buen juicio" para manejar situaciones que en ese momento ni siquiera eran conflictivas porque el sector agropecuario no estaba cuestionando el 35 por ciento de retenciones que estaba pagando. Para ver la dimensión que tuvo ese conflicto, basta imaginar cuál sería la imagen del Gobierno hoy pero sin aquella Resolución 125.
El kirchnerismo cometió el error al transformar aquella puja en una guerra maniquea y cósmica entre el bien (el Gobierno) y el mal (el campo).
Alguna vez, Helios Eseverri le dijo a Liliana Schwindt: " Los que son malos para vos, son buenos para mí".
De esa manera, el Intendente fallecido sintetizaba el a, b, c de la política concebida como una puja de intereses y no como una pelea dramática y maniquea entre dos bandos que representan la bondad y la maldad en estado puro.
Podría admitirse que hace un año había un sector que estaba agazapado esperando dar el zarpazo, pero aun así no lo podría haber dado sin ese disparador o facilitador de situaciones que fue la Resolución 125.
¿A qué viene todo esto?
A que en virtud de aquella falta de buen juicio, el Gobierno perdió aliados estratégicos peronistas y no peronistas, le dio fundamento a la oposición, la unió y la transformó en una alternativa de poder. Y una elección que debió ser meramente legislativa y ganada al trote, terminará siendo un verdadero plebiscito cargado de dramatismo y de pruebas de fe por un modelo económico-político en una adscripción casi religiosa.
Para gobernar no hace falta tanto saber mucho sobre los temas más relevantes del momento ni tampoco tener una determinada edad, o años de experiencia política, y si bien todo esto debería concurrir en algún porcentaje, lo más importante es tener "buen juicio".
El buen juicio es propio de la inteligencia, es decir, del buen razonamiento, que no es otra cosa que saber decidir por la mejor opción frente a un menú de datos o situaciones. Y la convicción no alcanza para fundamentar o disculpar una falta, aunque sea momentánea, de buen juicio.
Pero ¿cuál sería la mejor opción o solución? En principio, la que perjudica a menos gente. Es cierto que, ante un determinado problema, el gobernante decide por un camino y excluye los otros posibles. Si lo hace con "buen juicio", optará por la solución que afecte a menos personas y que no se pase de medida (factor ideológico y de justicia), que preserve el consenso de la gente (factor político), y que no vulnere las normas (factor institucional).
El Gobierno venía con viento de cola hasta marzo de 2008, y por una decisión generada no precisamente del buen juicio, terminó perdiendo gran parte de su popularidad, al punto que la ecuación de 7 a 3 que gozaba hasta entonces en todo el territorio nacional, se revirtió asombrosamente, y hoy el Gobierno debe apelar a las candidaturas testimoniales para poder ganar en la provincia de Buenos Aires.
Y todo porque faltó ese "buen juicio" para manejar situaciones que en ese momento ni siquiera eran conflictivas porque el sector agropecuario no estaba cuestionando el 35 por ciento de retenciones que estaba pagando. Para ver la dimensión que tuvo ese conflicto, basta imaginar cuál sería la imagen del Gobierno hoy pero sin aquella Resolución 125.
El kirchnerismo cometió el error al transformar aquella puja en una guerra maniquea y cósmica entre el bien (el Gobierno) y el mal (el campo).
Alguna vez, Helios Eseverri le dijo a Liliana Schwindt: " Los que son malos para vos, son buenos para mí".
De esa manera, el Intendente fallecido sintetizaba el a, b, c de la política concebida como una puja de intereses y no como una pelea dramática y maniquea entre dos bandos que representan la bondad y la maldad en estado puro.
Podría admitirse que hace un año había un sector que estaba agazapado esperando dar el zarpazo, pero aun así no lo podría haber dado sin ese disparador o facilitador de situaciones que fue la Resolución 125.
¿A qué viene todo esto?
A que en virtud de aquella falta de buen juicio, el Gobierno perdió aliados estratégicos peronistas y no peronistas, le dio fundamento a la oposición, la unió y la transformó en una alternativa de poder. Y una elección que debió ser meramente legislativa y ganada al trote, terminará siendo un verdadero plebiscito cargado de dramatismo y de pruebas de fe por un modelo económico-político en una adscripción casi religiosa.
El lápiz de todos
El gobernador Daniel Scioli deja flotando la duda de que su candidatura podría no ser testimonial, primero, para captar votos y segundo para no dejarlo mal parado al juez Manuel Blanco con su fallo en contra de las impugnaciones.
Nada de esto hubiese sido necesario si no se hubiese cometido aquella falta de "buen juicio" de marzo de 2008.
En ese sentido, José Eseverri no sería doble candidato testimonial, aunque pudo haberlo sido solamente de senador sin necesidad de encabezar la lista distrital.
Es asombroso ver como la oposición se neutraliza en su crítica a las testimoniales, porque el Pro, si bien aprueba los fundamentos de la impugnación que hicieron los abogados del Acuerdo Cívico y Social, también les cuestiona a esta fuerza que ellos mismos incurran en lo mismo que están impugnando. Jorge Macri confesó su asombro cuando se enteró que Mariano Grau y Juan Carlos Simón apostaban a senador y si perdían se quedaban donde estaban, al frente de sus respectivos municipios. Es decir, no arriesgaban nada y de algún modo quedan inhabilitados para criticar las candidaturas testimoniales. En cuanto a lo ético, no habría entonces ninguna diferencia con la candidatura del Gobernador.
Y en todo esto, también faltó el "buen juicio", aunque el sustrato de todo esto sea la ausencia de partidos políticos y la falta de reglas de juego claras para dirimir las candidaturas. Tanto Kirchner como Carrió como De Narváez, Solá o Macri arman las listas desde su casa, por decirlo de una manera gráfica.
El gobernador Daniel Scioli deja flotando la duda de que su candidatura podría no ser testimonial, primero, para captar votos y segundo para no dejarlo mal parado al juez Manuel Blanco con su fallo en contra de las impugnaciones.
Nada de esto hubiese sido necesario si no se hubiese cometido aquella falta de "buen juicio" de marzo de 2008.
En ese sentido, José Eseverri no sería doble candidato testimonial, aunque pudo haberlo sido solamente de senador sin necesidad de encabezar la lista distrital.
Es asombroso ver como la oposición se neutraliza en su crítica a las testimoniales, porque el Pro, si bien aprueba los fundamentos de la impugnación que hicieron los abogados del Acuerdo Cívico y Social, también les cuestiona a esta fuerza que ellos mismos incurran en lo mismo que están impugnando. Jorge Macri confesó su asombro cuando se enteró que Mariano Grau y Juan Carlos Simón apostaban a senador y si perdían se quedaban donde estaban, al frente de sus respectivos municipios. Es decir, no arriesgaban nada y de algún modo quedan inhabilitados para criticar las candidaturas testimoniales. En cuanto a lo ético, no habría entonces ninguna diferencia con la candidatura del Gobernador.
Y en todo esto, también faltó el "buen juicio", aunque el sustrato de todo esto sea la ausencia de partidos políticos y la falta de reglas de juego claras para dirimir las candidaturas. Tanto Kirchner como Carrió como De Narváez, Solá o Macri arman las listas desde su casa, por decirlo de una manera gráfica.
El kirchnerismo, en sus dos versiones
La campaña política muestra algunas cosas.
En primer lugar, un resultado en la provincia de Buenos Aires todavía incierto, aunque en los distritos el escenario es bastante más claro.
En Olavarría, las encuestas de diferente origen lo dan a José Eseverri como ganador. Seguramente, la astucia política que creó esta figura de la candidatura testimonial contribuyó a esto.
Desde el espacio del Intendente suponen que, además de la calidad de su gestión, la falta de definiciones con las listas de Unión Pro ha ido consolidando la lista de candidatos que encabeza, aunque de modo testimonial, José Eseverri. Y minimizan el riesgo que significaría no sacar la misma cantidad de votos que en 2007, que fueron unos 22.000, y que el 28 de junio deberían ser más por la presencia y el aporte directo de Alicia Tabarés.
Dentro del kirchnerismo, el Partido Justicialista ya largó la campaña con volantes con las fotos de Miguel Santellán, Adriana Capuano y Alberto Hernández, pero sin ninguna mención a los Kirchner. Y eso fue lo que llamó la atención, "como si fuera un vecinalismo", apuntó un dirigente político algo asombrado por el texto.
El lema es "Olavarría entre todos", que no es ingenuo sino que tiene toda una intencionalidad política de mostrarse como antipersonalista y contraponerlo a lo que llaman "el estilo José, quien cree que tiene que estar en todos lados porque si no el eseverrismo se cae. Algo así como que todo depende de él o que es imprescindible. Como senador, ya ganaba, entonces no sé por qué corre el riesgo como concejal. Nosotros queremos romper con eso porque además creemos que todo es el producto de una construcción colectiva y solidaria", definen.
El PJ ya tiene su colectora confirmada, que llevará el Nº 2, y se han planteado un trabajo en "tres etapas: ganar el Partido, luego una banca en el Concejo y la Intendencia en 2011 - dijo el secretario general del PJ, Gonzalo Bagú -. Hoy tenemos 5 mil afiliados y estamos trabajando sobre ellos para afianzarnos en esta elección".
Envalentonados por juntar unas 250 personas en un plenario que se hizo el viernes en La Fraternidad, el PJ va por una banca que le sirva de base para las elecciones ejecutivas dentro de dos años.
El corte anti K
El claderismo espera ansioso la visita de Elisa Carrió y Margarita Stolbizer quienes vendrían el 30 de mayo a consolidar los buenos números que hoy puede mostrar la Coalición Cívica.
Ernesto Cladera haría una mejor performance que en 2007 y solo lo podría perjudicar que Stolbizer no mejore sus números, que la elección se polarice por el voto útil entre Kirchner y De Narváez.
El Properonismo especula que el corte de boleta del votante independiente anti K termine favoreciendo a los dos cuerpos superiores de la boleta con lo cual redundaría en un beneficio impensado para los candidatos seccionales.
De ahí precisamente que Julián Abad y Jorge Macri vaticinen que van a ganar al menos dos senadores. De darse esta hipótesis, Julián y Silly podrían tener más votos que los que saquen en el distrito. Porque quien corta, cortaría solamente la distrital y dejaría las dos superiores. Ese es el razonamiento para contrarrestar la caja de Pandora que ya es este comicio.
En Olavarría, salvo el PRO, ninguna de las listas del peronismo disidente tiene nombre.
Este martes se oficializarían todas y tendrían su número.
Una de ellas sería la del MID, y podría tocarle a Liliana Schwindt, quien no tendría problemas en aceptarla porque además cuenta "con la ventaja de ser la Nº 1 y se la encuentra más rápido que otras", comentan. Claudio Carnevale, en Bolívar, estaría en la misma situación, solo que él es felipista.
Liliana disputa un electorado similar al de la lista de los Cura, Urlézaga y gremialistas, lo que generó algunas sospechas hacia esta alianza en los días en que no se sabía si la propuesta electoral de Schwindt seguía en pie. Pero hoy estarían todos oficializados y sólo restan algunas formalidades.
A todo esto, los Cura y aliados inauguran el martes su local en San Martín y Lamadrid, presentarán su lista, y abren otra sede en Azul con Aldo Daher.
Un dato más: Schwindt habría estado a punto de ser segunda concejal de Julián Abad y hubo algún acercamiento el mismo sábado del cierre de listas. Supuestamente, debía autorizar su incorporación Ricardo Pagola pero la presunta respuesta del bolivarense nunca llegó.
La campaña política muestra algunas cosas.
En primer lugar, un resultado en la provincia de Buenos Aires todavía incierto, aunque en los distritos el escenario es bastante más claro.
En Olavarría, las encuestas de diferente origen lo dan a José Eseverri como ganador. Seguramente, la astucia política que creó esta figura de la candidatura testimonial contribuyó a esto.
Desde el espacio del Intendente suponen que, además de la calidad de su gestión, la falta de definiciones con las listas de Unión Pro ha ido consolidando la lista de candidatos que encabeza, aunque de modo testimonial, José Eseverri. Y minimizan el riesgo que significaría no sacar la misma cantidad de votos que en 2007, que fueron unos 22.000, y que el 28 de junio deberían ser más por la presencia y el aporte directo de Alicia Tabarés.
Dentro del kirchnerismo, el Partido Justicialista ya largó la campaña con volantes con las fotos de Miguel Santellán, Adriana Capuano y Alberto Hernández, pero sin ninguna mención a los Kirchner. Y eso fue lo que llamó la atención, "como si fuera un vecinalismo", apuntó un dirigente político algo asombrado por el texto.
El lema es "Olavarría entre todos", que no es ingenuo sino que tiene toda una intencionalidad política de mostrarse como antipersonalista y contraponerlo a lo que llaman "el estilo José, quien cree que tiene que estar en todos lados porque si no el eseverrismo se cae. Algo así como que todo depende de él o que es imprescindible. Como senador, ya ganaba, entonces no sé por qué corre el riesgo como concejal. Nosotros queremos romper con eso porque además creemos que todo es el producto de una construcción colectiva y solidaria", definen.
El PJ ya tiene su colectora confirmada, que llevará el Nº 2, y se han planteado un trabajo en "tres etapas: ganar el Partido, luego una banca en el Concejo y la Intendencia en 2011 - dijo el secretario general del PJ, Gonzalo Bagú -. Hoy tenemos 5 mil afiliados y estamos trabajando sobre ellos para afianzarnos en esta elección".
Envalentonados por juntar unas 250 personas en un plenario que se hizo el viernes en La Fraternidad, el PJ va por una banca que le sirva de base para las elecciones ejecutivas dentro de dos años.
El corte anti K
El claderismo espera ansioso la visita de Elisa Carrió y Margarita Stolbizer quienes vendrían el 30 de mayo a consolidar los buenos números que hoy puede mostrar la Coalición Cívica.
Ernesto Cladera haría una mejor performance que en 2007 y solo lo podría perjudicar que Stolbizer no mejore sus números, que la elección se polarice por el voto útil entre Kirchner y De Narváez.
El Properonismo especula que el corte de boleta del votante independiente anti K termine favoreciendo a los dos cuerpos superiores de la boleta con lo cual redundaría en un beneficio impensado para los candidatos seccionales.
De ahí precisamente que Julián Abad y Jorge Macri vaticinen que van a ganar al menos dos senadores. De darse esta hipótesis, Julián y Silly podrían tener más votos que los que saquen en el distrito. Porque quien corta, cortaría solamente la distrital y dejaría las dos superiores. Ese es el razonamiento para contrarrestar la caja de Pandora que ya es este comicio.
En Olavarría, salvo el PRO, ninguna de las listas del peronismo disidente tiene nombre.
Este martes se oficializarían todas y tendrían su número.
Una de ellas sería la del MID, y podría tocarle a Liliana Schwindt, quien no tendría problemas en aceptarla porque además cuenta "con la ventaja de ser la Nº 1 y se la encuentra más rápido que otras", comentan. Claudio Carnevale, en Bolívar, estaría en la misma situación, solo que él es felipista.
Liliana disputa un electorado similar al de la lista de los Cura, Urlézaga y gremialistas, lo que generó algunas sospechas hacia esta alianza en los días en que no se sabía si la propuesta electoral de Schwindt seguía en pie. Pero hoy estarían todos oficializados y sólo restan algunas formalidades.
A todo esto, los Cura y aliados inauguran el martes su local en San Martín y Lamadrid, presentarán su lista, y abren otra sede en Azul con Aldo Daher.
Un dato más: Schwindt habría estado a punto de ser segunda concejal de Julián Abad y hubo algún acercamiento el mismo sábado del cierre de listas. Supuestamente, debía autorizar su incorporación Ricardo Pagola pero la presunta respuesta del bolivarense nunca llegó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario