(Infoban). Tras el incendio que lo destruyó en diciembre, no se sabe cual será el destino del tradicional reducto cultural de zona norte.
El 7 de diciembre, aparentemente por un cortocircuito, las llamas consumieron el Teatro Bristol de Martínez, el cual durante décadas albergó espectáculos teatrales y funcionó también como cine.
Desde hace un mes un grupo de obreros trabaja removiendo la estructura de lo que fue el Cine Teatro Brístol de Martínez. Algunos vecinos esperanzados quieren que recupere su esplendor, sin embargo los dueños del lugar no quiere adelantar que se levantará en ese predio.
En Avenida Santa Fé al 1861 se ve estacionado un gran camión, los peatones deben esperar a que las máquinas descarguen los escombros para poder pasar. Al observar para adentro, en el interior, se ve simplemente el vacío de aquella sala que albergaba 1600 localidades en total, de la cual no queda nada.
Un empleado del cine, con una antigüedad de más de 30 años, aún se ve triste y comenta la angustia que le genera ver los destrozos, razones no le faltan, ya que de aquello que fue quedan sólo escombros. La planta alta pareciera estar en mejores condiciones pero no se escapó del hollín que manchó todas sus paredes.
En lugar se encontraba María Cristina Camuyrano, “la empresaria” como la llaman los obreros. Ella, Carlos Alberto e Inés Lidia son hijos del fundador del lugar, y los actuales propietarios de la empresa Bentivogli e hijos, quienes dirigen los cines Astro y Bristol.
Cristina Camuyrano no quiere adelantar todavía que se instalará ahí, aparentemente aun se encuentran cerrando negociaciones, pero el empleado adelanta que “cine seguro no va a haber, puede ser que se mantenga el teatro”.
Aquel teatro se inauguró el 23 de marzo de 1933 de la mano de Don Ido, un sastre que levantó el edificio “con ayuda de sus familiares cambiando trajes por ladrillos". “Su escenario fue testigo de las actuaciones de Carlos Gardel, Fernando Ochoa, Libertad Lamarque, Ignacio Corsini, Mercedes Simone, Pedro Vargas, Ortiz Tirado, entre otros.
Mientras la dueña, María Cristina, sube las escaleras lentamente, los obreros remueven los escombros. Las puertas están abiertas de par en par pero esta vez no hay función estreno solo maquinarias que entran y salen para descargar los restos de aquel que solía ser el Cine Teatro Bristol de Martínez.
El 7 de diciembre, aparentemente por un cortocircuito, las llamas consumieron el Teatro Bristol de Martínez, el cual durante décadas albergó espectáculos teatrales y funcionó también como cine.
Desde hace un mes un grupo de obreros trabaja removiendo la estructura de lo que fue el Cine Teatro Brístol de Martínez. Algunos vecinos esperanzados quieren que recupere su esplendor, sin embargo los dueños del lugar no quiere adelantar que se levantará en ese predio.
En Avenida Santa Fé al 1861 se ve estacionado un gran camión, los peatones deben esperar a que las máquinas descarguen los escombros para poder pasar. Al observar para adentro, en el interior, se ve simplemente el vacío de aquella sala que albergaba 1600 localidades en total, de la cual no queda nada.
Un empleado del cine, con una antigüedad de más de 30 años, aún se ve triste y comenta la angustia que le genera ver los destrozos, razones no le faltan, ya que de aquello que fue quedan sólo escombros. La planta alta pareciera estar en mejores condiciones pero no se escapó del hollín que manchó todas sus paredes.
En lugar se encontraba María Cristina Camuyrano, “la empresaria” como la llaman los obreros. Ella, Carlos Alberto e Inés Lidia son hijos del fundador del lugar, y los actuales propietarios de la empresa Bentivogli e hijos, quienes dirigen los cines Astro y Bristol.
Cristina Camuyrano no quiere adelantar todavía que se instalará ahí, aparentemente aun se encuentran cerrando negociaciones, pero el empleado adelanta que “cine seguro no va a haber, puede ser que se mantenga el teatro”.
Aquel teatro se inauguró el 23 de marzo de 1933 de la mano de Don Ido, un sastre que levantó el edificio “con ayuda de sus familiares cambiando trajes por ladrillos". “Su escenario fue testigo de las actuaciones de Carlos Gardel, Fernando Ochoa, Libertad Lamarque, Ignacio Corsini, Mercedes Simone, Pedro Vargas, Ortiz Tirado, entre otros.
Mientras la dueña, María Cristina, sube las escaleras lentamente, los obreros remueven los escombros. Las puertas están abiertas de par en par pero esta vez no hay función estreno solo maquinarias que entran y salen para descargar los restos de aquel que solía ser el Cine Teatro Bristol de Martínez.
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