El país, junto con Brasil, Uruguay y Paraguay, figura entre los diez primeros megaproductores de cultivos transgénicos, con el 35 por ciento de las hectáreas sembradas a nivel mundial.
Así lo destacaron los especialistas Miguel Rapela y Gabriela Levitus durante una exposición sobre Biotecnología en la cumbre de la soja, el encuentro Mercosoja 2011 que se lleva a cabo en la ciudad de Rosario y que finaliza este viernes.
Levitus consideró que "el éxito de los cultivos en la región se debe a la rápida adaptación de la tecnología por parte del sector".
Desde sus comienzos, en 1996, los países del Mercosur han sido jugadores clave en el avance de la biotecnología agrícola, aseguró.
"Considerados adoptadores tempranos, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay sumaron en 2010 unas 52 millones de hectáreas de cultivos genéticamente modificados o transgénicos, lo que representó el 35 por ciento de las 148 millones de hectáreas sembradas con estos cultivos a nivel mundial", aclaró la experta.
Los cuatro países del Mercosur se ubican entre los diez mega-productores de transgénicos del mundo, es decir que producen más de 1 millón de hectáreas.
Brasil ocupa el segundo lugar detrás de Estados Unidos; tercero es Argentina; séptimo, Paraguay y décimo, Uruguay.
Levitus destacó también "la velocidad con que estas tecnologías se introdujeron, generando tasas de adopción sin precedentes y alcanzando, en casos como Argentina, Paraguay y Uruguay, valores cercanos al 100 por 100 del total de cada cultivo".
"Cuando surgió la tecnología, la región estaba preparada para recibirla, adaptarla y usarla, contaba con fitomejoradores de primera línea tanto en empresas privadas como en instituciones públicas, con productores capacitados e innovadores", dijo.
En su exposición, Rapela explicó que la revolución biotecnológica tiene su centro en América, con los Estados Unidos, Brasil y Argentina que, en conjunto, disponen de más de cien eventos transgénicos aprobados.
Acerca de Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, afirmó que "han promulgado leyes de protección de variedades vegetales, de patentes y en todos los casos las han reglamentado".
"Ninguno ha introducido texto alguno para facilitar la interfase entre Derechos de Obtentor y Patentes; todos permiten el patentamiento de tecnologías y componentes biotecnológicos y coinciden en el alcance a la excepción a la materia patentable", sostuvo Rapela.
Así lo destacaron los especialistas Miguel Rapela y Gabriela Levitus durante una exposición sobre Biotecnología en la cumbre de la soja, el encuentro Mercosoja 2011 que se lleva a cabo en la ciudad de Rosario y que finaliza este viernes.
Levitus consideró que "el éxito de los cultivos en la región se debe a la rápida adaptación de la tecnología por parte del sector".
Desde sus comienzos, en 1996, los países del Mercosur han sido jugadores clave en el avance de la biotecnología agrícola, aseguró.
"Considerados adoptadores tempranos, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay sumaron en 2010 unas 52 millones de hectáreas de cultivos genéticamente modificados o transgénicos, lo que representó el 35 por ciento de las 148 millones de hectáreas sembradas con estos cultivos a nivel mundial", aclaró la experta.
Los cuatro países del Mercosur se ubican entre los diez mega-productores de transgénicos del mundo, es decir que producen más de 1 millón de hectáreas.
Brasil ocupa el segundo lugar detrás de Estados Unidos; tercero es Argentina; séptimo, Paraguay y décimo, Uruguay.
Levitus destacó también "la velocidad con que estas tecnologías se introdujeron, generando tasas de adopción sin precedentes y alcanzando, en casos como Argentina, Paraguay y Uruguay, valores cercanos al 100 por 100 del total de cada cultivo".
"Cuando surgió la tecnología, la región estaba preparada para recibirla, adaptarla y usarla, contaba con fitomejoradores de primera línea tanto en empresas privadas como en instituciones públicas, con productores capacitados e innovadores", dijo.
En su exposición, Rapela explicó que la revolución biotecnológica tiene su centro en América, con los Estados Unidos, Brasil y Argentina que, en conjunto, disponen de más de cien eventos transgénicos aprobados.
Acerca de Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, afirmó que "han promulgado leyes de protección de variedades vegetales, de patentes y en todos los casos las han reglamentado".
"Ninguno ha introducido texto alguno para facilitar la interfase entre Derechos de Obtentor y Patentes; todos permiten el patentamiento de tecnologías y componentes biotecnológicos y coinciden en el alcance a la excepción a la materia patentable", sostuvo Rapela.
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