JUNIN, Octubre 17, (PUNTO CERO-La Verdad) Una plataforma eléctrica de elevación vertical, de un funcionamiento parecido al de un ascensor, fue inaugurada en la sucursal local del Banco Río. Se trata de un recurso novedoso para la ciudad, teniendo en cuenta que es el primero de esas características que se instala en una entidad pública, y tiene como fin evitar a las personas discapacitadas el trance siempre dificultoso que significa subir o bajar una escalera para entrar al local.
Julio César Azil, gerente de la sucursal juninense del Río, aseguró que desde hace varios meses estaban buscando una alternativa que facilitara el acceso de ese segmento de clientes al inmueble de calle Lebensohn.
Y la variante más práctica y confiable resultó el montacargas inaugurado ayer, que no sólo estará a disposición de quienes sufran discapacidades permanentes o transitorias, sino que también podrá ser usado por las madres recientes que acarrean a sus bebés en cochecitos. El dispositivo es impulsado por energía eléctrica y cada cliente de la entidad monetaria tendrá una llave personal que le permitirá utilizarlo.
Azil informó que la plataforma va a funcionar de lunes a viernes –siempre y cuando sean días hábiles-, en el horario de 9 a 18, porque “en el eventual caso de que se corte la energía cuando está siendo utilizada, es probable que el discapacitado o quien la está usando quede a mitad de circulación y va a ser necesario que haya gente en la sucursal para que lo baje”.
“Cada cliente de la sucursal que necesita usar la plataforma tiene su llave y aquella persona que no es cliente de la firma, cuenta con un timbre que está conectado a un portero eléctrico existente dentro de la sucursal. Cuando suena ese timbre, alguno de nosotros o el vigilador atiende la llamada y si la persona necesita ingresar al local se la sube por plataforma. Luego, si se vincula al banco, le damos una llave”, detalló ele gerente bancario.Azil sostuvo que tras reconocer a la gran cantidad de gente con distintas capacidades que sufre necesidades extremas, “nos pusimos a buscar alternativas”.
“El desarrollo de la escalera nos daba para construir una rampa como las que habitualmente uno ve, para que la clientela subiera por desnivel, pero iba a quedar muy empinada e iba a resultar imposible que ascendieran en sillas de ruedas, por ejemplo”, señaló. La única diferencia entre este artefacto y un ascensor es que no trabaja de manera automática, sino que tanto para subir como descender, la persona que lo está utilizando debe mantener presionado el botón correspondiente. La demora en llegar desde el piso hasta la puerta de la sucursal se estima cercana a los diez segundos. (PUNTO CERO-La Verdad).
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