LUJAN, Octubre 15, (PUNTO CERO-El Civismo) En una sesión cargada de tensión y agresiones, el voto mayoritario de la oposición consiguió revocarle el mandato a Rubén Leopardi.
Funcionarios y dirigentes del Sindicato de Empleados Municipales golpearon al secretario del bloque de la UCR, Juan Carlos "Pichi" Rodríguez.
Una patota convocada por el gobierno municipal, por pedido expreso de Rubén "Cacho" Leopardi, llenó el recinto del Concejo Deliberante en la noche del jueves. Comandados por el funcionario comunal Enrique Samuel Peñalba, sindicalistas, hinchas del Club Luján, militantes peronistas de Luján y del Conurbano, integrantes de la "JP" y empleados municipales, insultaron a los concejales opositores que argumentaron a favor de la destitución de Leopardi. No obstante la presión, Leopardi fue destituido por el voto mayoritario de la oposición.
El pico de violencia orquestada por el director de Servicios Públicos se registró cuando el radical Manuel Silva terminó de cuestionar la actitud de Leopardi.
Peñalba y su mano derecha, "Toti", junto a un grupo de manifestantes, golpearon al secretario del bloque de la UCR, Juan Carlos "Pichi" Rodríguez. A piñas, empujones y patadas en el trasero lo obligaron a bajar la escalera del palacio municipal y lo depositaron en una oficina de Atención al Consumidor.
Mientras tanto, un grupo de funcionarios un tanto más racionales frenaron a otros sindicalistas y al también funcionario Martín Peredo, quien quiso pegarle al concejal Silva. Por su parte, Peñalba y dos laderos se arrimaron a la banca del vecinalista Oscar Luciani para "invitarlo" a pelear.
Quien tenía la responsabilidad de poner orden era, justamente, Leopardi, uno de los que incentivó la convocatoria (ver recuadro). Diferentes dirigentes políticos como Juan Ramos y David Cusa se acercaron a su sillón para pedirle que suspendiera la sesión, que desalojara la sala o que llamara a la Policía. La concejal Liliana Molina le pedía lo mismo a los gritos.
"Esto lo generás vos, frenalo vos", le dijeron. Leopardi puso la misma cara que aquel empleado de "El Gavilán" que fue fotografiado mientras conectaba una manguera desde un tanque atmosférico a un caño de la red cloacal.
"¿SOS PERONISTA?"
La vecinalista Amanda Robles fue la primera en pedir la palabra. Recordó los argumentos que son de público conocimiento: las denuncias de los vecinos por vuelcos clandestinos de la empresa familiar de Leopardi en un estacionamiento de la calle 9 de Julio y en una propiedad de avenida Avellaneda; el pedido verbal para que el concejal oficialista se aleje de la Presidencia; el silencio del implicado; la nota para sugerirle que se tome una licencia y finalmente la sesión especial para destituirlo. "Con un acto de grandeza suyo, se evitaba esta sesión", planteó Robles.
Salvo insultos aislados, fue la concejal que se pudo expresar con mayor libertad. El resto de los concejales opositores que solicitaron la palabra tuvieron que hablar entre puteadas, agresiones verbales, y mucho bombo, uno de ellos agitado por la hija de Peñalba.
El encono mayor de los patoteros princistas se registró cuando habló el justicialista Humberto Guibaud. "Traidor" fue lo más elegante que le gritaron. Leopardi no llamaba al orden. No hizo lo mismo que cuando la barra del Concejo fue saturada con gente de Jáuregui, harta por la contaminación. El jueves no amenazó con llamar a la fuerza pública.
"No vamos analizar si se cometió un delito o una contravención. Leopardi cometió un error y no compró el sillón de la Presidencia", expresó Guibaud. Peñalba, transformado en la auténtica autoridad de la sesión, lo cortó con una pregunta: "¿Sos peronista o no sos peronista, carajo?". Eso dio pie a que otro neokirchnerista de apellido Silva, de Open Door, acotara: "Defendé la causa peronista, traidor".
"Los compañeros peronistas no tienen que votar en contra (sic) de una destitución y plegarse a la gorilada", completó Peñalba.
En medio de la alocución de Guibaud, el funcionario Peñalba otra vez interrumpió y mirando a Susana Haurié le dijo: "Vos gorda callate, que con vos no es".
De poco sirvió que los concejales opositores le pidieran a Leopardi que frenara las agresiones. Sólo atinó en puñado de veces a apretar el timbre de su escritorio.
Guibaud no sólo dio las razones que llevaron a su bloque a votar la destitución, sino que planteó la posibilidad de trabajar en comisión "para que el compañero Peñalba y todos los que quieran se puedan expresar libremente". Su moción no encontró eco. Estaba claro que los defensores de Leopardi no tenían intenciones de sostener un debate.
"Los presidentes de bloques le pedimos, le sugerimos, le solicitamos que diera un paso al costado y que otro integrante de su bloque asuma su responsabilidad. Y hago esta aclaración porque si yo formara parte de su bloque, esto mismo, en lugar de pedirlo, de solicitarlo, de sugerirlo, se lo hubiéramos exigido", dijo Guibaud.
"Los peronistas no nos asustamos porque nos vengan a apretar. Decía Perón que hay que pensar siempre que el hombre es bueno, pero si se lo vigila es mejor. Y si se lo vigila y se le descubre una transfugueada hay que sancionarlo", dijo Guibaud, rodeado de insultos y redoblantes.
"Se han cometido errores graves y perniciosos. No nos piden que defendamos lo indefendible. Compañeros del Frente Para la Victoria, recapaciten: primero Luján, primero la Patria y no pongan por delante cuestiones personales", redondeó el justicialista.
Manuel Silva se encargó de repasar los hechos que despertaron el hartazgo vecinal. Y para ello se remontó a denuncias contra "El Gavilán" que aparecían ya en 1998.
"A este Concejo debemos revalorizarlo, jerarquizarlo y lograr ejemplaridad en la conducta de quienes lo integramos. Realmente, la actitud y la conducta del actual presidente no nos representa y no se condice con esa finalidad. Por eso apoyamos la revocación del mandato del presidente Leopardi", expresó el presidente del bloque radical.
Desde el Frente Para la Victoria, la única argumentación seria la realizó Ariel Notta. El presidente de esa bancada, luego de pedir calma a los presentes, salió al cruce de los argumentos de quienes sostenían la destitución. "Los vecinos que denunciaron a la empresa 'El Gavilán' no impidieron que Leopardi fuese concejal en dos ocasiones y asumiera la Presidencia en diciembre de 2005. Creemos que la denuncia de los vecinos no es condición suficiente para que Leopardi deje el cargo de presidente", manifestó.
Según Notta, "esto genera un antecedente peligroso y no asegura que ninguno de los ediles de este cuerpo pueda asumir y conducir la responsabilidad de presidir el Concejo".
"El pedido expreso de los vecinos que denunciaron era que a esto no se le diera uso político o partidario. Ellos en ningún momento solicitaron que Leopardi deje de ser presidente del Concejo. Sí pedían la resolución del problema que los afectaba", concluyó Notta
LA DESPEDIDA
La votación arrojó el resultado pronosticado. Por eso se había movilizado al aparato. Leopardi fue destituido por los votos por la afirmativa de Ilma Vieiro (Mi Ciudad), Amanda Robles (Unión Vecinal), Oscar Luciani (Unión Vecinal), Héctor Melo (Unión Vecinal), Liliana Molina (UCR), Manuel Silva (UCR), Pablo Tonini (PJ "Lealtad"), Humberto Guibaud (PJ "Lealtad") y Susana Haurié (PJ "Lealtad"). Nueve votos contra ocho.
La presidencia del cuerpo, hasta tanto se llame a una nueva sesión especial para nombrar nuevas autoridades, quedó en manos del vecinalista Héctor Melo.
Ya sentado en una banca, Leopardi pidió la palabra para victimizarse y darle más sentido a la presencia de los muchachos. "No le debo explicaciones a los compañeros concejales. En primer lugar porque no estoy a cargo de la empresa. En segundo lugar porque no se ha comprobado nada", dijo el concejal. Adelantó, en ese marco, que se presentará en la Justicia para que quienes lo acusaron den explicaciones.
Leopardi afirmó que "El Gavilán" realiza sus vuelcos en Pilar y le pidió a "Guibaud en particular que revise las boletas de la empresa a nombre de mi hijo".
"No sé qué pasará con Melo en la Presidencia. Es un problema de quienes se hicieron cargo de esta situación. Espero que no le revoquen el mandato, pero le pediría que aguante en el cargo porque no debió ser nombrado como vicepresidente primero. Espero que los proyectos que espera Luján empiecen a salir fluidos, ahora que yo no obstruyo su tratamiento", dijo Leopardi.
Terminó de hablar y decenas de empleados municipales se acercaron a saludarlo. Leopardi culminó en andas de "Toti" y Peñalba, los líderes del sindicato municipal y de la patota que denigró al Concejo en la noche del jueves.
Mientras los manifestantes festejaban con Leopardi la nada misma, un grupo de funcionarios cercanos al intendente Miguel Prince (tan cercanos como Peñalba) se acercaron a algunos concejales opositores para asegurarles una salida sin agresiones.
Todo orquestado
La presencia de los violentos en el Concejo no fue una asistencia espontánea. Según confirmó a este medio el concejal Silva, en la mañana del jueves, en el bloque del FPV, se reunieron Peñalba, Notta y Leopardi. Allí se acordaron los detalles de la organización patoteril. Por ello, los muchachos de Peñalba, director de Servicios Públicos, llegaron y se fueron en colectivos, tuvieron tiempo de colocar banderas dentro y fuera del recinto y de posicionar estratégicamente a algunos manifestantes.
Peñalba armó la escenografía: "Ustedes dos, atrás de Silva. Ustedes, con la bandera grande del sindicato, atrás del sillón de Leopardi. Ustedes, con los bombos, en la nuca de Guibaud", ordenó el jefe del Taller Nº 1.
También se encargó de la desconcentración, que se realizó con batir de bombos y en colectivo, como llegaron, actividad que habría tenido un costo de 10 pesos por compañero.
Enérgicos repudios
Al cierre de esta edición, el bloque de concejales de la Unión Cívica Radical acercó un breve comunicado en el que expresa "su más enérgico repudio y condena a las agresiones físicas y verbales perpetradas por el señor Enrique Peñalba, director de Servicios Públicos del Municipio y secretario general del Personal Municipal de Luján, contra el secretario del bloque, señor Juan Carlos "Pichi" Rodríguez, en ocasión de la sesión especial del jueves 12 de octubre convocada para revocar el mandato del presidente del Honorable Concejo Deliberante, Sr. Rubén Leopardi".Por su parte, telefónicamente, el presidente de la Unión Vecinal, Gerardo Amado, manifestó un "rechazo enérgico y rotundo a la actitud antidemocrática ocurrida en el Concejo e inspirada por el gobierno municipal". (PUNTO CERO-El Civismo).
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