BUENOS AIRES, Marzo 27, (PUNTO CERO-La Política OnLine) Supuestas violaciones de una menor, licitaciones sospechadas de corrupción, amenazas cruzadas, protestas populares y negociaciones políticas se esconden detrás de la reciente intervención del Consejo Escolar de San Martín, que en rigor es la expresión más visible de la durísima interna que enfrenta al gobernador Felipe Solá y al diputado ultra kirchnerista Dante Dovena.
El escándalo estalló cuando trascendió que una niña de 13 años había sido víctima de una violación por parte del albañil Horacio Cabañas Medina, que realizaba obras en la escuela 51 de José León Suárez.
La decisión posterior del Juzgado de Garantías Número 5 de San martín de cambiar la carátula de la causa de violación a estupro y disponer la liberación de Cabañas Medina, provocó la previsible reacción popular que se expresó a través de marchas y protestas públicas.
Pero detrás del hecho que marca la profunda decadencia del sistema educativo bonaerense y la inseguridad alarmante con que deben convivir los ciudadanos, se esconde una interna política de altísimo voltaje.
El diputado kirchnerista Dante Dovena es uno de los más fieles soldados del presidente y en especial de su mujer Cristina de Kirchner. Fue su jefe de campaña en las elecciones bonaerenses del 2005 y se lo da como número puesto para integrar un eventual gabinete de la Primera Dama.
Sin embargo, por alguna razón que desconcierta a lo más alto de la Casa Rosada –en especial a Alberto Fernández-, el diputado Dovena tiene como principal proyecto político ser el próximo intendente del convulsionado municipio de San Martín.
Su principal rival es entonces el actual mandatario comunal Ricardo Ivoskus, un radical que se pasó a las filas del ARI de Lilita Carrió y ahora coquetea con el kirchnerismo a través del gobernador Felipe Solá.
Prueba de su cercanía con el oficialismo es que Ivoskus está en este momento en Italia acompañando al vicepresidente y candidato a gobernador Daniel Scioli.
Este intendente forma parte de un grupo de mandatarios de origen radical que miran con dudas al kirchnerismo y que Felipe Solá apuesta a juntar en un paquete, para así tener algo que negociar con la Casa Rosada que minuto a minuto lo margina cada vez más de las decisiones centrales y el armado político para las elecciones de octubre.
La batalla del Consejo
El Consejo Escolar de San Martín estuvo históricamente conducido por Carlos “El Ruso” Balaguer y su mujer Ahida García, dos dirigentes de origen menemista que en las elecciones del 2005 enfrentaron al kirchnerismo.
El triunfo de Cristina Kirchner permitió a Dovena obtener la mayría en el Consejo Escolar de San martín –los consejeros escolares se eligen por voto directo- y desplazar así a Balaguer y su mujer. Quedó entonces al frente de la institución Ana María Kalapis, una dirigente que pasó a alinearse con el diputado Dovena.
Los colaboradores del diputado sostienen que desde entonces el Consejo fue permanentemente hostigado –con amenazas y ataques como rotura de ventanas- por gente supuestamente vinculada a Balaguer, y agregan que este dirigente estaba herido porque perdió una importante fuente de poder y negocios.
“Balaguer tenía una verdulería antes de entrar al Consejo y ahora tienen varias empresas y hasta una flota de ambulancias”, es la acusación más liviana de las que esgrimen.
Lo cierto es que la directora de Escuela bonaerense, Adriana Puigross, resolvió finalmente intervenir el Consejo, aunque sin mencionar el escándalo causado por la violación y ateniéndose a citar irregularidades administrativas en su gestión.
La desplazada Kalapis se fue denunciando que la medida era parte de una maniobra política para intentar desprestigiar a Dovena.
Conspiraciones
El intendente Ivoskus es un hombre hermético con fama de honesto y una muy pobre gestión, según afirman vecinos de San Martín, que se mueren de envidia al ver las obras que realiza en la vecina San Isidro Gustavo Posse. Es casi un lugar común en la política local afirmar que “la municipalidad la maneja Daniel Ivoskus”, hijo del intendente.
Luego del escándalo del Consejo Escolar, desde el sector político de Dovena creyeron descubrir una flamante alianza entre su enemigo Balaguer y el hijo del intendente, que a su vez, sería el nexo habitual entre su padre y Felipe Solá.
Los Consejos Escolares tienen entre sus funciones las de contratar las obras necesarias en las escuelas. Como se sabe en la política argentina, obras son amores. Pero existe un límite a esta facultad. Cualquier obra superior a los 200 mil pesos debe definirse en la gobernación.
Según la gente de Dovena, una de las empresas contratadas, Cosivial SA, tendría una excelente relación con Balaguer y con el viceministro de Desarrollo Social bonaerense, Gabriel Katopodis. Con la intervención del Consejo Escolar de San Martín, ahora el gobierno de Felipe Solá controla de manera directa las obras en el distrito.
Y por si le faltaran condimentos a la trama, en las últimas horas apareció el nombre de la ex sindicalista de los maestros y ex funcionaria de la Alianza, Mary Sánchez, reciclada como directora Socioeducativa de Felipe Solá.
Esta funcionaria, durante el gobierno de la Alianza tuvo que dejar su cargo al frente del Instituto que regula la actividad de las cooperativas en medio de un escándalo por supuestas maniobras irregulares que salpicaron a sus hijos. Hoy su nombre vuelve a aparecer vinculado a episodios dudosos.
Mentiras oficiales
Sin embargo, detrás de esta pelea de poder y negocios, existe una realidad lamentable, que todos los políticos involucrados no parecen tener tiempo de atender. Luego de la violación los docentes de José León Suárez emitieron un comunicado lacerante.
“Lo ocurrido en la escuela 51, no es sino la gota que rebalsa el vaso de una dramática situación que vivimos, no sólo en nuestro establecimiento, sino también en otras instituciones educativas del conurbano bonaerense”, afirmaron los maestros, y denunciaron que “nuestra escuela padece desde hace muchos años techos de chapa llenos de fisuras, caños rotos, paredes endebles, pozos ciegos abiertos y ventanas sin vidrios”.
“La escuela parece una suerte de galpón donde arrojar lo que el sistema ve como desperdicios. Así es, el Estado construyó una escuela para pobres. No posee gas natural y mucho menos una línea telefónica”, agrega el dramático texto de los docentes, que recuerda que el año pasado la escuela fue tomada por los papás de los alumnos que exigían una mejora en las condiciones que sufrían a diario sus hijos.
Ante el escándalo, recuerdan los maestros, “se acercaron representantes del Consejo Escolar de San Martín, funcionarios de La Plata, y hasta el propio ministro Randazzo. Todos parecieron consternarse mucho y prometieron hacer algo. Luego de idas y venidas, de fechas incumplidas y de nuevas tomas, llegó el día: la licitación se realizó y una empresa quedó como adjudicataria de los arreglos”.
“Sin embargo, con consternación y rabia, durante todos estos meses fuimos observando como todos los arreglos se hacían mal, como los tiempos se iban dilatando y como habían quedado fuera del pliego, pese a ser lo prioritario, temas urgentes tales como baños, vidrios, la reja del frente”.
“Y ocurrió esta desgracia. Cuando cayó la reja, las autoridades tanto de primaria como de secundaria hicieron (y siguieron haciendo) los correspondientes reclamos. ¿Cuánto le costaba al Estado invertir en una reja? Es evidente que si la escuela hubiese estado cerrada, una vez que las clases finalizaron, nada hubiera ocurrido”, concluyen los maestros.
El escándalo estalló cuando trascendió que una niña de 13 años había sido víctima de una violación por parte del albañil Horacio Cabañas Medina, que realizaba obras en la escuela 51 de José León Suárez.
La decisión posterior del Juzgado de Garantías Número 5 de San martín de cambiar la carátula de la causa de violación a estupro y disponer la liberación de Cabañas Medina, provocó la previsible reacción popular que se expresó a través de marchas y protestas públicas.
Pero detrás del hecho que marca la profunda decadencia del sistema educativo bonaerense y la inseguridad alarmante con que deben convivir los ciudadanos, se esconde una interna política de altísimo voltaje.
El diputado kirchnerista Dante Dovena es uno de los más fieles soldados del presidente y en especial de su mujer Cristina de Kirchner. Fue su jefe de campaña en las elecciones bonaerenses del 2005 y se lo da como número puesto para integrar un eventual gabinete de la Primera Dama.
Sin embargo, por alguna razón que desconcierta a lo más alto de la Casa Rosada –en especial a Alberto Fernández-, el diputado Dovena tiene como principal proyecto político ser el próximo intendente del convulsionado municipio de San Martín.
Su principal rival es entonces el actual mandatario comunal Ricardo Ivoskus, un radical que se pasó a las filas del ARI de Lilita Carrió y ahora coquetea con el kirchnerismo a través del gobernador Felipe Solá.
Prueba de su cercanía con el oficialismo es que Ivoskus está en este momento en Italia acompañando al vicepresidente y candidato a gobernador Daniel Scioli.
Este intendente forma parte de un grupo de mandatarios de origen radical que miran con dudas al kirchnerismo y que Felipe Solá apuesta a juntar en un paquete, para así tener algo que negociar con la Casa Rosada que minuto a minuto lo margina cada vez más de las decisiones centrales y el armado político para las elecciones de octubre.
La batalla del Consejo
El Consejo Escolar de San Martín estuvo históricamente conducido por Carlos “El Ruso” Balaguer y su mujer Ahida García, dos dirigentes de origen menemista que en las elecciones del 2005 enfrentaron al kirchnerismo.
El triunfo de Cristina Kirchner permitió a Dovena obtener la mayría en el Consejo Escolar de San martín –los consejeros escolares se eligen por voto directo- y desplazar así a Balaguer y su mujer. Quedó entonces al frente de la institución Ana María Kalapis, una dirigente que pasó a alinearse con el diputado Dovena.
Los colaboradores del diputado sostienen que desde entonces el Consejo fue permanentemente hostigado –con amenazas y ataques como rotura de ventanas- por gente supuestamente vinculada a Balaguer, y agregan que este dirigente estaba herido porque perdió una importante fuente de poder y negocios.
“Balaguer tenía una verdulería antes de entrar al Consejo y ahora tienen varias empresas y hasta una flota de ambulancias”, es la acusación más liviana de las que esgrimen.
Lo cierto es que la directora de Escuela bonaerense, Adriana Puigross, resolvió finalmente intervenir el Consejo, aunque sin mencionar el escándalo causado por la violación y ateniéndose a citar irregularidades administrativas en su gestión.
La desplazada Kalapis se fue denunciando que la medida era parte de una maniobra política para intentar desprestigiar a Dovena.
Conspiraciones
El intendente Ivoskus es un hombre hermético con fama de honesto y una muy pobre gestión, según afirman vecinos de San Martín, que se mueren de envidia al ver las obras que realiza en la vecina San Isidro Gustavo Posse. Es casi un lugar común en la política local afirmar que “la municipalidad la maneja Daniel Ivoskus”, hijo del intendente.
Luego del escándalo del Consejo Escolar, desde el sector político de Dovena creyeron descubrir una flamante alianza entre su enemigo Balaguer y el hijo del intendente, que a su vez, sería el nexo habitual entre su padre y Felipe Solá.
Los Consejos Escolares tienen entre sus funciones las de contratar las obras necesarias en las escuelas. Como se sabe en la política argentina, obras son amores. Pero existe un límite a esta facultad. Cualquier obra superior a los 200 mil pesos debe definirse en la gobernación.
Según la gente de Dovena, una de las empresas contratadas, Cosivial SA, tendría una excelente relación con Balaguer y con el viceministro de Desarrollo Social bonaerense, Gabriel Katopodis. Con la intervención del Consejo Escolar de San Martín, ahora el gobierno de Felipe Solá controla de manera directa las obras en el distrito.
Y por si le faltaran condimentos a la trama, en las últimas horas apareció el nombre de la ex sindicalista de los maestros y ex funcionaria de la Alianza, Mary Sánchez, reciclada como directora Socioeducativa de Felipe Solá.
Esta funcionaria, durante el gobierno de la Alianza tuvo que dejar su cargo al frente del Instituto que regula la actividad de las cooperativas en medio de un escándalo por supuestas maniobras irregulares que salpicaron a sus hijos. Hoy su nombre vuelve a aparecer vinculado a episodios dudosos.
Mentiras oficiales
Sin embargo, detrás de esta pelea de poder y negocios, existe una realidad lamentable, que todos los políticos involucrados no parecen tener tiempo de atender. Luego de la violación los docentes de José León Suárez emitieron un comunicado lacerante.
“Lo ocurrido en la escuela 51, no es sino la gota que rebalsa el vaso de una dramática situación que vivimos, no sólo en nuestro establecimiento, sino también en otras instituciones educativas del conurbano bonaerense”, afirmaron los maestros, y denunciaron que “nuestra escuela padece desde hace muchos años techos de chapa llenos de fisuras, caños rotos, paredes endebles, pozos ciegos abiertos y ventanas sin vidrios”.
“La escuela parece una suerte de galpón donde arrojar lo que el sistema ve como desperdicios. Así es, el Estado construyó una escuela para pobres. No posee gas natural y mucho menos una línea telefónica”, agrega el dramático texto de los docentes, que recuerda que el año pasado la escuela fue tomada por los papás de los alumnos que exigían una mejora en las condiciones que sufrían a diario sus hijos.
Ante el escándalo, recuerdan los maestros, “se acercaron representantes del Consejo Escolar de San Martín, funcionarios de La Plata, y hasta el propio ministro Randazzo. Todos parecieron consternarse mucho y prometieron hacer algo. Luego de idas y venidas, de fechas incumplidas y de nuevas tomas, llegó el día: la licitación se realizó y una empresa quedó como adjudicataria de los arreglos”.
“Sin embargo, con consternación y rabia, durante todos estos meses fuimos observando como todos los arreglos se hacían mal, como los tiempos se iban dilatando y como habían quedado fuera del pliego, pese a ser lo prioritario, temas urgentes tales como baños, vidrios, la reja del frente”.
“Y ocurrió esta desgracia. Cuando cayó la reja, las autoridades tanto de primaria como de secundaria hicieron (y siguieron haciendo) los correspondientes reclamos. ¿Cuánto le costaba al Estado invertir en una reja? Es evidente que si la escuela hubiese estado cerrada, una vez que las clases finalizaron, nada hubiera ocurrido”, concluyen los maestros.
Como siempre, los responsables de velar por la seguridad de los ciudadanos, por su educación, por su progreso, estaban ocupados en otra cosa: política y negocios. (PUNTO CERO-La Política OnLine).
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