BUENOS AIRES, Diciembre 10, (PUNTO CERO-La Política On Line). La cena en la que quedaron afuera figuras de peso del macrismo dejó un tendal de heridos dentro del PRO y demostró que aún no hay una estrategia sobre el futuro del armado político que encabeza la vicejefa de gobierno. La bronca de los propios michettistas y el malestar con un diputado del bloque oficialista.
“¿En qué nos benefició?”, es la frase más escuchada por estas horas dentro del espacio que lidera Gabriela Michetti. Las heridas y el malestar que llegó a gran parte de la dirigencia del PRO, luego de una cena organizada la semana pasada por el legislador Martín Borrelli, alineado con la vicejefa de gobierno, dejó claro que aún Michetti no cuenta con una estrategia clara.
Por el contrario, el encuentro dejó un tendal de reproches y mucha bronca en el espacio que lidera el jefe de gabinete, Horacio Rodríguez Larreta y en parte de los peronistas que integran el macrismo. Es más, según pudo saber LPO, también, por lo bajo, los propios michettistas objetan la movida política.
Es que en un restaurant de Palermo se habían congregado alrededor de ochenta dirigentes, funcionarios, legisladores locales y nacionales. Entre ellos, el presidente del bloque de diputados nacionales, Federico Pinedo; los ministros Mariano Narodowski y Guillermo Montenegro (Educación y Justicia y Seguridad respectivamente), el secretario general Marcos Peña; y los legisladores peronistas Diego Santilli y Álvaro González).
Claro que el dato político fue encontrarse con la lista de aquellos que no fueron invitados: el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta (abiertamente enfrentado con la vicejefa), el ministro de Hacienda, Néstor Grindetti (hombre de máxima confianza de Mauricio Macri); tampoco el Desarrollo Urbano, Daniel Chain; menos aún los diputados del PJ Cristian Ritondo y Daniel Amoroso (quienes luego se despacharon con fuertes críticas). Todos nombres de peso en el armado político o en la gestión.
La no estrategia
Ante esto, las primeras especulaciones indicaban que Michetti pensaba lanzar una agrupación propia al interior del PRO, lo que generó una oleada de críticas. También, se especuló con que podía ser un elemento de presión que podía combinar dos factores: las ansias de delinear con su lápiz las candidaturas hacia 2009 y la presión para colocar ministros o funcionarios de su confianza en áreas clave para el gobierno porteño. Sin embargo, desde el mismo michettismo aseguran que en realidad fue un encuentro que buscaba ser una suerte de despedida de año pero que lejos estaba de ser una táctica ni el lanzamiento de una línea interna. “No hubo una estrategia, lo que sí hubo fueron errores en el armado de esa cena, donde se generó una expectativa que no debería haberse generado”, comenta una alta fuente del espacio en estricto off the record.
“Entre los errores no había que dejar legisladores del bloque afuera, tampoco entendimos por qué no se invitaron a otros ministros como Grindetti o Chain”, agrega la misma fuente.
También, apunta que quien organizó el evento fue Borrelli, y desliza que el diputado del Partido Federal está buscando quedarse con la vicepresidencia primera de la Legislatura (hoy en manos de Santilli).
“Hasta se invitó a la prensa, ¿qué podía esperarse ante esto? ¿Qué publiquen que fue una despedida de año nada más?”, reflexiona por su lado una legisladora del bloque macrista, quien también solicitó no ser nombrada para no generar mayores roces en el PRO.Como sea, desde el propio michettismo cuentan que la vicejefa de gobierno estaba de viaje cuando comenzó a armarse la reunión durante esa semana. "Ni siquiera estaba en Buenos Aires, volvió el día anterior e inclusive el vuelo llegó más tarde”, detalla un colaborador de Michetti.
Certezas
Lo que se puede pasar en limpio es que, como se dijo, todavía la vicejefa no ofrece una estrategia definida sobre sus próximos pasos. Si bien sigue siendo la dirigente con mejor imagen en la ciudad para 2009 (detrás de Macri, claro está), y algunas encuestas llegan a adjudicarle por encima de 40 puntos en intención de voto, la reunión sólo empeoró la ya desgastada relación con Rodríguez Larreta (hace un par de semanas solamente se enfrentaron por el aumento impositivo). Pero eso no es todo: la semana pasada en la presentación del jefe de gabinete en la Legislatura, una gran parte del bloque del PRO no se quedó en la sesión y hasta el presidente del bloque kirchnerista, Diego Kravetz, salió a cruzarlos por no estar presentes defendiendo al funcionario que exponía y respondía preguntas (y ataques) de la oposición.
En este marco, no sólo a Borrelli le endilgaron esta actitud sino a buena parte del bloque. Además, hay que sumar que hace dos semanas Macri se encuentra en el exterior (primero en EEUU y ahora en Italia), con lo cual no hubo posibilidad de una “mediación” de las que suele hacer el ex presidente de Boca ante estas situaciones de conflicto. Sí, todas las voces aseguran que Michetti está en total desacuerdo con una alianza con el duhaldismo, aunque insisten en que no le interesa presionar para conseguir cargos ni para las listas de 2009. Al menos por ahora.
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