Funcionarios de su ministerio le confirmaron a ATE que por orden de presidencia no estaban enviando insumos para el dengue a provincias opositoras. La ministra había negociado con la oposición para dar vía libre a la declaración de emergencia, pero Kirchner se la volteó en el Senado. Mientras, sigue filtrando información de la causa de la efedrina. Grave: Cristina, en 2009, le recortó el 25% de presupuesto a salud.
La aparición del drama del dengue puso el foco sobre el Ministerio de Salud. La ministra Graciela Ocaña está cada día más distante de la Casa Rosada, jaqueada por Néstor Kirchner y ensalsada en la disputa política del kirchnerismo con la oposición. Pero desde su despacho parten mensajes que también preocupan al poder central.
La última válvula en explotar se dio en el encuentro entre representantes de ATE, el gremio que agrupa mayoritariamente a los trabajadores de la salud que hoy trabajan para contener la epidemia. Allí, el secretario de Coordinación del ministerio, Gastón Blanchetiere, les dijo a los gremialistas que “por orden de presidencia” no estaban enviando a las provincias opositoras partidas para enfrentar el dengue.
La información no llegó a La Política Online por dudosos off the record. Fue el titular de ATE, Pablo Micheli quien lo contó al programa Puro Periodismo, por AM El Mundo. La misma fuente soltó otro dato preocupante: ““El gobierno de Cristina redujo del año pasado a este el presupuesto de salud un 25%”.
Esta “sanción” del gobierno a provincias no alineadas se centra principalmente en tres lugares, Catamarca, Corrientes y Córdoba, con un agravante: hoy se detectaron dos casos de dengue autóctono en la provincia de Juan Schiaretti.
La sensación, es que si un funcionario de segunda línea da este tipo de información, lo hace con el visto bueno de su jefa, en este caso Ocaña. Por eso, sorprendió que del Ministerio de Salud salgan a dejar en off side, en un tema de alta sensibilidad social, a la presidenta Cristina Kirchner.
Buenos contactos
Ocaña mantiene buenos vínculos con varios referentes opositores. Por eso no sorprendió que en su visita al Senado no la hayan esperado con una avalancha de cuestionamientos, sino que la discusión y las preguntas se mantuvieron en límites sensatos.
Con varios de ellos, según puso saber este medio, la ministra ya había acordado con legisladores de la oposición la sanción de la emergencia sanitaria para enfrentar la crisis del dengue. Pero Kirchner, al enterarse, levantó el teléfono y lo bloqueó. Llamó al jefe de bloque K en senadores, Miguel Pichetto, y le ordenó voltear la sesión. Luego, el senador por Río Negro tuvo que salir a dar explicaciones insólitas sobre la medida.
Tampoco le perdona el ex presidente a Ocaña que siga soltando información sobre la causa de la efedrina, cuestión que le adjudican. De hecho, estos días apareció un misterioso testaferro vinculado a empresas del triple crimen de General Rodríguez que, casualmente, también estaba contactado con otra investigación sensible para Kirchner: el caso Skanska.
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