JOSE C. PAZ, Abril 21, (PUNTO CERO) El 24 de abril se cumple un nuevo aniversario del genocidio armenio (en armenio: Հայոց Ցեղասպանութիւն), a veces también llamado holocausto armenio (Մեծ Եղեռն) Este fue la deportación forzosa y masacre de civiles armenios, calculado en más de un millón y medio, durante el gobierno de los Jóvenes Turcos, en el Imperio Otomano, desde 1915 hasta 1917. También fue el primer ensayo del nazismo y antecedente de lo que se ha dado en llamar “la Solución Final” además de ser el permiso necesario que encontraron muchos gobiernos para ejercer su poder y eliminar a un pueblo que actuaba en oposición a sus intereses.
Alejandro Schneider, doctor en Historia y director del Proyecto Exilio Político Armenio supo desde un primer momento, de la necesidad de contar, por eso, junto con un grupo de investigadores de la UBA y de la Fundación Luisa Hairabedian, crearon en la República Argentina el primer Archivo de Relatos Orales que funcionan en la Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras. Un Archivo de la palabra, que rescata para el mundo la memoria de los sobrevivientes del genocidio que llegaron en un exilio forzado a nuestro país.
Dice y comparto con Schneider: “Nos interesa preservar la historia y la memoria, la historia oral en particular permite dar voz a quienes no la han tenido. Porque los armenios fueron un pueblo perseguido, torturado, asesinado es que nosotros tenemos que dar a esos sobrevivientes para constituir la historia, dar una respuesta al negacionismo histórico.”
En este punto es legítimo recordar a Raphael Lemkin (1900-1959), quien en 1933, presentó ante la Liga de Naciones un ensayo sobre “Crímenes de barbarie” -luego llamado genocidio- y una ley para prevenirlos. Su propuesta fue rechazada y no sería escuchada hasta después de la Segunda Guerra Mundial. En 1944 escribió el libro “Axis Rule in Occupied Europe” en el que acuñó el término “genocidio” -del griego genos, raza; del latín cidere, matar-. Sólo después de la guerra, sus ensayos fueron reconocidos por la comunidad internacional y utilizados como base legal para los juicios de Nüremberg y la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.
Coincidiendo con Ervin Staub que la génesis del genocidio está “en la subvaloración del otro, esto es, en ver a los demás como moralmente malos”. Los países que han reconocido oficialmente el genocidio armenio son: Argentina, Alemania, Armenia, Austria, Bélgica, Canadá, Chile, Chipre, Francia, Grecia, Italia, Líbano, Lituania, Holanda Polonia, Rusia, Eslovaquia, Suiza, Uruguay, El Vaticano y Venezuela.También las regiones de Gales en Reino Unido, Ontario y Quebec en Canadá y Nueva Gales del Sur en Australia; han reconocido la existencia del genocidio. En los EEUU cuarenta y dos estados han reconocido oficialmente y de forma abierta el genocidio armenio. Noventa y cuatro años sin justicia.(PUNTO CERO).
Alejandro Schneider, doctor en Historia y director del Proyecto Exilio Político Armenio supo desde un primer momento, de la necesidad de contar, por eso, junto con un grupo de investigadores de la UBA y de la Fundación Luisa Hairabedian, crearon en la República Argentina el primer Archivo de Relatos Orales que funcionan en la Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras. Un Archivo de la palabra, que rescata para el mundo la memoria de los sobrevivientes del genocidio que llegaron en un exilio forzado a nuestro país.
Dice y comparto con Schneider: “Nos interesa preservar la historia y la memoria, la historia oral en particular permite dar voz a quienes no la han tenido. Porque los armenios fueron un pueblo perseguido, torturado, asesinado es que nosotros tenemos que dar a esos sobrevivientes para constituir la historia, dar una respuesta al negacionismo histórico.”
En este punto es legítimo recordar a Raphael Lemkin (1900-1959), quien en 1933, presentó ante la Liga de Naciones un ensayo sobre “Crímenes de barbarie” -luego llamado genocidio- y una ley para prevenirlos. Su propuesta fue rechazada y no sería escuchada hasta después de la Segunda Guerra Mundial. En 1944 escribió el libro “Axis Rule in Occupied Europe” en el que acuñó el término “genocidio” -del griego genos, raza; del latín cidere, matar-. Sólo después de la guerra, sus ensayos fueron reconocidos por la comunidad internacional y utilizados como base legal para los juicios de Nüremberg y la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.
Coincidiendo con Ervin Staub que la génesis del genocidio está “en la subvaloración del otro, esto es, en ver a los demás como moralmente malos”. Los países que han reconocido oficialmente el genocidio armenio son: Argentina, Alemania, Armenia, Austria, Bélgica, Canadá, Chile, Chipre, Francia, Grecia, Italia, Líbano, Lituania, Holanda Polonia, Rusia, Eslovaquia, Suiza, Uruguay, El Vaticano y Venezuela.También las regiones de Gales en Reino Unido, Ontario y Quebec en Canadá y Nueva Gales del Sur en Australia; han reconocido la existencia del genocidio. En los EEUU cuarenta y dos estados han reconocido oficialmente y de forma abierta el genocidio armenio. Noventa y cuatro años sin justicia.(PUNTO CERO).
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