(La Política On Line). Allegados a Rossi aseguran que el nuevo intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, promovió y forzó el alejamiento de su antecesor. Hacen foco en un detalle: La renuncia enviada al Concejo Deliberante tiene fecha del 29 de mayo, un día después del cierre de listas para las elecciones del 28 de junio. Colaboradores del ex jefe comunal, observan en la misiva antedatada indicios de “la gran traición”.
El nuevo intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, promovió y forzó la renuncia de su antecesor en el cargo, Jorge Rossi, al que reemplazó el 28 de octubre en un sorpresivo trámite relámpago que incluyó dimitir a la secretaría de Gobierno, dejar sin efecto su licencia como concejal, ocupar breves instantes su banca y ser puesto en funciones en medio de la sesión extraordinaria que el Concejo Deliberante previó originalmente para tratar un aumento de tasas.
Esa es la versión que difundieron luego de la jura de Insaurralde allegados a Rossi y que echa por tierra la formalidad de “las razones personales” invocadas por el funcionario saliente en la dimisión cursada al Concejo Deliberante. Colaboradores del ex Intendente, hicieron hincapié en un detalle pasado por alto pero en el que ellos sí se detuvieron: la renuncia fue remitida con fecha del 29 de mayo.
Justo un día después del cierre de listas de candidatos para las elecciones del pasado 28 de junio. También la fecha en que a Rossi no le quedaron dudas que el interventor del COMFER, Gabriel Mariotto, y la diputada nacional Marcela Bianchi, estaban habilitados por el gobierno nacional para disputarle el voto kirchnerista en cargos municipales.
La existencia de esa nota que, al parecer fue retenida y enviada al Concejo apenas un día antes de cumplirse cuatro meses de su redacción, era un dato de apenas un puñado de colaboradores del anterior Intendente. Tal vez por eso, Santiago Carasatorre habló de “una gran traición” momentos después de tomar juramento a Insaurralde, en su rol de presidente del Concejo Deliberante.
La situación en el Concejo
En los comicios legislativos de este año Rossi logró superar a las otras dos listas oficialistas pero perdió frente a la suma de votos de las tres del peronismo disidente. El ex Intendente logró el 20 por ciento del total de los votos, frente a los 10 de Mariotto y los casi seis de Bianchi pero no le bastó para retener las seis bancas puestas en juego por el PJ, de las que conservó solo tres. Mariotto logró dos.
Desde el 10 de diciembre, el justicialismo oficialista tendrá solo seis de los nueve asientos actuales y dejará de ser la primera minoría con la que obtuvo la presidencia del Concejo Deliberante. La compleja ingeniería de alianzas necesarias para conservarla, llevó a especular que la salida de Rossi era consecuencia anticipada de una Legislatura en manos opositoras.
Lectura rechazada por sus colaboradores más cercanos que admiten al bajo caudal electoral como una dificultad que no pudo ser resuelta. Inquietud compartida por Insaurralde, que no oculta su pretensión de competir con los otros candidatos a suceder a Rossi en la Intendencia desde el 2011: Mariotto, el diputado provincial Fernando Chino Navarro, el concejal Jorge Ferreyra por el espectro del peronismo y el diputado provincial electo Marcelo Oso Díaz por el espacio del Acuerdo Cívico y Social (ACy S)
La versión que proporcionó el entorno del ex funcionario y que corroboró la oposición, sirve además para confirmar que en la salida de Rossi no hubo intervención de factores externos. Fue, en cambio, el desenlace del conflicto que venía arrastrando el oficialismo a raíz de una gestión resistida por la opinión pública y que recoge escasas solidaridades en el sistema político e institucional.
La conspiración
Lo que al principio pareció una maniobra audaz del ex Intendente para desconcertar a la oposición, quedó con las horas acotada a un veloz golpe de mano del ascendente funcionario, que sacó provecho también de la debilidad de Carasatorre. El ex secretario de Gobierno y el titular de la Legislatura, constituían con Rossi el trípode del poder municipal.
El gobierno nacional habría sido ajeno a los hechos pero se descuenta que Navarro y Mariotto serán claves en los acuerdos que deberá anudar Insaurralde para completar el mandato de Rossi. Legisladores locales y provinciales de todo el arco político aguardan, igual, definiciones más concretas del funcionario que la alusión a “la búsqueda de consensos” sin los cuales, estiman, enfrentaría serías dificultades para cumplirlo.
Etapa en la que tal vez ingrese luego de sus primeros contactos con la prensa, que aprovechó para saldar parte del duelo personal que libra con Rossi y en clara señal de superación de “las emociones encontradas” que lo dominaron momentos después de prestar juramento al cargo. En declaraciones radiales, Insaurralde valoró la decisión adoptada por Rossi. En especial porque “es honesto consigo mismo.”
“Rossi va a terminar entregado por los amigos” vaticinó a principios de agosto un veterano dirigente duhaldista, que utilizó la caída de Juan Bruno Tavano, otro intendente, para explicar un paradigma que esa corriente parece tener bien calibrado.
Sorpresa y media
“Coger desprevenido” es una de las acepciones que el diccionario de la Real Academia ofrece para sorpresa. El martes por la noche se desarrolló una tensa conversación entre el todavía secretario de Gobierno, Martín Insaurralde, y Rossi. Aunque no trascendieron detalles del contenido, sí se supo que el ex Intendente finalizó con una advertencia: “Cuando Ferreyra te cague, voy a estar en la tribuna del Concejo para festejar.”
En la versión que hicieron circular funcionarios, el ex jefe comunal fue tomado de sorpresa por un colaborador directo: Insaurralde. “Acá hubo una gran traición”, fue lo máximo que lograron arrancar a Carasatorre el nutrido grupo de concejales que llegó a su despacho luego de notificarse de la sorpresiva renuncia. Con un gesto de impotencia surcándole el rostro y los ojos húmedos, el presidente del Concejo no dijo más.
La renuncia de Rossi no modifica los planes de la oposición legislativa pero la obligó a un minucioso repaso del nuevo escenario. Para una sociedad indiferente a la política, la Intendencia es ocupada por una nueva figura. Aunque se trate de uno de los principales responsables del rumbo en la gestión anterior.
La bravata de Rossi es parte del imaginario de un estado de conspiración con eje en el peronismo rebelde y alude, de manera indirecta, también a Eduardo Duhalde. “Chicanea con ese argumento porque Ferreyra ocupó el segundo lugar en la lista de concejales por la que fue electo Insaurralde. Pero nada de eso va a ocurrir. Se le va a garantizar gobernabilidad pero debe realizar rectificaciones.”
El seguro reemplazo de Carasatorre por Ferreyra en la Presidencia del Concejo no solo pondrá a prueba la consistencia de la alianza legislativa entre el PJ no kirchnerista y el Acuerdo Cívico y Social (ACyS), también la capacidad de sobrellevar las propias disidencias internas de cada bloque.
El AC y S recela que el PJ procese su crisis con una convergencia a la unidad. Tal vez estén al tanto de la reunión entre Mariotto con dirigentes no K del 30 de octubre, donde lo liberaron nuevas autoridades del Cuerpo y dejar a salvo la relación política que en nombre de su bloque tejió el kirchenista Santiago Aragón con su tocayo Carasatorre.
“No le pedimos que vote contra sus intereses. Alcanza que se ausente”, confiaron los rebeldes en validación directa a la práctica de Aragón para entenderse con el bloque del PJ oficialista. Las dudas de los disidentes es hasta dónde el kirchnerismo está en condiciones de garantizar el acuerdo con la incorporación a esa bancada del socialista Julio Fornarolli si, como se presume, Mariotto pide licencia.
Negocios inmobiliarios
En tanto, los equipos técnicos del radicalismo colaboraron con el pedido de informes que Santiago Pedernera de la Coalición Cívica presentó para determinar bajo que resguardo legal avanzan cinco torres habitacionales en construcción. El acercamiento de autoridades radicales promueve encorsetar los movimientos de sus concejales, Claudia Darfé, y el electo Gregorio Santos, cuyos votos para la renovación de autoridades legislativas descontó a su favor el oficialismo.
Desde el Acuerdo estiman que esa fue la base del diálogo que mantuvo Angélica Cimarrelli, ex edil y esposa de Santos, con Carasatorre. “Insaurralde tiene que comprender que tiene que terminarse la compra de voluntades practicada por Rossi. Si no, difícil que haya algún entendimiento” subrayaron operadores de esa corriente.
El peronismo disidente debe resolver la conducción del nuevo bloque que conformará desde diciembre. Esa jefatura es disputada por Sebastián Liporace, ligado a Gustavo Ferri, y Gabriel Mércuri, hijo de Osvaldo. El desencuentro hace temer que la unidad sea transitoria.
Cómo se entiende
Para el Acuerdo la salida de Rossi se debió a que “sabe de juego y se retiró a tiempo. Lo mata el hecho que su esposa e hija se sientan sindicadas por la sociedad. El clima familiar para que dejara el Municipio era espeso.” No es la versión del peronismo disidente. “Fue un tema vinculado a la gestión y el pibe, de seguro, lo condicionó. Rossi se mueve por impulso e Insaurralde es muy vivo. Tenía la renuncia desde fines de mayo y venía trabajando todos los días para que se fuera. Sabe que hay que cambiar para poder pelear en el 2011”
Descuentan sin embargo que “por lógica” habrá una nueva relación del Departamento Ejecutivo con los ediles del Frente para la Victoria. Desde el Acuerdo coinciden. “Venían ninguneando a Navarro en el último tiempo pero ahora precisan de su concejal, Alfredo Fernández. Y ya no podrán ignorar a Mariotto, que garantiza otros tres.”
Los rebeldes del peronismo descreen que Insaurralde cuente con una red política para la decisión que obligó a adoptar a Rossi. Apenas le contabilizan un acercamiento con el intendente de Tigre, Sergio Massa. Están al tanto, sin embargo, del contacto que el joven funcionario intentó establecer con Eduardo Duhalde hace tres semanas pero desconocen el resultado de esa gestión.
Aspiran a que el encuentro de las próximas horas que reunirá legisladores locales y provinciales del arco opositor persuada a dirigentes históricos de abstenerse a intervenir en la solución política que planean para Lomas de Zamora. Los diputados María Elena Torresi, Gustavo Ferri y Marcelo Oso Díaz, confirmaron su asistencia a la cumbre.
Si no alcanzara, el peronismo disidente echaría mano a otra estrategia. “Los decretos de excepción al Código de Edificación los suscribió también el secretario de Gobierno. Tendrá que explicar en el recinto su sentido”, aseguró un dirigente.
De chofer a conductor
Insaurralde fue el primer candidato a concejal de la lista con que Jorge Rossi logró su reelección como intendente en el 2007, con el 17 por ciento del total de los votos emitidos y en medio de denuncias de irregularidades que realizó la Coalición Cívica sobre la fiscalización del acto comicial en Lomas de Zamora, en los que se declaró vencedor
Ese eslabón institucional lo posicionó como recambio obligado de Rossi, junto a quien comenzó a trabajar después de la crisis institucional del 2001, cuando el presidente transitorio, Eduardo Duhalde, designara al ahora ex Intendente como presidente de la Lotería Nacional.
Carasatorre tuvo participación directa en el ascenso meteórico del funcionario. “Lo trajo al bloque de concejales a fines del 2001. Dijo que era un buen pibe pero que estaba muerto y le conseguimos un contrato y unos vales de nafta. A los seis meses pidió permiso para ponerlo de chofer de Rossi en Lotería porque al Loco, como lo apoda Carasatorre, no le gusta manejar hasta la Capital.”
Según fuentes del PJ de Lomas, en el 2003, antes de ocupar la Intendencia, Insaurralde se había ganado la confianza de Rossi y se había convertido “en su mano derecha.”
“La verdad es que a Rossi le aburría la administración. Solía venir a media mañana, leía los diarios deportivos, comentaba con sus colaboradores la campaña de Banfield y después se iba. Eso hizo crecer el papel de Insaurralde en la gestión del día a día”, añadió.
Indicó también que el nuevo Intendente, por el contrario, “es un obsesivo que no va a dejar nada librado al azar ni va a delegar la toma de decisiones centrales en otros funcionarios”.
El nuevo intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, promovió y forzó la renuncia de su antecesor en el cargo, Jorge Rossi, al que reemplazó el 28 de octubre en un sorpresivo trámite relámpago que incluyó dimitir a la secretaría de Gobierno, dejar sin efecto su licencia como concejal, ocupar breves instantes su banca y ser puesto en funciones en medio de la sesión extraordinaria que el Concejo Deliberante previó originalmente para tratar un aumento de tasas.
Esa es la versión que difundieron luego de la jura de Insaurralde allegados a Rossi y que echa por tierra la formalidad de “las razones personales” invocadas por el funcionario saliente en la dimisión cursada al Concejo Deliberante. Colaboradores del ex Intendente, hicieron hincapié en un detalle pasado por alto pero en el que ellos sí se detuvieron: la renuncia fue remitida con fecha del 29 de mayo.
Justo un día después del cierre de listas de candidatos para las elecciones del pasado 28 de junio. También la fecha en que a Rossi no le quedaron dudas que el interventor del COMFER, Gabriel Mariotto, y la diputada nacional Marcela Bianchi, estaban habilitados por el gobierno nacional para disputarle el voto kirchnerista en cargos municipales.
La existencia de esa nota que, al parecer fue retenida y enviada al Concejo apenas un día antes de cumplirse cuatro meses de su redacción, era un dato de apenas un puñado de colaboradores del anterior Intendente. Tal vez por eso, Santiago Carasatorre habló de “una gran traición” momentos después de tomar juramento a Insaurralde, en su rol de presidente del Concejo Deliberante.
La situación en el Concejo
En los comicios legislativos de este año Rossi logró superar a las otras dos listas oficialistas pero perdió frente a la suma de votos de las tres del peronismo disidente. El ex Intendente logró el 20 por ciento del total de los votos, frente a los 10 de Mariotto y los casi seis de Bianchi pero no le bastó para retener las seis bancas puestas en juego por el PJ, de las que conservó solo tres. Mariotto logró dos.
Desde el 10 de diciembre, el justicialismo oficialista tendrá solo seis de los nueve asientos actuales y dejará de ser la primera minoría con la que obtuvo la presidencia del Concejo Deliberante. La compleja ingeniería de alianzas necesarias para conservarla, llevó a especular que la salida de Rossi era consecuencia anticipada de una Legislatura en manos opositoras.
Lectura rechazada por sus colaboradores más cercanos que admiten al bajo caudal electoral como una dificultad que no pudo ser resuelta. Inquietud compartida por Insaurralde, que no oculta su pretensión de competir con los otros candidatos a suceder a Rossi en la Intendencia desde el 2011: Mariotto, el diputado provincial Fernando Chino Navarro, el concejal Jorge Ferreyra por el espectro del peronismo y el diputado provincial electo Marcelo Oso Díaz por el espacio del Acuerdo Cívico y Social (ACy S)
La versión que proporcionó el entorno del ex funcionario y que corroboró la oposición, sirve además para confirmar que en la salida de Rossi no hubo intervención de factores externos. Fue, en cambio, el desenlace del conflicto que venía arrastrando el oficialismo a raíz de una gestión resistida por la opinión pública y que recoge escasas solidaridades en el sistema político e institucional.
La conspiración
Lo que al principio pareció una maniobra audaz del ex Intendente para desconcertar a la oposición, quedó con las horas acotada a un veloz golpe de mano del ascendente funcionario, que sacó provecho también de la debilidad de Carasatorre. El ex secretario de Gobierno y el titular de la Legislatura, constituían con Rossi el trípode del poder municipal.
El gobierno nacional habría sido ajeno a los hechos pero se descuenta que Navarro y Mariotto serán claves en los acuerdos que deberá anudar Insaurralde para completar el mandato de Rossi. Legisladores locales y provinciales de todo el arco político aguardan, igual, definiciones más concretas del funcionario que la alusión a “la búsqueda de consensos” sin los cuales, estiman, enfrentaría serías dificultades para cumplirlo.
Etapa en la que tal vez ingrese luego de sus primeros contactos con la prensa, que aprovechó para saldar parte del duelo personal que libra con Rossi y en clara señal de superación de “las emociones encontradas” que lo dominaron momentos después de prestar juramento al cargo. En declaraciones radiales, Insaurralde valoró la decisión adoptada por Rossi. En especial porque “es honesto consigo mismo.”
“Rossi va a terminar entregado por los amigos” vaticinó a principios de agosto un veterano dirigente duhaldista, que utilizó la caída de Juan Bruno Tavano, otro intendente, para explicar un paradigma que esa corriente parece tener bien calibrado.
Sorpresa y media
“Coger desprevenido” es una de las acepciones que el diccionario de la Real Academia ofrece para sorpresa. El martes por la noche se desarrolló una tensa conversación entre el todavía secretario de Gobierno, Martín Insaurralde, y Rossi. Aunque no trascendieron detalles del contenido, sí se supo que el ex Intendente finalizó con una advertencia: “Cuando Ferreyra te cague, voy a estar en la tribuna del Concejo para festejar.”
En la versión que hicieron circular funcionarios, el ex jefe comunal fue tomado de sorpresa por un colaborador directo: Insaurralde. “Acá hubo una gran traición”, fue lo máximo que lograron arrancar a Carasatorre el nutrido grupo de concejales que llegó a su despacho luego de notificarse de la sorpresiva renuncia. Con un gesto de impotencia surcándole el rostro y los ojos húmedos, el presidente del Concejo no dijo más.
La renuncia de Rossi no modifica los planes de la oposición legislativa pero la obligó a un minucioso repaso del nuevo escenario. Para una sociedad indiferente a la política, la Intendencia es ocupada por una nueva figura. Aunque se trate de uno de los principales responsables del rumbo en la gestión anterior.
La bravata de Rossi es parte del imaginario de un estado de conspiración con eje en el peronismo rebelde y alude, de manera indirecta, también a Eduardo Duhalde. “Chicanea con ese argumento porque Ferreyra ocupó el segundo lugar en la lista de concejales por la que fue electo Insaurralde. Pero nada de eso va a ocurrir. Se le va a garantizar gobernabilidad pero debe realizar rectificaciones.”
El seguro reemplazo de Carasatorre por Ferreyra en la Presidencia del Concejo no solo pondrá a prueba la consistencia de la alianza legislativa entre el PJ no kirchnerista y el Acuerdo Cívico y Social (ACyS), también la capacidad de sobrellevar las propias disidencias internas de cada bloque.
El AC y S recela que el PJ procese su crisis con una convergencia a la unidad. Tal vez estén al tanto de la reunión entre Mariotto con dirigentes no K del 30 de octubre, donde lo liberaron nuevas autoridades del Cuerpo y dejar a salvo la relación política que en nombre de su bloque tejió el kirchenista Santiago Aragón con su tocayo Carasatorre.
“No le pedimos que vote contra sus intereses. Alcanza que se ausente”, confiaron los rebeldes en validación directa a la práctica de Aragón para entenderse con el bloque del PJ oficialista. Las dudas de los disidentes es hasta dónde el kirchnerismo está en condiciones de garantizar el acuerdo con la incorporación a esa bancada del socialista Julio Fornarolli si, como se presume, Mariotto pide licencia.
Negocios inmobiliarios
En tanto, los equipos técnicos del radicalismo colaboraron con el pedido de informes que Santiago Pedernera de la Coalición Cívica presentó para determinar bajo que resguardo legal avanzan cinco torres habitacionales en construcción. El acercamiento de autoridades radicales promueve encorsetar los movimientos de sus concejales, Claudia Darfé, y el electo Gregorio Santos, cuyos votos para la renovación de autoridades legislativas descontó a su favor el oficialismo.
Desde el Acuerdo estiman que esa fue la base del diálogo que mantuvo Angélica Cimarrelli, ex edil y esposa de Santos, con Carasatorre. “Insaurralde tiene que comprender que tiene que terminarse la compra de voluntades practicada por Rossi. Si no, difícil que haya algún entendimiento” subrayaron operadores de esa corriente.
El peronismo disidente debe resolver la conducción del nuevo bloque que conformará desde diciembre. Esa jefatura es disputada por Sebastián Liporace, ligado a Gustavo Ferri, y Gabriel Mércuri, hijo de Osvaldo. El desencuentro hace temer que la unidad sea transitoria.
Cómo se entiende
Para el Acuerdo la salida de Rossi se debió a que “sabe de juego y se retiró a tiempo. Lo mata el hecho que su esposa e hija se sientan sindicadas por la sociedad. El clima familiar para que dejara el Municipio era espeso.” No es la versión del peronismo disidente. “Fue un tema vinculado a la gestión y el pibe, de seguro, lo condicionó. Rossi se mueve por impulso e Insaurralde es muy vivo. Tenía la renuncia desde fines de mayo y venía trabajando todos los días para que se fuera. Sabe que hay que cambiar para poder pelear en el 2011”
Descuentan sin embargo que “por lógica” habrá una nueva relación del Departamento Ejecutivo con los ediles del Frente para la Victoria. Desde el Acuerdo coinciden. “Venían ninguneando a Navarro en el último tiempo pero ahora precisan de su concejal, Alfredo Fernández. Y ya no podrán ignorar a Mariotto, que garantiza otros tres.”
Los rebeldes del peronismo descreen que Insaurralde cuente con una red política para la decisión que obligó a adoptar a Rossi. Apenas le contabilizan un acercamiento con el intendente de Tigre, Sergio Massa. Están al tanto, sin embargo, del contacto que el joven funcionario intentó establecer con Eduardo Duhalde hace tres semanas pero desconocen el resultado de esa gestión.
Aspiran a que el encuentro de las próximas horas que reunirá legisladores locales y provinciales del arco opositor persuada a dirigentes históricos de abstenerse a intervenir en la solución política que planean para Lomas de Zamora. Los diputados María Elena Torresi, Gustavo Ferri y Marcelo Oso Díaz, confirmaron su asistencia a la cumbre.
Si no alcanzara, el peronismo disidente echaría mano a otra estrategia. “Los decretos de excepción al Código de Edificación los suscribió también el secretario de Gobierno. Tendrá que explicar en el recinto su sentido”, aseguró un dirigente.
De chofer a conductor
Insaurralde fue el primer candidato a concejal de la lista con que Jorge Rossi logró su reelección como intendente en el 2007, con el 17 por ciento del total de los votos emitidos y en medio de denuncias de irregularidades que realizó la Coalición Cívica sobre la fiscalización del acto comicial en Lomas de Zamora, en los que se declaró vencedor
Ese eslabón institucional lo posicionó como recambio obligado de Rossi, junto a quien comenzó a trabajar después de la crisis institucional del 2001, cuando el presidente transitorio, Eduardo Duhalde, designara al ahora ex Intendente como presidente de la Lotería Nacional.
Carasatorre tuvo participación directa en el ascenso meteórico del funcionario. “Lo trajo al bloque de concejales a fines del 2001. Dijo que era un buen pibe pero que estaba muerto y le conseguimos un contrato y unos vales de nafta. A los seis meses pidió permiso para ponerlo de chofer de Rossi en Lotería porque al Loco, como lo apoda Carasatorre, no le gusta manejar hasta la Capital.”
Según fuentes del PJ de Lomas, en el 2003, antes de ocupar la Intendencia, Insaurralde se había ganado la confianza de Rossi y se había convertido “en su mano derecha.”
“La verdad es que a Rossi le aburría la administración. Solía venir a media mañana, leía los diarios deportivos, comentaba con sus colaboradores la campaña de Banfield y después se iba. Eso hizo crecer el papel de Insaurralde en la gestión del día a día”, añadió.
Indicó también que el nuevo Intendente, por el contrario, “es un obsesivo que no va a dejar nada librado al azar ni va a delegar la toma de decisiones centrales en otros funcionarios”.
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