El Comisario Romero se presentó en la Fiscalía para denunciar que en la comisaría le vendían marihuana a los presos y se les permitía tener teléfonos celulares. Sostuvo que "sus tareas se le han ido de las manos". El propio comisario es investigado por un hecho similar.
Una insólita denuncia ha tenido lugar en la ciudad de Dolores. El Comisario Ricardo Alejo Romero se presentó en la Fiscalía para denunciar que en la dependencia a su cargo se vende marihuana a los presos y se les permite tener teléfonos celulares para comunicarse con el exterior.
El Comisario declaró que, minutos antes de decidir denunciar a sus subalternos, un oficial de servicio le había trasmitido que “dos oficiales proveían droga a los detenidos, que dentro de un calabozo había tres celulares, y que el cargador estaba escondido adherido a una radio, que uno de los celulares estaba debajo de un tarro en el baño, y que esa información se la había dado un preso que a cambio le había solicitando que “le dieran protección y le garantizaran dos Clonazepam a la mañana y dos a la tarde”.
El Comisario brindó los nombres de dos oficiales, aparentemente brindados por este mismo interno, que eran los que proveían de droga a los detenidos, cobrándoles hasta $ 50.
Los fiscales que recepcionaron la denuncia, pidieron al Juez de Garantías, Gastón Giles, que librara una orden de allanamiento de la comisaría. Giles, sin embargo, optó por recordarle al Comisario su papel en la dependencia, sus atribuciones, considerando que se estaba buscando juzgar a dos efectivos que al momento de la denuncia ni siquiera estaban de turno. Expresó que la denuncia "deja al descubierto claramente que estaría incumpliendo con sus deberes de funcionario público”, siendo que “quien está al frente de la Comisaría en lugar de proceder conforme le caben sus facultades como titular de la dependencia policial”, y ordenar el control y requisa de calabozos y detenidos, “viene al sistema penal a poner en conocimiento prácticamente que sus tareas se le han ido de las manos, que su cargo no lo está cumpliendo como debe, y solicita que desde el propio estado se provoque un delito contra dos policías que al momento de este proveimiento no se encuentran en funciones”, según transcribe el Diario Compromiso.
Por otra parte, no es la primera vez que el Comisario Romero se ve envuelto en un escándalo de estas características. El 30 de julio de 2009 la Justicia Departamental y Personal de Asuntos Internos de la Policía bonaerense allanaban la dependencia, debido a la denuncias de coimas, compras irregulares de combustible para patrulleros y presencia de droga entre los detenidos. En esa ocasión, Romero quedó involucrado como responsable de la Comisaría, y aún continúa siendo investigado.
Los Diputados provinciales del Bloque Unión PRO, por su parte, han solicitado que se interpele al Ministro de Seguridad Carlos Stornelli para que de explicaciones respecto a este caso que deja al descubierto graves irregularidades en el accionar policial.
Una insólita denuncia ha tenido lugar en la ciudad de Dolores. El Comisario Ricardo Alejo Romero se presentó en la Fiscalía para denunciar que en la dependencia a su cargo se vende marihuana a los presos y se les permite tener teléfonos celulares para comunicarse con el exterior.
El Comisario declaró que, minutos antes de decidir denunciar a sus subalternos, un oficial de servicio le había trasmitido que “dos oficiales proveían droga a los detenidos, que dentro de un calabozo había tres celulares, y que el cargador estaba escondido adherido a una radio, que uno de los celulares estaba debajo de un tarro en el baño, y que esa información se la había dado un preso que a cambio le había solicitando que “le dieran protección y le garantizaran dos Clonazepam a la mañana y dos a la tarde”.
El Comisario brindó los nombres de dos oficiales, aparentemente brindados por este mismo interno, que eran los que proveían de droga a los detenidos, cobrándoles hasta $ 50.
Los fiscales que recepcionaron la denuncia, pidieron al Juez de Garantías, Gastón Giles, que librara una orden de allanamiento de la comisaría. Giles, sin embargo, optó por recordarle al Comisario su papel en la dependencia, sus atribuciones, considerando que se estaba buscando juzgar a dos efectivos que al momento de la denuncia ni siquiera estaban de turno. Expresó que la denuncia "deja al descubierto claramente que estaría incumpliendo con sus deberes de funcionario público”, siendo que “quien está al frente de la Comisaría en lugar de proceder conforme le caben sus facultades como titular de la dependencia policial”, y ordenar el control y requisa de calabozos y detenidos, “viene al sistema penal a poner en conocimiento prácticamente que sus tareas se le han ido de las manos, que su cargo no lo está cumpliendo como debe, y solicita que desde el propio estado se provoque un delito contra dos policías que al momento de este proveimiento no se encuentran en funciones”, según transcribe el Diario Compromiso.
Por otra parte, no es la primera vez que el Comisario Romero se ve envuelto en un escándalo de estas características. El 30 de julio de 2009 la Justicia Departamental y Personal de Asuntos Internos de la Policía bonaerense allanaban la dependencia, debido a la denuncias de coimas, compras irregulares de combustible para patrulleros y presencia de droga entre los detenidos. En esa ocasión, Romero quedó involucrado como responsable de la Comisaría, y aún continúa siendo investigado.
Los Diputados provinciales del Bloque Unión PRO, por su parte, han solicitado que se interpele al Ministro de Seguridad Carlos Stornelli para que de explicaciones respecto a este caso que deja al descubierto graves irregularidades en el accionar policial.
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