“El gobernador Scioli acaba de decir que el aumento de las villas no está relacionado con el aumento de la pobreza sino con el crecimiento demográfico debido a la migración interior. Es decir, nos explicó que no es que haya más pobreza sino tan sólo más pobres”, señaló la diputada Maricel Etchecoin Moro.
“Desde que el mundo es mundo –agregó-, se sabe que la pobreza es la condición del pobre. Y que la falta de vivienda o su precariedad es una de sus exteriorizaciones más evidentes. Scioli no nos dice nada sobre las causas del empobrecimiento más allá de la tautología”.
“En cambio su ministro de Desarrollo Social, Baldomero Álvarez de Olivera, aseguró que el hecho de que más de dos millones de bonaerenses vivan en viviendas precarias es el resultado del proceso de flexibilización laboral de los años ´90”, dijo la legisladora.
“Podríamos agregar que, tal como lo indica un informe sobre "Empleo y Desarrollo Social" de la UCA, a fines del año 2009 la condición de pobre alcanzaba al 30% de los argentinos”, señaló Etchecoin Moro que sostuvo que “existen recursos adecuados para eliminar la pobreza pero que las deficiencias de su gestión impiden cumplir con este objetivo”.
“Un ejemplo de ello es el “Programa Soluciones Ya”, otro triste eufemismo que demuestra no sólo la ausencia de gestión sino precisamente la carencia de políticas públicas que resuelvan los problemas habitacionales de las personas sociablemente vulnerables”, dijo Etchecoin Moro.
Según los registros oficiales en lo que fue el año 2009 se ejecutó sólo la mitad del programa.
La provincia de Buenos Aires es la que mayor cantidad de hogares deficitarios posee, ascendiendo éstos a un total de 944.532 y representando el 24,1% del total de hogares en la provincia.
Geográficamente, el mayor déficit habitacional se ubica en el Gran Buenos Aires, concentrando más del 60% del total. Esto representa un 40% del total del país y muestra que ese enorme porcentaje de los argentinos nacidos en nuestra provincia, habita en viviendas recuperables pero con un alto grado de deterioro, en inmuebles precarios como ranchos o casillas, hogares en casas de inquilinato, locales no construidos para habitación, hoteles y pensiones, bajo elevadas tasas de hacinamiento y sin una tenencia legal que pueda hacer de la vivienda un derecho efectivo.
“Desde que el mundo es mundo –agregó-, se sabe que la pobreza es la condición del pobre. Y que la falta de vivienda o su precariedad es una de sus exteriorizaciones más evidentes. Scioli no nos dice nada sobre las causas del empobrecimiento más allá de la tautología”.
“En cambio su ministro de Desarrollo Social, Baldomero Álvarez de Olivera, aseguró que el hecho de que más de dos millones de bonaerenses vivan en viviendas precarias es el resultado del proceso de flexibilización laboral de los años ´90”, dijo la legisladora.
“Podríamos agregar que, tal como lo indica un informe sobre "Empleo y Desarrollo Social" de la UCA, a fines del año 2009 la condición de pobre alcanzaba al 30% de los argentinos”, señaló Etchecoin Moro que sostuvo que “existen recursos adecuados para eliminar la pobreza pero que las deficiencias de su gestión impiden cumplir con este objetivo”.
“Un ejemplo de ello es el “Programa Soluciones Ya”, otro triste eufemismo que demuestra no sólo la ausencia de gestión sino precisamente la carencia de políticas públicas que resuelvan los problemas habitacionales de las personas sociablemente vulnerables”, dijo Etchecoin Moro.
Según los registros oficiales en lo que fue el año 2009 se ejecutó sólo la mitad del programa.
La provincia de Buenos Aires es la que mayor cantidad de hogares deficitarios posee, ascendiendo éstos a un total de 944.532 y representando el 24,1% del total de hogares en la provincia.
Geográficamente, el mayor déficit habitacional se ubica en el Gran Buenos Aires, concentrando más del 60% del total. Esto representa un 40% del total del país y muestra que ese enorme porcentaje de los argentinos nacidos en nuestra provincia, habita en viviendas recuperables pero con un alto grado de deterioro, en inmuebles precarios como ranchos o casillas, hogares en casas de inquilinato, locales no construidos para habitación, hoteles y pensiones, bajo elevadas tasas de hacinamiento y sin una tenencia legal que pueda hacer de la vivienda un derecho efectivo.
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