martes, abril 06, 2010

SEA: cooptación estatal y autoritarismo Crónica de una crisis anunciada

(Lucharte). La Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina se halla en una crisis fabulosa. Y en más de un sentido: no sólo porque es grandiosa, sino porque proviene de una fábula, la de haber creído sus actuales dirigentes que las elecciones de noviembre de 2009 reconocían el nuevo rumbo de cooptación que tomaron. Las elecciones que sancionaron como ganadora a la Lista Azul , única que se presentó, fueron la expresión del reconocimiento a su anterior trayectoria política en defensa de los derechos de los escritores y de independencia del Estado. Pero a menos de tres meses de asumir la nueva conducción, ya han renunciado a ella cuatro de sus miembros: Pacho O’Donnell, Osvaldo Bayer, Oscar Taffetani y María del Carmen Colombo, la mayoría de ellos en repudio al giro macrista sufrido por la organización.
Actualmente la SEA vive una diáspora: sus integrantes se disputan el favor de diferentes gobiernos, provinciales o nacionales. La conducción de la SEA no pudo mantener la unidad porque nunca entendió cuál era la causa de esa unidad: con una base políticamente heterogénea, la unidad se mantenía debido a la independencia política que la dirección sostenía frente al Estado, frente a cualquier Estado (nacional o de la Ciudad ). La actual dirección rompió ya en el mandato anterior esa premisa y generó la crisis en la que actualmente se halla.
No sólo de Macri, sino también de Kirchner, vive el hombre
La actual dirigencia de la SEA ha sido cooptada por el Estado. Por eso participó de la delegación macrista a la Feria de Fráncfort mientras guardaba silencio sobre las escuchas ilegales del gobierno de la Ciudad , la designación del “Fino” Palacios al frente de la Policía Metropolitana y el desguace del Teatro Colón y su transformación en una sala de alquiler.
Y por eso también las representaciones de la SEA en las provincias quedan inermes ante los intentos de cooptación por parte del Estado. En la página de la representación de la SEA de Salta, por ejemplo, aparece una reivindicación del proyecto de Ley del Libro que impulsa el secretario de Cultura de la Nación , Jorge Coscia. Esta ley no es más que el subsidio por parte del Estado de la industria editorial. Y esto no es, desde luego, beneficioso para los escritores, sino sólo para las editoriales, que verán sus arcas acrecentadas al quitarse el IVA a la producción del libro. Los subsidios que el proyecto promete para las pequeñas editoriales no son más que un ardid para cooptarlas: éstas no podrán competir nunca contra los monopolios de la industria y, en cambio, serán fagocitadas por ellos, que pasarán a cobrar esos subsidios.
Quizá la conducción de la SEA crea que la reivindicación de un proyecto kirchnerista por parte de una de sus representaciones es una muestra de la independencia política que ella promueve. En todo caso, se trata de la independencia para elegir por cuál Estado queremos ser cooptados. Este mensaje lo toma Página12, que critica a la SEA tildándola de “ala dura del macrismo” pero saludaría seguramente su pasaje al kirchnerismo.
Ya había sucedido un antecedente grave de cooptación kirchnerista cuando la representación chaqueña se disolvió y su presidente, Teté Romero, pasó a ser funcionario del gobierno de Capitanich.
En cambio, en la representación de San Luis-Villa Mercedes, que no quiso allanarse a la propuesta de la directiva nacional de que a toda costa debían vender el libro Palabra viva al gobierno de Rodríguez Saá, la Comisión Directiva electa recibió un duro revés: la votaron sólo cuatro socios, contra ocho votos en blanco y ocho abstenciones, lo que provocó la virtual intervención de la representación y su disolución en la práctica (ver recuadro).
¿Reconocimiento a la actividad literaria o subsidio para indigentes?
La Pensión del Escritor (Régimen de Reconocimiento a la Actividad Literaria ) fue producto de la movilización de los escritores porteños y del trabajo incansable de la Comisión Directiva anterior, que debió sortear todo tipo de obstáculos de las bancadas kirchnerista y macrista en la Legislatura. Pero sus actuales dirigentes atribuyeron el éxito no a la movilización, sino a las componendas de pasillo con los legisladores. Lo que no comprendieron fue que el gran logro no era solo la Pensión en sí, que ya es mucho, sino la organización independiente de los escritores en un gremio que lucha por sus derechos, y que para ello utiliza los métodos del resto de los trabajadores: la asamblea para debatir y decidir un curso de acción, y la movilización como factor de presión para lograrlo.
Pero la nueva conducción abandonó estos métodos de lucha y quedó mutilada física y políticamente antes de comenzar a trabajar. Esta cooptación por parte del Estado tiene consecuencias muy graves. La SEA comienza a dilapidar lo conquistado: la Pensión del Escritor. Desde que se promulgó la ley, en marzo del año pasado, hasta ahora, se han producido dos hechos de importancia sobre este tema: se anunció el inicio del empadronamiento en un acto en la Feria del Libro pasada y hacia fin de año se les concedió la pensión a seis de los 130 compañeros empadronados. Sí, a seis de 130. El Ministerio de Cultura envió a los empadronados un formulario –se trata de una declaración jurada– que debían llenar con datos personales, entre los cuales figuran si son propietarios de la casa donde viven y cuál es el valor de esa propiedad; si tienen auto y cuánto cuesta; cuáles son los bienes que poseen sus cónyuges y cuál es su valor; etc. Una joyita. La conducción de la SEA , de la mano del gobierno de la Ciudad , transforma el Régimen de Reconocimiento a la Actividad Literaria en un subsidio para indigentes.
Pero eso no es todo. En las sesiones finales del año 2008, la Legislatura votó el Presupuesto 2009, en el que estaba incluida la suma correspondiente a los subsidios que debía pagar el Ministerio de Cultura a los beneficiarios de la Pensión del Escritor. Ya que no lo hace la SEA , les preguntamos nosotros a la Legislatura de Buenos Aires y al ministro de Cultura de la Ciudad : ¿qué hicieron con el dinero que ya estaba destinado en el Presupuesto 2009 al pago de la Pensión del Escritor? La SEA debería convocar a una asamblea extraordinaria para debatir el tema y decidir un curso de acción.
Como se ve, asistimos a una crisis en regla debida a la cooptación de la conducción de la SEA por parte del Estado. Esta situación sólo podrá ser superada si los escritores toman en sus manos su propia organización y vuelven a transformarla en lo que nunca debió dejar de ser: un gremio que debate y toma posición sobre los temas preocupantes de la agenda nacional e internacional, un gremio que lucha por sus reivindicaciones y que comprende que esa lucha es inseparable de la del resto de los trabajadores.
Formemos dentro de la SEA una corriente de escritores que impulse la transformación de la sociedad sobre nuevas bases sociales.

LuchArte Escritores


Entrevista a Patricio Torne, miembro de la disuelta Comisión Directiva de la representación San Luis-Villa Mercedes de la SEA
¿Cómo fue el proceso de formación de la representación de San Luis-Villa Mercedes de la SEA ?
Queríamos que la representación se integrara con escritores conscientes del rol que les cabe como intelectuales en la sociedad, y del rol que la SEA debe cumplir como gremio o espacio representativo de los escritores. La mayoría provenimos de experiencias, si no militantes, por lo menos participativas que nos han hecho conocer el corpus social en el que vivimos.
¿Qué posición tenía la representación frente al gobierno de Rodríguez Saá?
Caracterizamos el gobierno de los Rodríguez Saá de feudal y autoritario. La mejor actitud como representación de la SEA era posicionarse en el campo popular y lejos del intento de corrupción con prebendas estatales.
Por eso, ante el planteo de la presidenta de la SEA de que, cueste lo que cueste, debíamos venderle 500 ejemplares de Palabra viva (libro que recoge textos y biografías de los escritores desaparecidos conocidos hasta ahora) al Estado, los compañeros le explicaron que tal “negocio” era contradictorio con nuestros principios, ya que considerábamos que era entregarle la única bandera que los Rodríguez Saá no han podido esgrimir: la de los derechos humanos.
¿Qué razones derivaron en la disolución de la representación?
A partir de entonces, comenzamos a sufrir actitudes persecutorias desde la conducción nacional de la SEA. El presidente de nuestra representación, sostenido por la dirección nacional, comenzó a desatender y desconocer los planteos hechos en las reuniones de Comisión Directiva, por un lado, y a tener actitudes facciosas y burocráticas, por otro. Una actitud tan vergonzosa como naif, de absoluta subestimación de sus interlocutores. La situación fue tornándose insostenible, y la mayoría comenzó a sentir que se diluía la posibilidad de desarrollar un proyecto conjunto en nombre de la organización. Finalmente, en las elecciones de la SEA , la Lista Azul obtuvo 4 votos, contra 8 votos en blanco y 8 abstenciones. La conducción central desconoció, entonces, nuestra autonomía planteando prácticamente una intervención a la representación debido a su derrota.
Podríamos decir que esto manifestaba una ceguera absoluta, porque si habíamos demostrado una actitud férrea, desde siempre, ante los Rodríguez Saá, era necio pensar que dos o tres gestos histéricos someterían nuestra voluntad.
¿Qué piensan hacer ahora?
Si bien la experiencia fue bastante frustrante sigue latente el gesto que nos llevó a fundar la representación de la SEA en San Luis.
¿Qué opinan de la formación de una corriente de escritores socialistas en el seno de la SEA ?
No creo que haya alguien de los que formamos la Comisión Directiva de la representación (salvo el presidente), que se oponga a una corriente de características socialistas en el seno de la SEA.

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