Eduardo Buzzi estudia una candidatura a diputado nacional por Proyecto Sur en Santa Fe. En tanto, vía el “Momo” Venegas, Mario Llambías trabaja un acuerdo con Duhalde. Biolcati, por su parte, sigue transitando entre el PRO y De Narváez. La apuesta del gobierno a dividirlos.
Octubre va acercándose en forma impiadosa y con el correr de las semanas la aparente neutralidad que esgrimen varios sectores de peso dará paso a las definiciones. Entre los principales actores de ese escenario se ubican los dirigentes de la Mesa de Enlace que, a pesar de las desmentidas, y cada uno por su lado, por estas horas intensificaron los contactos con distintas fuerzas de la oposición.
De los cuatro popes de la Mesa -Hugo Biolcati de la Sociedad Rural, Eduardo Buzzi, de la Federación Agraria Argentina (FAA), Mario Llambías de la Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), y Carlos Garetto (Coninagro)-, el santafesino es el que más avanzadas tiene sus conversaciones políticas.
Una candidatura a diputado nacional en Santa Fe por Proyecto Sur es a lo que podría apuntar Buzzi, a pesar de que meses atrás se lo nombró como candidato a gobernador de esa provincia, pero por el duhaldismo. Por caso, la semana pasada compartió el cierre de unas jornadas juveniles de la FAA en el interior santafesino junto a Víctor de Gennaro, posible candidato a vicepresidente de Pino Solanas.
Sucede que en el círculo íntimo de Buzzi especulan con la buena imagen que Pino Solanas tiene en Rosario -esta entre los tres primeros en intención de voto a Presidente- pero sobre todo admiten que es muy difícil que el socialismo pierda la provincia y por ende, mejor que arriesgarse a un piletazo con la gobernación que el camino más prudente es el que lleva al Congreso de la Nación.
El peso de Duhalde
En términos globales, con quien mejor se entienden los dirigentes ruralistas es con Eduardo Duhalde, algo que de rebote golpea también a Felipe Solá. En las filas del ex gobernador todavía mascan su frustración. Es que Solá rompió con el kirchnerismo por la 125 y se supone que es el referente político "natural" del campo, por sus ocho años de Secretario de Agricultura. Sin embargo, en la Mesa de Enlace lo ningunean.
En ese marco, Llambías, es el que tiene las conversaciones más avanzadas con el duhaldismo. El otrora ruralista preferido de Elisa Carrió tiene una excelente relación con el jefe del sindicato de peones rurales, Gerónimo “Momo” Venegas, una de las patas gremiales del duhaldismo.
“No sabemos si va a integrar una lista o qué pero Llambías es un buen referente en el interior. El campo va a terminar con nosotros”, confirmaron a LPO allegados a Venegas.
Por su parte, Biolcati continuará oscilando entre el PRO y Francisco de Narváez, con quien tiene negocios vía la Rural. “Quizá no de el salto a la política porque en donde está hoy puede influir y presionar más que desde una banca”, especulan desde el macrismo. Lo cierto es que el posicionamiento de Biolcati quedó evidenciado ayer cuando admitió que el paro que las entidades rurales están llevando a cabo esta semana “es una medida simbólica de impacto político”.
En este marco, la estrategia del Gobierno sufrió un revés con el nuevo paro agropecuario. Como se sabe, la idea del kirchnerismo era dividir a la Mesa con concesiones a la FAA y a Coninagro para recomponer relaciones con Buzzi y Garetto, los más progresistas en la visión oficialista. (La Política OnLine).
Octubre va acercándose en forma impiadosa y con el correr de las semanas la aparente neutralidad que esgrimen varios sectores de peso dará paso a las definiciones. Entre los principales actores de ese escenario se ubican los dirigentes de la Mesa de Enlace que, a pesar de las desmentidas, y cada uno por su lado, por estas horas intensificaron los contactos con distintas fuerzas de la oposición.
De los cuatro popes de la Mesa -Hugo Biolcati de la Sociedad Rural, Eduardo Buzzi, de la Federación Agraria Argentina (FAA), Mario Llambías de la Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), y Carlos Garetto (Coninagro)-, el santafesino es el que más avanzadas tiene sus conversaciones políticas.
Una candidatura a diputado nacional en Santa Fe por Proyecto Sur es a lo que podría apuntar Buzzi, a pesar de que meses atrás se lo nombró como candidato a gobernador de esa provincia, pero por el duhaldismo. Por caso, la semana pasada compartió el cierre de unas jornadas juveniles de la FAA en el interior santafesino junto a Víctor de Gennaro, posible candidato a vicepresidente de Pino Solanas.
Sucede que en el círculo íntimo de Buzzi especulan con la buena imagen que Pino Solanas tiene en Rosario -esta entre los tres primeros en intención de voto a Presidente- pero sobre todo admiten que es muy difícil que el socialismo pierda la provincia y por ende, mejor que arriesgarse a un piletazo con la gobernación que el camino más prudente es el que lleva al Congreso de la Nación.
El peso de Duhalde
En términos globales, con quien mejor se entienden los dirigentes ruralistas es con Eduardo Duhalde, algo que de rebote golpea también a Felipe Solá. En las filas del ex gobernador todavía mascan su frustración. Es que Solá rompió con el kirchnerismo por la 125 y se supone que es el referente político "natural" del campo, por sus ocho años de Secretario de Agricultura. Sin embargo, en la Mesa de Enlace lo ningunean.
En ese marco, Llambías, es el que tiene las conversaciones más avanzadas con el duhaldismo. El otrora ruralista preferido de Elisa Carrió tiene una excelente relación con el jefe del sindicato de peones rurales, Gerónimo “Momo” Venegas, una de las patas gremiales del duhaldismo.
“No sabemos si va a integrar una lista o qué pero Llambías es un buen referente en el interior. El campo va a terminar con nosotros”, confirmaron a LPO allegados a Venegas.
Por su parte, Biolcati continuará oscilando entre el PRO y Francisco de Narváez, con quien tiene negocios vía la Rural. “Quizá no de el salto a la política porque en donde está hoy puede influir y presionar más que desde una banca”, especulan desde el macrismo. Lo cierto es que el posicionamiento de Biolcati quedó evidenciado ayer cuando admitió que el paro que las entidades rurales están llevando a cabo esta semana “es una medida simbólica de impacto político”.
En este marco, la estrategia del Gobierno sufrió un revés con el nuevo paro agropecuario. Como se sabe, la idea del kirchnerismo era dividir a la Mesa con concesiones a la FAA y a Coninagro para recomponer relaciones con Buzzi y Garetto, los más progresistas en la visión oficialista. (La Política OnLine).
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