Inclinado a disputar la presidencial, el jefe de Gobierno marcó una pauta para definir la pelea entre Horacio Rodríguez Larreta y Gabriela Michetti. Hoy las encuestas favorecen a la diputada, pero el jefe de Gabinete viene creciendo. Sin embargo, la gran barrera es el ballotage que en el PRO estiman inevitable.
Mauricio Macri hoy se inclina por pelear la presidencial. Muy impactado por las charlas que tuvo con el colombiano Alvaro Uribe cree que de la mano de un discurso duro contra la inseguridad y los piqueteros, logrará convertirse en la contrafigura de Cristina Kirchner.
“Hoy está en un 99 por ciento decidido a pelear la presidencial”, afirmaron sus allegados de mayor confianza a LPO. La crisis del Parque Indoamericano lo marcó a fuego y piensa que inevitablemente Cristina seguirá cayendo en las encuestas y Duhalde y el peronismo federal, al final del camino apoyarán su candidatura. Imagina posible un ballotage con la Presidenta.
En ese marco, ya tomó una decisión. Si finalmente opta por la presidencial –todavía su convicción interna no se transformó en una decisión tomada-, para la Ciudad elegirá el candidato mejor posicionado en las encuestas. Se trata de un dato central en la discusión del PRO.
“El candidato para la Ciudad va a ser el que mejor mida”, dijo ante sus allegados a principios de esta semana. Y por si alguien tenía dudas, aclaró que el elegido no será el que supuestamente garantice una mejor gestión, sino el que mejor mida en las encuestas.
Con estas palabras, Macri pareció contradecir al gueso de su gabinete que venía pujando porque Horacio Rodríguez Larreta sea el elegido. Es que hoy Gabriela Michetti está primera en las encuestas.
El entorno de Macri y buena parte de sus ministros recelan de la diputada y temen perder poder y hasta negocios, si Michetti termina siendo la elegida. Nada de esto parece preocupar a Macri, que incluso se ríe de las recurrentes versiones sobre rupturas de su ex vicejefa, como la última que la mencionó como eventual candidata a vicepresidenta del radical Ernesto Sanz.
“Cada vez que salen esas cosas, Gabriela me viene a ver llorando, dice que hace tres años que le publican esas versiones y ella siempre estuvo firme en el PRO. Con Sanz son amigos y se fue de vacaciones a su chacra, no es más que eso”, afirma Macri en la intimidad.
El escenario de ballotage
En la mesa chica del PRO ya tienen un diagnóstico sobre las elecciones porteñas, en base a las encuestas que analizan periódicamente. “Hay un 35 por ciento que es votante PRO fanático, otro 35 por ciento que no nos quiere y la elección la definen el restante 30 por ciento que va y viene”, explicó a LPO un integrante de la mesa chica que habla de política con Macri.
¿Es decir que dan por descontado que habrá ballotage?, preguntó este medio. “Por supuesto, vamos a ir a un ballotage y lo vamos a ganar, al final del camino en ese 30 por ciento que va y viene, terminan reconociendo que Macri hizo más por la Ciudad que sus antecesores”.
El propio Macri palpita ese resultado en los discretos “timbrazos” que viene realizando hace meses. Sin medios, ni fotógrafos propios, todas las semanas recorre algún barrio en persona. Toca el timbre de las casas y habla con los vecinos.
“La reacción suele ser la misma, primero viene el instante Kodak, cuando lo ven le piden sacarse fotos para el hijo o el sobrino que es de Boca. Después empiezan a protestar por todo lo que falta y al final reconocen lo hecho. El balance suele ser bueno y el tema central es la inseguridad”, explicó uno de los funcionarios que lo acompaña en esas recorridas.
De hecho, las mediciones del gobierno porteño indican que en los cuatro barrios en los que ya está operativa la Policía Metropolitana, la imagen positiva de Macri se disparó. Tan grande es la demanda.
Como sea, si la vara para elegir al sucesor es la performance electoral, esto parece otorgarle una luz de ventaja a Michetti. No tanto por las actuales encuestas que oscilan entre darle el doble o un poco menos de intención de voto, sino por los escenarios de ballotage.
Ese es por ahora el talón de Aquiles del jefe de Gabinete porteño. En una segunda vuelta que el macrismo considera inevitable –para evitarla haría falta ganar por más del 50 por ciento de los votos-, Larreta pierde en casi todos los escenarios y Michetti por el contrario gana en la mayoría de las variantes.
Y curándose en salud, la gente de Michetti ya avisó que si Macri se lo pide, la diputada hasta mantendría el grueso del gabinete actual. Y se encargaría de garantizar personalmente todo lo que haya que garantizar.
De todas maneras, en el PRO no terminan de aceptar las señales que está enviando Macri como definitivas y todavía se especula con la posibilidad de que termine optando por su reelección. “En las anteriores elecciones también amagó hasta último momento con la Presidencia y después se bajó a la Ciudad”, afirman los más escépticos. Se verá. (La Política OnLine).
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