Lo anunciarían en las próximas semanas. Sacudido por sus magros resultados en las provincias, Solanas resiste las presiones internas y no oculta que está más cerca de ir por la Ciudad.“Hoy estoy 55 y 45”, confesó. Ocaña tiene buena imagen y la fórmula asusta a la Casa Rosada y al Pro. Rechazan a la UCR.
Fernando “Pino” Solanas confirmaría la próxima semana que competirá por la jefatura de Gobierno acompañado de Graciela Ocaña, una fórmula que atemoriza a la Casa Rosada y complicaría también al Pro.
Pino faltó anoche al congreso de Proyecto Sur que iba a definir la estrategia nacional. Prefirió esperar unos días hasta definirse. Quienes lo frecuentan sostienen que en sus últimas definiciones se mostró “un 55%” a favor de competir en la Ciudad.
“Esta semana culminará una ronda de consulta y la próxima dirá qué hacer”, anticipan los pinistas. Los resultados en las últimas elecciones provinciales lo volcaron a pensar en que es mejor competir en la Ciudad, donde en 2009 quedó segundo con más de 24 puntos.
Es que sus performances electorales fueron pobres en Catamarca y en Chubut, provincias donde extendió su discurso contra la explotación de recursos naturales. Lo aqueja otro problema no menor: no tiene quien le garantice un financiamiento de la campaña.
Sin partido ni proclamación oficial Ocaña conserva una buena aceptación entre los porteños y eso se refleja en cualquier encuesta, donde suele alcanzar fácilmente los cinco puntos. Lo sabía Julio Cobos, que en el último año instó a sus seguidores porteños a que la tienen con una candidatura.
Pero ni la ex ministra de Salud ni Solanas aceptan conciliar con la lista de diputados radicales por la Ciudad, conformada por Enrique “Coti” Nosiglia. La integran antiguos concejales algunos con paso por los Tribunales.
La encabeza Víctor Hugo Salazar (sobrino del ex puntero de La Boca Carlos Bello), y la integran entre otros Marcela Larrosa (hija del ex concejal procesado «Beto» Larrosa) y Carlos Machi, otro nosiglista sospechado de mantener vínculos comerciales con el Gobierno de la Ciudad. Ninguno convence a Pino ni a Ocaña.
Mientras se decide a ir por la Ciudad, los pinistas miran encuestas. Afirman que ninguna lo da con menos de 20 puntos, muy por el contrario a algunos números que lo daban en la franja del 10.
“Lo mismo decían en 2009”, recuerdan. En aquella elección, Pino sorprendió con un segundo lugar. Ahora, pensando en un ballotage, las expectativas son mayores. “El porteño que no quiere a Macri no le va a dar la Ciudad Kirchner”. (La Polìtica OnLine).
Fernando “Pino” Solanas confirmaría la próxima semana que competirá por la jefatura de Gobierno acompañado de Graciela Ocaña, una fórmula que atemoriza a la Casa Rosada y complicaría también al Pro.
Pino faltó anoche al congreso de Proyecto Sur que iba a definir la estrategia nacional. Prefirió esperar unos días hasta definirse. Quienes lo frecuentan sostienen que en sus últimas definiciones se mostró “un 55%” a favor de competir en la Ciudad.
“Esta semana culminará una ronda de consulta y la próxima dirá qué hacer”, anticipan los pinistas. Los resultados en las últimas elecciones provinciales lo volcaron a pensar en que es mejor competir en la Ciudad, donde en 2009 quedó segundo con más de 24 puntos.
Es que sus performances electorales fueron pobres en Catamarca y en Chubut, provincias donde extendió su discurso contra la explotación de recursos naturales. Lo aqueja otro problema no menor: no tiene quien le garantice un financiamiento de la campaña.
Sin partido ni proclamación oficial Ocaña conserva una buena aceptación entre los porteños y eso se refleja en cualquier encuesta, donde suele alcanzar fácilmente los cinco puntos. Lo sabía Julio Cobos, que en el último año instó a sus seguidores porteños a que la tienen con una candidatura.
Pero ni la ex ministra de Salud ni Solanas aceptan conciliar con la lista de diputados radicales por la Ciudad, conformada por Enrique “Coti” Nosiglia. La integran antiguos concejales algunos con paso por los Tribunales.
La encabeza Víctor Hugo Salazar (sobrino del ex puntero de La Boca Carlos Bello), y la integran entre otros Marcela Larrosa (hija del ex concejal procesado «Beto» Larrosa) y Carlos Machi, otro nosiglista sospechado de mantener vínculos comerciales con el Gobierno de la Ciudad. Ninguno convence a Pino ni a Ocaña.
Mientras se decide a ir por la Ciudad, los pinistas miran encuestas. Afirman que ninguna lo da con menos de 20 puntos, muy por el contrario a algunos números que lo daban en la franja del 10.
“Lo mismo decían en 2009”, recuerdan. En aquella elección, Pino sorprendió con un segundo lugar. Ahora, pensando en un ballotage, las expectativas son mayores. “El porteño que no quiere a Macri no le va a dar la Ciudad Kirchner”. (La Polìtica OnLine).
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