Un informe del Barómetro de la Deuda Social Argentina, que elaboró el Observatorio Social de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA) señaló que el 17% de la población total del país (al menos dos de cada diez argentinos) habita en una vivienda en "situación irregular".
Desde 2004 hasta ahora aumentó la cantidad de hogares que viven en villas miseria, asentamientos populares, ocupaciones de hecho, conventillos o pensiones.
En esa fecha, el porcentaje de viviendas en situación irregular de exclusión era del 10,4%.
Se estima que sólo en la Capital y en Gran Buenos Aires viven actualmente más de un millón de personas en villas miseria.
Un indicador de pobreza se encuentra en que el 36% de los hogares argentinos no cuentan con conexión de cloacas, el 20% no tiene acceso a la red de gas, el 21% carece de calles pavimentadas y un 27% habita en zonas inundables.
Si bien desde 2003 a la fecha la situación económica mejoró, el porcentaje de hogares urbanos con acceso a agua corriente, red de gas, desagües pluviales, cloacas y calles pavimentadas sigue sin variaciones.
El 11% de los hogares no cuenta con un baño con retrete con descarga de agua, un 12% sufre hacinamiento (3 o más personas por dormitorio), un 16% experimenta riesgo alimentario (estimado en un 11% a partir de la asignación universal por hijo), el 22% sufre de exclusión laboral severa (trabajos informales de indigencia o desempleo abierto), el 24% padece riesgo de alto malestar psicológico y el 27% no logra tener un proyecto más allá del día a día.
Censo Nacional
La semana pasada se conocieron los datos definitivos del Censo Nacional 2010 que señalaba un crecimiento total de la población argentina del 10,7 % desde 2001, pero en las villas de emergencia más del 50%.
Actualmente viven en villas o asentamientos en la ciudad de Buenos Aires 163.587 personas (en 2001 vivían 53.000); la villa que más creció fue la de Rodrigo Bueno, de Costanera Sur, que quintuplicó su población, mientras que la más numerosa es la 21-24, de Barracas, con casi 30.000 ocupantes.
Dado que los datos fueron registrados en octubre de 2010, es probable que hayan sufrido incluso un ligero aumento, con todas las consecuencias ambientales, sanitarias y de infraestructura, por ejemplo, en la villa 31, de Retiro, un relevamiento hecho por estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA reveló que el 92% de sus habitantes tuvo roedores en su casa.
Importa señalar que el aumento de la población en villas miserias quedó registrado hasta por el propio Ministerio de Desarrollo Social bonaerense que, según las últimas cifras oficiales que se dieron, hasta 2006 había un total de 819 villas de emergencia en los 25 distritos del Área Metropolitana de Buenos Aires, incluyendo en ese censo a los asentamientos villeros porteños. Esto implica que, entre 2001 y 2006, la población en las villas subió al 57,5%.
Contrasta que casi una cuarta parte de 1.425.840 viviendas porteñas aparecen como deshabitadas (por distintas razones), la presencia en los barrios necesitados alcanza un grado tal de crecimiento poblacional que algunos especialistas hablan de una "conurbanización porteña", porque muchos de esos asentamientos son linderos con los partidos del Gran Buenos Aires.
También es preocupante, de acuerdo con estos datos, el hacinamiento en el que viven sus habitantes: en promedio, hay 4,1 personas por hogar, pero en algunos llega a 7,3 por vivienda.
También las dificultades para acceder al agua potable y a la red cloacal pública, según el relevamiento de la Dirección General de Estadísticas y Censos (Dgeyc) porteña, las comunas 4 (Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya) y 8 (Lugano, Villa Soldati y Villa Riachuelo) son las que tienen los porcentajes más altos de hogares que no disponen de inodoros con descarga a la red cloacal pública.
El INDEC no refleja estas realidades, lo que no es ninguna novedad. Pero cómo se entiende que la Presidenta de la Nación, dijera antes de conocerse estos datos que la pobreza ha bajado al 8,3 por ciento de la población en el primer semestre del año, y que la indigencia se ubicó en apenas el 2,4%.
Desde 2004 hasta ahora aumentó la cantidad de hogares que viven en villas miseria, asentamientos populares, ocupaciones de hecho, conventillos o pensiones.
En esa fecha, el porcentaje de viviendas en situación irregular de exclusión era del 10,4%.
Se estima que sólo en la Capital y en Gran Buenos Aires viven actualmente más de un millón de personas en villas miseria.
Un indicador de pobreza se encuentra en que el 36% de los hogares argentinos no cuentan con conexión de cloacas, el 20% no tiene acceso a la red de gas, el 21% carece de calles pavimentadas y un 27% habita en zonas inundables.
Si bien desde 2003 a la fecha la situación económica mejoró, el porcentaje de hogares urbanos con acceso a agua corriente, red de gas, desagües pluviales, cloacas y calles pavimentadas sigue sin variaciones.
El 11% de los hogares no cuenta con un baño con retrete con descarga de agua, un 12% sufre hacinamiento (3 o más personas por dormitorio), un 16% experimenta riesgo alimentario (estimado en un 11% a partir de la asignación universal por hijo), el 22% sufre de exclusión laboral severa (trabajos informales de indigencia o desempleo abierto), el 24% padece riesgo de alto malestar psicológico y el 27% no logra tener un proyecto más allá del día a día.
Censo Nacional
La semana pasada se conocieron los datos definitivos del Censo Nacional 2010 que señalaba un crecimiento total de la población argentina del 10,7 % desde 2001, pero en las villas de emergencia más del 50%.
Actualmente viven en villas o asentamientos en la ciudad de Buenos Aires 163.587 personas (en 2001 vivían 53.000); la villa que más creció fue la de Rodrigo Bueno, de Costanera Sur, que quintuplicó su población, mientras que la más numerosa es la 21-24, de Barracas, con casi 30.000 ocupantes.
Dado que los datos fueron registrados en octubre de 2010, es probable que hayan sufrido incluso un ligero aumento, con todas las consecuencias ambientales, sanitarias y de infraestructura, por ejemplo, en la villa 31, de Retiro, un relevamiento hecho por estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA reveló que el 92% de sus habitantes tuvo roedores en su casa.
Importa señalar que el aumento de la población en villas miserias quedó registrado hasta por el propio Ministerio de Desarrollo Social bonaerense que, según las últimas cifras oficiales que se dieron, hasta 2006 había un total de 819 villas de emergencia en los 25 distritos del Área Metropolitana de Buenos Aires, incluyendo en ese censo a los asentamientos villeros porteños. Esto implica que, entre 2001 y 2006, la población en las villas subió al 57,5%.
Contrasta que casi una cuarta parte de 1.425.840 viviendas porteñas aparecen como deshabitadas (por distintas razones), la presencia en los barrios necesitados alcanza un grado tal de crecimiento poblacional que algunos especialistas hablan de una "conurbanización porteña", porque muchos de esos asentamientos son linderos con los partidos del Gran Buenos Aires.
También es preocupante, de acuerdo con estos datos, el hacinamiento en el que viven sus habitantes: en promedio, hay 4,1 personas por hogar, pero en algunos llega a 7,3 por vivienda.
También las dificultades para acceder al agua potable y a la red cloacal pública, según el relevamiento de la Dirección General de Estadísticas y Censos (Dgeyc) porteña, las comunas 4 (Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya) y 8 (Lugano, Villa Soldati y Villa Riachuelo) son las que tienen los porcentajes más altos de hogares que no disponen de inodoros con descarga a la red cloacal pública.
El INDEC no refleja estas realidades, lo que no es ninguna novedad. Pero cómo se entiende que la Presidenta de la Nación, dijera antes de conocerse estos datos que la pobreza ha bajado al 8,3 por ciento de la población en el primer semestre del año, y que la indigencia se ubicó en apenas el 2,4%.
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