El legislador radical habla de inflación, inseguridad e intolerancia, como cuestiones que "el Gobierno pretende esconder a un costo cada vez más elevado".
Con un salón de la Sociedad Española de la localidad santafesina de Hughes colmado de vecinos, dirigentes y militantes radicales, el diputado nacional Ricardo Alfonsín reclamó el tratamiento de proyectos de su autoria que, según dijo, “apuntan a cambiar un sistema tributario regresivo, a crear mejores oportunidades de acceso a la vivienda, un verdadero plan de recuperación de ferrocarriles, y cambios en la distribución de la coparticipación federal”. El referente nacional de la UCR estuvo acompañado por el vicegobernador de la provincia de Santa Fe Jorge Henn, el diputado provincial Maximiliano Pullaro y una decena de intendentes y presidentes comunales del departamento General López y localidades vecinas.
Alfonsín destacó “el camino de fortalecimiento que experimenta el radicalismo con dirigentes prestigiosos en todas las ciudades y comunas, que en muchos casos expresan a una nueva generación de jóvenes que se comprometen con lo público desde la UCR” y la “necesidad de unir esfuerzos para que la UCR construya junto a otras fuerzas una verdadera alternativa progresista”.
El diputado nacional concentró su preocupación en lo que denominó “las tres I que constituyen las principales problemáticas nacionales: la inflación, la inseguridad y la intolerancia; problemas que el Gobierno nacional pretende esconder a un costo cada vez más elevado, queriendo disimular que se derrochó la mayor oportunidad que el mundo le dio a nuestro país en toda la historia".
Alfonsín y el vicegobernador Henn centraron sus mensajes "en la necesidad de recuperar los valores en la política y en fortalecer al
radicalismo como la fuerza histórica que representa esos valores de transparencia, diálogo y tolerancia".
Por su parte Pullaro destacó la figura de Ricardo Alfonsín, con quien "el radicalismo volvió a tener un dirigente nacional capaz de recorrer el país pueblo por pueblo, a discutir proyectos e ideas que se identifican con la democracia social, como la reforma impositiva para cambiar este modelo regresivo, el programa para la construcción de viviendas (algunas de esas ideas las copio el gobierno nacional para el Plan Procrear), el proyecto de Recuperación de Ferrocarriles o el Plan Crianza."
Alfonsín sostuvo que los problemas que se sucedieron en la provincia de Buenos Aires demuestran lo que pasa en el país. “Una de las principales razones de ese problema tiene que ver con las modificaciones registradas desde el 2003 por el régimen de coparticipación de impuestos. Concretamente, las provincias reciben menos recursos que los que deberían recibir”, dijo el legislador.
“Según el artículo 7 de la ley de coparticipación del año 1988, el gobierno nacional debe enviar a las provincias -como mínimo- el 34% del total de la recaudación fiscal. Sin embargo, hoy se les envía automáticamente apenas el 25% .Es decir, el gobierno nacional se queda con recursos que son de las provincias, afectando su cuentas públicas y con ello la independencia económica y política de las mismas”, expresó Ricardo Alfonsín. Agregó que "obviamente, los recursos expropiados por el gobierno nacional, finalmente, de una u otra forma, van a las provincias. No podría ser de otra manera: el territorio nacional no es sino la suma de los territorios provinciales. Pero no van por ley, ni automáticamente. Es el gobierno central el que decide cuándo, cuántos y para qué serán enviados los recursos. Todo muy federal”, ironizó.
“La razón política que explica la expropiación de recursos provinciales no es sino reducir márgenes de autonomía política. Colocar a los gobernadores, y a la dirigencia política en general, en situación de dependencia. Algo así como neutralizar el federalismo o, por lo menos, degradarlo sustancialmente”, dijo Alfonsín.
El diputado radical agregó que "desde la perspectiva del gobierno nacional ello ofrece, algunas ventajas como disciplinar a los legisladores en el Congreso Nacional so pena de ser castigados desatendiendo las necesidades económicas de sus provincias; le da poder para inmiscuirse en la selección de candidatos (legisladores, gobernador o vice y hasta concejales); y permite jugar el papel del gran hacedor ya que la presidenta se la pasa inaugurando obras realizadas con los recursos que retuvo indebidamente”.
Alfonsín dijo que "es también un recordatorio para el 2013. Hay que asegurarse de que todos los diputados que puedan ingresar, eventualmente, acompañen la reforma de la Constitución y la reelección presidencial. Es decir, debe ser el gobierno nacional el que elija los candidatos. Para ello, lo mejor es un gobernador sometido”.
“La culpa no es solamente el gobierno, sino de quien le da de comer. Es decir de los que toleran estos destratos y comportamientos poco republicanos y democráticos. La culpa también es de las víctimas”, sostuvo el dirigente radical.
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