BUENOS AIRES, Abril 02, (PUNTO CERO-Inforegión). El vicerrector académico de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora rinde un homenaje al Raúl Alfonsín recordando los años de militancia en el radicalismo junto al ex presidente y su experiencia como funcionario de aquella administración. Además, evoca el rechazo a la guerra de Malvinas, el impulso a la democracia en el continente y el juicio a las juntas militares como hitos de su gestión.
Esta mañana un amigo español me dejó un llamado en el contestador. Enterado del fallecimiento de Raúl Alfonsín me daba el pésame, porque sabía que para mí era un “referente”.
Esta mañana un amigo español me dejó un llamado en el contestador. Enterado del fallecimiento de Raúl Alfonsín me daba el pésame, porque sabía que para mí era un “referente”.
Es cierto, para muchos, como en mi caso, Alfonsín fue un referente.Lo conocí cuando yo tenía 17 años, en 1972. Hoy estoy cerca de los 54.
Desde allí me interesó la política, y el Radicalismo. Eramos "Rara Avis" los jóvenes radicales; la mayoría de la juventud fue seducida por el retorno y la reivindicación del peronismo.Superada la angustia y la tristeza de la muerte de un ser tan querido, me invaden los recuerdos.
Hoy me venían a la memoria algunos retos y tiradas de orejas de Alfonsín. A muchos de nosotros en 1982, asombrados y contestes con la invasión a las Islas Malvinas, nos “pegó una felpeada” diciéndonos que era una inconciencia y una atrocidad, que sólo traería muerte y atraso. Que se trataba de una maniobra de la dictadura, apurada por la crisis económica.
La mayoría de la clase política de entonces cayó en la trampa y visitó las islas. Quizás pocos lo recuerden.
Años después, me ocurrió algo más personal. Siendo director de la DGI, en junio de l989, estuve a solas en su despacho de presidente.
La recaudación fiscal caía dramáticamente, la hiperinflación acosaba.Luego de reprocharme que tenía que recaudar más, le explique que había casi una rebelión fiscal. Además Menem (ya electo), había anunciado un blanqueo.Cuando me escuchó, me dijo..."
Pero hijo, ¡No te me caigas ahora! Sos uno de mis mejores funcionarios...¡Vamos a salir adelante!"Alfonsín, como probablemente otras veces, se equivocó. No salimos adelante. Un tsunami de mercados, saqueos, crisis cambiaria e impericia en la gestión, arrasó con el gobierno. Además, yo era un funcionario del montón.
Ayer un amigo me recordó tres hitos de su gobierno. Indiscutibles. El juicio a las juntas militares, la paz con Chile, y el divorcio vincular, con patria potestad compartida.
Pero hay más.
El ex Presidente brasileño Sarney recordó que la democracia argentina fue la primera en recuperarse en la región, y operó como disparador en el resto de Sudamérica.
Muerto Tancredo Neves (presidente electo pero que fallece antes de asumir), Alfonsín viajó inmediatamente a Brasil, a legitimar al vicepresidente electo (Sarney), y abortar una intentona militar.
Ricardo Lagos (ex Presidente chileno) siempre cuenta que si no hubiera sido por la presión del gobierno argentino a Pinochet, no hubiera recuperado la libertad. Todo lo demás es discutible, y muchas cosas reprochables.
Pero esos temas, de tanta trascendencia, y tan diversos, creo que son un aporte inobjetable a nuestra historia.
Tuvo la suerte de morir reconocido, y rodeado de afecto. Y reconciliado con la sociedad. Sólo comparable con la muerte de Juan Domingo Perón. Pero sin la presión del ejercicio del poder, y los malos presagios de la violencia que se avecinaba.
Hagamos memoria de otros gobernantes. Muchos de ellos valiosos y respetables.Pero que, en general, fallecieron en el exilio, u olvidados.
El ex Presidente Alfonsín visitó la Facultad de Ciencias Económicas de la UNLZ, durante mi mandato como decano, en dos oportunidades.Fui un afortunado. De su visita el 29 de octubre de 1992, hicimos una película.
Digitalización mediante, la entregaré a las autoridades de la facultad.
Es un magnífico recuerdo. Y un documento histórico de nuestra vida universitaria.
En aquélla exposición en nuestra facultad, como en su último discurso de diciembre pasado, nos deja un mensaje de unión nacional, de convivencia, de respeto y comprensión. Tanto con y desde el gobierno, como dentro de la oposición. También de esperanza con el futuro del país.
La mejor manera de recordarlo, sería hacer un esfuerzo entre todos para cumplir sus deseos.
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