domingo, agosto 23, 2009

Entre la CONEAU, el ingreso y la rosca política

(DiarioHoy.net). Días agitados están viviendo las autoridades de la Facultad de Medicina, que están puliendo los detalles del curso de apoyo para los bochados en la prueba de admisibilidad y, además, están atravesando por la evaluación de los expertos de la Comisión Nacional de Acreditación Universitaria (Coneau).
La Coneau es un organismo que tiene entre sus funciones la acreditación de carreras de grado y posgrado reguladas por el Estado, lo que determina que una facultad pueda convocar o no a nuevas inscripciones de alumnos en el próximo ciclo lectivo.
En la última evaluación, Medicina tuvo una calificación intermedia. Lo que significa que acreditó, pero al mismo tiempo tuvo que encarar una serie de modificaciones en la carrera sugerida por los expertos. Ante esta situación, desde el Rectorado le dieron más tiempo a las autoridades del decanato y a los consejeros de la agrupación Hoja de Roble para definir si tomarán un examen de ingreso antes de fin de año a los aspirantes que -el próximo martes- comenzarán el curso de apoyo.
No se trata de una discusión menor dado que no son pocos los que, dentro de la facultad, opinan que aquellos que realicen el curso recién deberían rendir el examen en 2010. En cambio, desde el Rectorado meten presión para que la facultad cumpla con el nuevo Estatuto; es decir, tomarle la evaluación en diciembre y garantizar que los aspirantes sean alumnos regulares de la carrera. Está previsto que a mediados de la semana que comienza se reúna el vicepresidente de la Universidad y las autoridades del decanato.
El otro hecho significativo de la semana fue la toma de posesión, por parte de la UNLP, del predio donde alguna vez funcionó el Batallón de Infantería de Marina nº 3, que fue donado por la Provincia a la Universidad, y donde se construirán los edificios para Humanidades y Psicología.
La cuestión edilicia se ha convertido en el eje más importante de la gestión de Gustavo Azpiazu como rector. Y el hecho de que varias unidades académicas cuenten con nuevas sedes es uno de los motivos por los cuales, según analistas universitarios, el Rectorado no cuenta con un grupo opositor conformado por docentes y graduados. “La torta se repartió de forma bastante equitativa”, afirman.
Poco a poco, en los pasillos de la UNLP, se va instalando el clima de campaña de cara a las elecciones de claustro, que determinará la conformación de los consejos directivos y de la Asamblea que el año que viene designará al sucesor de Azpiazu. Hasta ahora el oficialismo tiene como principal precandidato al radical Fernando Tauber (foto), actual secretario general y principal arquitecto de las alianzas políticas con sectores peronistas e independientes que confluyen en la conducción del Rectorado. Como alternativa, hasta ahora, sólo surge la posibilidad de que el ex vicerrector Angel Tello, otro radical, también se lance a la carrera por ocupar el sillón de Joaquín V. González. En tanto, existe expectativa respecto a cómo actuará el peronismo universitario que en gran parte apoya a Azpiazu, aunque su posicionamiento podría cambiar por las modificaciones del escenario nacional donde el kirchnerismo, en el que militan varios funcionarios universitarios, está en retirada.

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