Los alumnos que acuden a la Escuela Especial 504, de Villa Albertina, continúan trasladándose hasta la Escuela 9, en el centro de Lomas, para recibir clases. Es por eso que la comunidad educativa de la institución señaló que esperan “desde hace un año la designación de nuevos docentes y la construcción del nuevo edificio”. Además, advirtieron que se produjo una fuerte deserción escolar por la extensa distancia que existe entre el barrio y el establecimiento.
La construcción del nuevo edificio para la Escuela Especial 504, de Villa Albertina, ya lleva un año de demora, por lo que la comunidad educativa exigió “celeridad en la concreción del proyecto” ya que los alumnos del establecimiento tienen que viajar todos los días hasta la Escuela 9, en el centro de Lomas, para asistir a clases, lo que genera graves complicaciones a las familias de los nenes.
“Seguimos dando clases en dos aulas que nos facilita la Escuela 9, porque todavía no comenzó la construcción de nuestro colegio. La realidad es que la obra está muy atrasada, porque se suponía que debía concluir el año pasado, pero empezamos el nuevo ciclo lectivo y ni siquiera se pusieron los cimientos”, relató Mónica Grandoli, maestra integradora y delegada del establecimiento educativo.
Y agregó: “La institución se creo en forma administrativa, pero no de hecho. Están todos los trámites concluidos, pero falta que empiecen la construcción, que cada vez se demora más”.
Además, en diálogo con Info Región, solicitaron la designación de más docentes ya que aseguran que “la lista de espera es extensa”. “Hay muchos chicos que no pueden acudir al colegio porque tenemos desbordada nuestra capacidad. La lista de espera es enorme, es por eso que pedimos que designen más docentes al establecimiento”, remarcaron ante la consulta de este medio.
Por otra parte, advirtieron que se produjo una fuerte deserción escolar debido a que la distancia entre el barrio y el colegio es muy extensa.
“Muchas familias que hacían un esfuerzo enorme para mandar a sus hijos con capacidades diferentes al colegio terminaron retirándolos. La razón por la que algunos chicos dejaron de acudir, es por la distancia entre el barrio y el colegio”, resaltó Grandoli. Y remarcó: “El traslado estaba garantizado por unos micros gratuitos, pero si los nenes tenían que ser retirados antes de tiempo los papás no podían ir a buscarlos por la lejanía. Los días de lluvia también se complicaba mucho el trabajo, ya que muchos nenes no podían llegar a tomar el micro porque las calles se inundan”.
El actual edificio está ubicado en Virgilio al 3800, tiene ocho aulas y no da a basto para la cantidad de alumnos que piden un lugar en la escuela y que provienen de localidades como Parque Barón, Villa Centenario, Villa Fiorito e Ingeniero Budge.
A la institución concurren niños derivados de decenas de escuelas de la zona que sufren patologías que afectan el aprendizaje. Además, hay una extensa lista de espera, ya que no cuentan con los requisitos edilicios para albergar a tantos chiquitos. Allí, según las docentes, “se les da un trato especial, y educación que se ajusta a la metodología precisa para lograr su recuperación”.
La construcción del nuevo edificio para la Escuela Especial 504, de Villa Albertina, ya lleva un año de demora, por lo que la comunidad educativa exigió “celeridad en la concreción del proyecto” ya que los alumnos del establecimiento tienen que viajar todos los días hasta la Escuela 9, en el centro de Lomas, para asistir a clases, lo que genera graves complicaciones a las familias de los nenes.
“Seguimos dando clases en dos aulas que nos facilita la Escuela 9, porque todavía no comenzó la construcción de nuestro colegio. La realidad es que la obra está muy atrasada, porque se suponía que debía concluir el año pasado, pero empezamos el nuevo ciclo lectivo y ni siquiera se pusieron los cimientos”, relató Mónica Grandoli, maestra integradora y delegada del establecimiento educativo.
Y agregó: “La institución se creo en forma administrativa, pero no de hecho. Están todos los trámites concluidos, pero falta que empiecen la construcción, que cada vez se demora más”.
Además, en diálogo con Info Región, solicitaron la designación de más docentes ya que aseguran que “la lista de espera es extensa”. “Hay muchos chicos que no pueden acudir al colegio porque tenemos desbordada nuestra capacidad. La lista de espera es enorme, es por eso que pedimos que designen más docentes al establecimiento”, remarcaron ante la consulta de este medio.
Por otra parte, advirtieron que se produjo una fuerte deserción escolar debido a que la distancia entre el barrio y el colegio es muy extensa.
“Muchas familias que hacían un esfuerzo enorme para mandar a sus hijos con capacidades diferentes al colegio terminaron retirándolos. La razón por la que algunos chicos dejaron de acudir, es por la distancia entre el barrio y el colegio”, resaltó Grandoli. Y remarcó: “El traslado estaba garantizado por unos micros gratuitos, pero si los nenes tenían que ser retirados antes de tiempo los papás no podían ir a buscarlos por la lejanía. Los días de lluvia también se complicaba mucho el trabajo, ya que muchos nenes no podían llegar a tomar el micro porque las calles se inundan”.
El actual edificio está ubicado en Virgilio al 3800, tiene ocho aulas y no da a basto para la cantidad de alumnos que piden un lugar en la escuela y que provienen de localidades como Parque Barón, Villa Centenario, Villa Fiorito e Ingeniero Budge.
A la institución concurren niños derivados de decenas de escuelas de la zona que sufren patologías que afectan el aprendizaje. Además, hay una extensa lista de espera, ya que no cuentan con los requisitos edilicios para albergar a tantos chiquitos. Allí, según las docentes, “se les da un trato especial, y educación que se ajusta a la metodología precisa para lograr su recuperación”.
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