En el marco de un trabajo vinculado con la puesta en valor de diferentes espacios, el Secretario de Servicios Públicos de la Comuna, Arq. Andrés Petrillo, presentó esta mañana un nuevo sector del Cementerio Municipal de San Martín, donde ya se erige un área parquizada con capacidad para unas cien sepulturas; se trata, fundamentalmente, de un paso importante que ejecuta el municipio en pos de un notable cambio conceptual en lo referido al significado de la dependencia.
Para eso, además, se instalaron gacebos para resguardar de las inclemencias climáticas a los deudos que acompañan las inhumaciones, y se adquirieron tractores pequeños y carretones con tolvas, para poder arrojar allí la tierra de las sepulturas, resguardando la higiene de las tumbas adyacentes, tal cual explicaron.
Asimismo, se desarrollaron refacciones en oficinas administrativas y se remodeló a nuevo la Osteoteca del cementerio, con lo cual también se creó un espacio adecuado para la ciencia, para el estudio de los restos. Todo, en el marco de un trabajo de pintura integral en casi todo el predio.
“Pese a que muchos siguen hablando de ciudad de los muertos, nosotros pretendemos empezar a referirnos a esta necrópolis como un sitio de reflexión, de recuerdo, pero en un marco distinto, mucho mas agradable”, explicó Petrillo, acompañado por el plantel de funcionarios del área.
“La muerte no es algo para esconder entre muros, sino mas bien una prueba fehaciente de que hemos vivido”, recalcó.
En otro sentido, el funcionario expresó su satisfacción por el cambio de aspecto del predio: “Hablar de este lugar, era referirse a un lugar gris, sombrío. No había nada para mostrar. Este mismo sector estaba en un estado total de abandono. Y afortunadamente ahora podemos mostrar otra cosa”, añadió Petrillo.
Para eso, además, se instalaron gacebos para resguardar de las inclemencias climáticas a los deudos que acompañan las inhumaciones, y se adquirieron tractores pequeños y carretones con tolvas, para poder arrojar allí la tierra de las sepulturas, resguardando la higiene de las tumbas adyacentes, tal cual explicaron.
Asimismo, se desarrollaron refacciones en oficinas administrativas y se remodeló a nuevo la Osteoteca del cementerio, con lo cual también se creó un espacio adecuado para la ciencia, para el estudio de los restos. Todo, en el marco de un trabajo de pintura integral en casi todo el predio.
“Pese a que muchos siguen hablando de ciudad de los muertos, nosotros pretendemos empezar a referirnos a esta necrópolis como un sitio de reflexión, de recuerdo, pero en un marco distinto, mucho mas agradable”, explicó Petrillo, acompañado por el plantel de funcionarios del área.
“La muerte no es algo para esconder entre muros, sino mas bien una prueba fehaciente de que hemos vivido”, recalcó.
En otro sentido, el funcionario expresó su satisfacción por el cambio de aspecto del predio: “Hablar de este lugar, era referirse a un lugar gris, sombrío. No había nada para mostrar. Este mismo sector estaba en un estado total de abandono. Y afortunadamente ahora podemos mostrar otra cosa”, añadió Petrillo.
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