(La Política OnLine). Los vecinos de la localidad bonaerense se oponen al proyecto inmobiliario, donde invertirá Ribera Desarrollo SA de Carlos de Narváez. El emprendimiento incluye la construcción de un shopping con 200 locales, un hotel cinco estrellas, 16 torres de departamentos y oficinas, hasta un estadio cubierto para eventos deportivos y recitales.
La zona es estratégica porque está al lado de la Capital Federal, los terrenos son baratos y en el partido, a diferencia de otros como San Isidro, sí se puede construir cerca del río.
Se trata de un lujoso emprendimiento inmobiliario que incluye desde la construcción de un shopping con 200 locales, un hotel cinco estrellas, 16 torres de departamentos y oficinas, hasta un estadio cubierto para eventos deportivos y recitales con una capacidad de 15 mil personas.
Los principales inversores para la urbanización son Ribera Desarrollo S.A., IRSA, Ricciard y Codinsa. La obra completa costará $700 millones de dólares y ocupará 320 mil metros cuadrados de la costa del río.
Además, se construirá un vial costero de 4 kilómetros con 6 carriles, desde Capital hasta San Isidro, para aliviar la circulación de los 20 mil autos que transitan por Libertador durante las horas pico. Una vez terminada, el actual bulevar Vito Dumas, se convertirá en peatonal.
La avenida costará más de $25 millones que financiará el gobierno nacional a través de la Dirección de Vialidad del Ministerio de Planificación Federal. Su construcción está dividida en 3 etapas y cada una tardará alrededor de un año. La primera ya está en marcha y se prevé que estará terminada a mediados de 2011.
El nuevo acceso desembocará en el distribuidor Centenario, una rotonda alargada que unirá Libertador con Lugones y Cantilo, facilitando el tránsito entre Vicente López y la Capital. La obra, que costará $19 millones, está a cargo de Ribera Desarrollo S.A., de los empresarios Carlos De Narváez y Diego Solá Prats, a cambio de la autorización municipal para construir un shopping en Libertador al 100.
El complejo de construcciones en la zona costera empezó a concretarse a fines de 2009 con la inauguración del local Sodimac, de la cadena chilena de home centres que pertenece al grupo Falabella, en un predio de 23 hectáreas del Carrefour en Libertador y General Paz. También empezó a ampliarse el centro de la tercera edad que está detrás del hipermercado.
Las obras tardarán entre dos y tres años, y crearán 3 mil empleos permanentes y otros 3200 puestos transitorios.
La oposición de los vecinos
“No a la autopista en el río”, exigieron frente a la municipalidad los casi 300 vecinos de Vicente López que volvieron a cortar la avenida Maipú para manifestarse en contra de la construcción del vial costero. Luego fueron a la Quinta de Olivos para entregarle un petitorio a la presidenta Cristina Fernández.
Piera Aglietti, arquitecta e integrante de la Agrupación Paseo de La Costa, denunció: “Es un arreglo político para jerarquizar la zona y revalorizar los terrenos. No va a aliviar el tránsito porque solo sería un costal rápido que vuelve a desembocar en Libertador. Es una vuelta de estúpidos como Puerto Madero”.
Mariano Kracoff, militante del Proyecto Sur en zona norte, argumentó: “La costa es un recurso natural y hace años que los vecinos ponemos plata para dejarlo lindo y usarlo. Pero el intendente, en conjunto con el gobierno de la provincia y nación, privatizó su explotación para beneficiar a empresarios, como Carlos De Narváez o Marcelo Tinelli, que quieren hacer emprendimientos inmobiliarios en la zona.”
Edgardo Estrin, integrante de la Asociación Medio Ambiente y Ciudad de la región metropolitana norte, explicó que la excusa que dio la Comuna para autorizar el proyecto fue que “es parte del progreso. Si nos convertimos en Miami, para ellos, estamos en progreso”.
La zona es estratégica porque está al lado de la Capital Federal, los terrenos son baratos y en el partido, a diferencia de otros como San Isidro, sí se puede construir cerca del río.
Se trata de un lujoso emprendimiento inmobiliario que incluye desde la construcción de un shopping con 200 locales, un hotel cinco estrellas, 16 torres de departamentos y oficinas, hasta un estadio cubierto para eventos deportivos y recitales con una capacidad de 15 mil personas.
Los principales inversores para la urbanización son Ribera Desarrollo S.A., IRSA, Ricciard y Codinsa. La obra completa costará $700 millones de dólares y ocupará 320 mil metros cuadrados de la costa del río.
Además, se construirá un vial costero de 4 kilómetros con 6 carriles, desde Capital hasta San Isidro, para aliviar la circulación de los 20 mil autos que transitan por Libertador durante las horas pico. Una vez terminada, el actual bulevar Vito Dumas, se convertirá en peatonal.
La avenida costará más de $25 millones que financiará el gobierno nacional a través de la Dirección de Vialidad del Ministerio de Planificación Federal. Su construcción está dividida en 3 etapas y cada una tardará alrededor de un año. La primera ya está en marcha y se prevé que estará terminada a mediados de 2011.
El nuevo acceso desembocará en el distribuidor Centenario, una rotonda alargada que unirá Libertador con Lugones y Cantilo, facilitando el tránsito entre Vicente López y la Capital. La obra, que costará $19 millones, está a cargo de Ribera Desarrollo S.A., de los empresarios Carlos De Narváez y Diego Solá Prats, a cambio de la autorización municipal para construir un shopping en Libertador al 100.
El complejo de construcciones en la zona costera empezó a concretarse a fines de 2009 con la inauguración del local Sodimac, de la cadena chilena de home centres que pertenece al grupo Falabella, en un predio de 23 hectáreas del Carrefour en Libertador y General Paz. También empezó a ampliarse el centro de la tercera edad que está detrás del hipermercado.
Las obras tardarán entre dos y tres años, y crearán 3 mil empleos permanentes y otros 3200 puestos transitorios.
La oposición de los vecinos
“No a la autopista en el río”, exigieron frente a la municipalidad los casi 300 vecinos de Vicente López que volvieron a cortar la avenida Maipú para manifestarse en contra de la construcción del vial costero. Luego fueron a la Quinta de Olivos para entregarle un petitorio a la presidenta Cristina Fernández.
Piera Aglietti, arquitecta e integrante de la Agrupación Paseo de La Costa, denunció: “Es un arreglo político para jerarquizar la zona y revalorizar los terrenos. No va a aliviar el tránsito porque solo sería un costal rápido que vuelve a desembocar en Libertador. Es una vuelta de estúpidos como Puerto Madero”.
Mariano Kracoff, militante del Proyecto Sur en zona norte, argumentó: “La costa es un recurso natural y hace años que los vecinos ponemos plata para dejarlo lindo y usarlo. Pero el intendente, en conjunto con el gobierno de la provincia y nación, privatizó su explotación para beneficiar a empresarios, como Carlos De Narváez o Marcelo Tinelli, que quieren hacer emprendimientos inmobiliarios en la zona.”
Edgardo Estrin, integrante de la Asociación Medio Ambiente y Ciudad de la región metropolitana norte, explicó que la excusa que dio la Comuna para autorizar el proyecto fue que “es parte del progreso. Si nos convertimos en Miami, para ellos, estamos en progreso”.
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