domingo, julio 22, 2012

Construcción natural hoy en Tandil

La Construcción Natural es tan antigua como el hombre. Durante miles de años fue la única manera de encontrar cobijo y descansar al abrigo de las inclemencias del tiempo.
Existen en el norte de nuestro país y en toda América infinidad de casas hechas con los materiales natrales del lugar. En la zona de Tandil aún están en pié algunos ranchos construidos por los inmigrantes que llegaron a esta tierra a fines del siglo XVIII y principios del XIX. Descendientes de aquellos colonizadores los recuerdan como cálidos en invierno, frescos en verano y sin humedad. Con la industrialización del siglo XX, la aparición del cemento y otros materiales modernos, se fue abandonando en muchos lugares la construcción natural, asociándola al pasado y la pobreza.

Sin embargo ese conocimiento ancestral que se estaba perdiendo se ha revitalizado como parte de la Permacultura y con el aporte de investigadores como el Arquitecto Alemán Gernot Minke, quien relevó las Construcciones Naturales por el mundo, especialmente en Centro y Sudamérica, escribiendo el libro “ Manual de Construcción en Tierra“, y creó un Centro de experimentación en la Universidad de Kassel, Alemania, que contribuyó a esta forma natural de construcción de la humanidad, dándole fundamentación, y optimizando materiales y recursos.
En la Argentina, el constructor Jorge Belanko, de El Bolsón, Río Negro tomó la posta y comenzó en los 80, a construir con barro en lugar de cemento y se convirtió en uno de los mensajeros de la recuperación de la construcción Natural a través de sus trabajos, talleres por todo el país, y la difusión de la película “El barro, las manos y la casa”, de Gustavo Marangoni, donde es protagonista. La construcción en tierra había sido ejercida durante siglos por constructores comunitarios, sin planos, ni ensayos comprobables y muy determinada por la ejecución en época seca. La construcción natural, gracias a ellos, ha ido haciendo frente a la modernidad que le imponen estos tiempos, revirtiendo la desinformación, los prejuicios, y una cierta fama de debilidad.
Con ayuda de la tecnología apropiada se ha convertido en una construcción capaz de competir con amplias ventajas de costos y salubridad frente a otros materiales que la industrialización y el consumismo han desarrollado con mucho interés, perjudicando la salud de las personas, y la biodiversidad.
Se consideran construcciones naturales:

* Las realizadas con materiales no industrializados que nos brinda la Naturaleza en el lugar.
* Las ecológicamente sanas, que no contaminan el entorno ni a sus moradores.
* Las integrables a la Naturaleza, que cuando dejan de utilizarse se integran a la tierra en un lapso prudencial sin dejar contaminantes a las próximas generaciones.
* Las económicamente viables, construidas sin despilfarros ostentosos de materiales ni energía.
* Las satisfactorias a nuestras necesidades.
* Las logradas sin utilizar nocivamente a las personas, la tierra ni los recursos.
* Las sostenibles a largo plazo, con un mínimo costo de mantenimiento.

En el año 2008 llegó a Tandil, el saber recuperado de la Construcción Natural, con la difusión de la película y talleres que trajo Jorge Belanko. En esa época yo estaba en la búsqueda de hacer mi casa y de encontrar un camino que sintonice con la posibilidad de reestablecer la conexión del hombre con la tierra, Aceptar que la necesitamos como ella necesita de nosotros. Tomar lo que nuestra Madre Tierra tiene para ofrecernos sin destruirla. Reconocerla fuente y raíz, origen de nuestra existencia. Co-creando con ella la abundancia y el reparto equitativo. Por ello acompañé la difusión de este mensaje y conocí las herramientas para construir mi casa como refugio, hogar y faro.
Hoy siento haber encontrado mi lugar en la tierra donde crecer, cuidándola y cuidándome. Aprendiendo a construir mi casa de barro. Recuperando los saberes enriquecidos de nuestros mayores. En pos de una forma de vida en equilibrio y armonía. Encendiendo una nueva fogata que alumbre el camino de nuevos buscadores, para formar su hogar con la construcción natural.

Casa Kurache - La Porteña - Tandil
Este tipo de construcciones no estaba incluida en los códigos urbanos de nuestro país.
Sin embargo la revitalización de este saber ancestral y la construcción de cientos de nuevas viviendas naturales, ha logrado que en el año 2010 se aprobaran Ordenanzas que autorizan el método de construcción con tierra cruda (principal elemento natural disponible en nuestro país) en El Bolson y en Beltrán, provincia de Rio Negro.
En Tandil, gracias a la inquietud de la Asociación de Docentes por la Vivienda, estas ordenanzas están en estudio en el Consejo Deliberante, a la espera de ser replicadas en nuestra ciudad. Igualmente para el caso de viviendas particulares, existe la posibilidad de presentar proyectos de casas con materiales naturales, con el aval de un Arquitecto o Maestro Mayor de Obra. (Éste es mi caso)
En Tandil ya hay en construcción más de 15 casas de barro, y para esta época donde el acceso a la casa propia por medios convencionales se hace cada vez más lejana, la Construcción Natural se presenta como una alternativa económica que favorece la autoconstrucción respetuosa del medio ambiente y saludable.
Ojala esta nota llena de semillas encuentre terrenos fértiles de sueños donde germinar.
Por Jorge Spivak.
Constructor Natural
(ABCHoy).

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